Cuando los turistas llegan a Catalunya, a menudo quedan fascinados por las playas, las montañas, la arquitectura modernista, la gastronomía y la riqueza cultural. Pero más allá de nuestro atractivo, Catalunya es una región con una economía dinámica y compleja que vale la pena conocer. A lo largo de mi trayectoria profesional, me he encontrado más de una vez explicando nuestro territorio a un visitante, a un inversor o compitiendo por atraer un centro internacional, por lo que es necesario ir más allá de los tópicos que todos conocemos. Por este motivo, presento seis puntos clave —seguramente hay muchos más— para explicar la economía catalana a un turista (o posible inversor) desde mi perspectiva.
Antes de comenzar, una nota: sabemos, y lo hemos analizado en diferentes artículos, que todavía hay muchos elementos que mejorar, pero los siguientes puntos pretenden explicar las bondades de nuestro territorio al turista.
1. Una economía diversificada y resiliente
Catalunya es una de las regiones económicamente más potentes de Europa. Con un PIB que representa aproximadamente el 20% de la economía española, nuestra economía es un ejemplo de diversificación. Más allá del turismo, que evidentemente es un pilar importante, Catalunya destaca por sectores como la industria manufacturera, la tecnología, la biotecnología, la salud, la automoción y la agroalimentación. Estas industrias han sido claves en nuestra capacidad de resistir y recuperarnos de las crisis económicas.
El crecimiento catalán ha sido más diversificado que en su entorno (tanto España como Europa)
Según los últimos datos de los diferentes informes, Catalunya continúa creciendo por encima de la media de España y Europa. Según el Informe Anual de la Economía Catalana 2023 de la Generalitat de Catalunya, el crecimiento catalán ha sido más diversificado que en su entorno (tanto España como Europa), destacando especialmente el crecimiento de la industria y los servicios, apoyado por la demanda externa.
2. Turismo: motor económico y reto de sostenibilidad
El turismo es, sin duda, uno de los motores principales de la economía catalana, especialmente en Barcelona y la Costa Brava. Este sector genera miles de puestos de trabajo y tiene un fuerte impacto en otras industrias y servicios. Los últimos datos del Institut d’Estadística de Catalunya muestran claramente que es uno de los sectores que más contribuye al crecimiento de nuestra economía.
Catalunya está trabajando para encontrar el equilibrio entre el aprovechamiento económico del turismo y la protección
Sin embargo, el turismo también supone un reto en términos de sostenibilidad. El exceso de turismo puede generar problemas como la masificación, la gentrificación y el impacto medioambiental. Por ello, Cataluña está trabajando para encontrar el equilibrio entre el aprovechamiento económico del turismo y la protección del patrimonio cultural y natural.
3. Una tradición industrial que evoluciona
Catalunya tiene una larga tradición comercial e industrial que se remonta al siglo XIX. Somos conocidos por ser uno de los primeros territorios de España en industrializarse, con sectores como el textil, la química y la metalurgia. Esta tradición ha evolucionado con los años, y hoy en día, la economía catalana incluye sectores tecnológicamente avanzados como la automoción, la robótica y la fabricación de equipamientos electrónicos.
Barcelona, en particular, se ha convertido en un hub tecnológico de referencia en el ámbito europeo, con un ecosistema de startups vibrante e innovador. Según algunos informes, nos situamos entre las cinco regiones europeas más atractivas en este ámbito.
4. Infraestructuras: el puente entre Europa y el mundo
Catalunya disfruta de una posición geográfica estratégica, situada entre España y Europa, con un acceso privilegiado al mar Mediterráneo. Esta situación ha permitido el desarrollo de infraestructuras de primer nivel, como el Port de Barcelona, uno de los más importantes de Europa, y el aeropuerto del Prat, con conexiones internacionales a todo el mundo. Estos factores hacen que Catalunya sea un punto clave para la logística y el comercio, y que atraiga inversiones extranjeras, facilitando las exportaciones de productos locales.
En Catalunya hay infraestructuras de primer nivel, como el Port de Barcelona y el aeropuerto del Prat
Además, Catalunya cuenta con infraestructuras digitales de primer nivel, como la estación/puerto de aterrizaje de cables submarinos situada en Sant Adrià de Besòs. También destaca por las infraestructuras científicas de primer orden como el Barcelona Supercomputing Center (BSC), el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), el sincrotrón Alba o el Centro Nacional de Genómica (GNAG), entre muchos otros.
5. El talento
6. Una cultura empresarial singular
El carácter catalán es emprendedor e innovador, lo que ha dado lugar a un tejido empresarial dinámico y diversificado. Desde pequeñas empresas familiares hasta grandes corporaciones multinacionales, Catalunya ha sido siempre un territorio prolífico para el emprendimiento. Esta cultura empresarial se fundamenta en valores como el trabajo, la perseverancia y la autosuficiencia, valores que han permitido a las empresas catalanas prosperar incluso en tiempos difíciles.
Explicar la economía catalana a un turista es una oportunidad para mostrar la complejidad y la riqueza de nuestra sociedad. Más allá de su belleza natural y cultural, y de muchos otros atractivos, Catalunya es una región con una economía sólida, diversificada y orientada hacia el futuro.