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El cava Parxet se abre camino en la Asia

La empresa vinícola con sede en Tiana comercializa catorce referencias de vino y cava a tres mercados y prepara la expansión en nuevos países

Copas de cava Parxet en la China
Copas de cava Parxet en la China
10 de Octubre de 2013 - 01:28
Ya hace cuatro años que el cava Parxet pisó tierras asiáticas por primera vez. Con botellas procedentes de seis Denominaciones de Origen (DON) diferentes, el grupo al cual pertenece este cava entró sólo hace una año en la China y este mercado ya se ha convertido en un 40% del pastel oriental de la empresa con sede a la DON de Alella (Maresme). En este tiempo entre el Japón, Hong Kong y la China han conseguido traer unas 50.000 botellas cada año. Esto significa aproximadamente un 5% de la facturación total de la compañía que el año pasado fue de 12 millones de euros.

Los primeros pasos
Todos los cavas y vinos del grupo llegan al Asia bajo la marca Parxet a pesar de que mantienen la diferenciación entre las etiquetas de las DON que incluyen Alella, Montsant, Priorato, Rioja y Ribera del Duero entre otros. Según el brand manager de Parxet en la Asia, David Bach, el objetivo de la empresa en esta primera etapa es crear una buena red de distribución con la proximidad como principal característica. "No queremos ser un número más en una gran distribuidora. Preferimos ser uno de los clientes importantes en diferentes empresas medianas donde también podemos mantener un cierto control sobre el producto y un clima de confianza con la empresa".

Estas distribuidoras traen Parxet sobre todo a restaurantes, cafés y hoteles. De momento los clientes privados y las tiendas representan un 30% de las ventas en la Asia hecho que encaja con el segundo objetivo de la marca a oriente. "El que más nos interesa ahora mismo es ganar visibilidad y esto se consigue estando presente a los principales restaurantes de las grandes ciudades", explica Bach. Dentro de estos planes entra el hecho de venderse como una bodega con vinos y cavas con una imagen moderna y con una atractiva relación calidad precio.

Una frontera complicada
Varios factores hacen que la introducción de vinos y sobre todo del cava sea difícil en la Asia. El primero y más importante es el desconocimiento de la población y su poca cultura vinícola. Según el manager del restaurante pequinés Agua, Marc Font, los chinos no saben qué es el cava hecho que obliga a los restauradors a presentar el producto e introducirlos en este nuevo mundo. "La única referencia que tienen es la del champán y al probar el cava la mayoría repiten puesto que encuentran que la relación calidad precio es muy razonable".

Y es que una botella de champán en un buen restaurante chino difícilmente bajará de 1.000 iuans (120 euros) mientras que el cava se presenta con un precio mínimo de unos 300 iuans. Font asegura que en cuanto a vinos el paladar asiático todavía no es apto por mucha complicaciones. "Quieren vinos fáciles, sin complejidades y a poder ser redondos, dulces o afruitats".

Además de la diferencia de gustos y la carencia de costumbre, al mercado chino se le tiene que añadir las duras barreras de entrada. Los impuestos aduaneros graban en un 48,2% el coste de la botella y a esto se le tiene que sumar un IVA del 17%. Siañadimos los costes de papeleo y transporte no es de extrañar que una botella que en Cataluña cuesta 8 o 9 euros en la China se venda en una tienda por 150 o 170 iuans (18–20 euros).

Mirando más allá
Parxet está satisfecho de su entrada en la Asia y prepara la expansión a nuevos mercados. "Tenemos que consolidar nuestra red en la China y a medio plazo llegar a países como Taiwán, Singapur y Corea del Sur sin abandonar el reto de aumentar ventas en la China", mantiene David Bach. Para hacer los deberes se enfocarán a captar la atención de clientes de clase mediana que buscan productos exclusivos, de calidad pero dentro de una parrilla de precios que no los encasille como un producto de lujo.