El chino, el idioma del futuro

El potencial crecimiento económico de la China fomenta el interés de la lengua entre los empresarios

Cualquier empresa que pretende exportar se ha planteado alguna vez llegar al mercado chino. La República Popular China, con unos 1.300 millones de habitantes (el 25% de la población mundial) es el mercado más importante del siglo XXI, con un gran potencial de crecimiento económico. No obstante, además de la distancia y el desconocimiento hay un tercer factor que asusta especialmente: el idioma. El chino tiene miles de caracteres, varios tonos y diferentes dialectos, que hacen que muchas personas se lo piensen dos veces antes de tirarse a aprender esta lengua. Aún así, el beneficio que puede extraer un empresario, compensa el esfuerzo.

Sin intermediarios
Núria Barberà, licenciada en Traducción e Interpretación por la UAB, especilitzada en chino mandarí y máster en Relaciones Internacionales por la Nanjing University, ha vivido durante cinco años en la China entre Nanjing y Pekín. Con un socio ha montado, entre Roquetes y Tona, la consultoría Baidewei que ofrece servicios de traducción y acompañamiento comercial en la China. "Tratar directamente con la parte china, sin intermediario o traductor , permite acercarse al cliente con más facilidad, y ayuda a que la otra parte se interese mucho más por el proyecto o por el negocio en cuestión", comenta Barberà, que añade que "el chino valora muchísimo que su interlocutor muestre interés hacia su cultura".

Decisión a largo plazo
No nos tenemos que engañar: aprender chino no es fácil. Es por eso que la profesora nadiua, Malan Hanali, recomienda que desde muy pequeños nos ponemos. "El chino tiene más sueños y tonos que el catalán y castellano y requiere mucha memorización, sobre todo al principio".

La dificultad pero, no siempre echa atrás. Un ejemplo son los cursos de chino que desde hace diez años ofrece la Cámara de comercio de Sabadell, con profesores nativos. Susagna Olcina, técnica de formación de la entidad, explica que cuando tiraron los cursos el interés fue muy elevado y que ahora los ha disminuido la pedida justamente porque ha aumentado el número de centros que enseñan chino a la demarcación. "El perfil de alumnos son empresarios y comerciales que necesitan el idioma por motivos de trabajo. Muchos de nuestros alumnos han usado el que habían aprendido en viajes de negocios y, otros, incluso han superado los exámenes oficiales", explica Olcina.

Estos exámenes son los llamados HSK (Hànyǔ Shuǐpíng Kǎoshì, 汉语水平考试) y son el equivalente en mandarí al popular First Certificate de Cambridge. Estos tests son gestionados por Hanban o el Instituto Confuci, una entidad adscrita al Ministerio de Educación de la China. El examen se puede hacer en Barcelona, así como en Valencia y Madrid entre otros ciudades.

Hoy Destacamos
Lo más leido