El futuro es femenino

Mujeres que lideran proyectos de urbes inteligentes pronostiquen cómo serán las 'smart cities' de los próximos años

Entre las novedades de las 'smart cities' 3.0  destaca el papel de la mujer | Acistock Entre las novedades de las 'smart cities' 3.0 destaca el papel de la mujer | Acistock

El concepto de smart city surgió para identificar las ciudades que en aquel momento se planteaban ofrecer nuevos servicios urbanos relacionados con la tecnología. Años después, el término es todavía más vigente que nunca, pero la evolución de las ciudades ha hecho que el concepto se haya modificado para alcanzar nuevas prácticas que tienen que ver no sólo con la aplicación de la tecnología, sino también con la organización de las ciudades y la implicación de sus agentes sociales. Y entre las novedades de las smart cities 3.0 destaca el papel de la mujer. Así ha quedado de manifiesto en la mesa redonda dentro de la jornada Woman Lider Tic que ha reunido mujeres que lideran proyectos smart city en Cataluña.

Todas las ponentes están de acuerdo en la transformación que ha vivido el concepto d'smart city. Maria Galindo, directora internacional de negocios de Smart City a Doxa Innova & Smart, explica que "el concepto smart city engloba el como aplicar la tecnología a los servicios urbanos y que una ciudad innovadora es aquella que tiene la voluntad de transformarse utilizando la tecnología". Pero, tal como explica Anna Majó, directora de innovación digital al Ayuntamiento de Barcelona, "las necesidades de ciudades como Barcelona han evolucionado y por eso ahora se está renovando la estrategia, y se está ampliando la visión más allá de la smart city, teniendo en cuenta la forma como la tecnología afecta a prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas".

Majó: "La tecnología cambia la manera de gobernar internamente, crea nuevos puestos de trabajo y permite que la gente se empoderi"

Y es que la tecnología está modificando también la gestión interna de las ciudades. "La tecnología cambia la manera de gobernar internamente, crea nuevos puestos de trabajo y permite que la gente se empoderi", afirma.

Más allá de la tecnología

Pero no sólo la tecnología. "El concepto smart city empezó vinculado en la tecnología pero ya no es sólo una cosa de tecnología. Ahora quiere hacer cosas que sean más inclusivas. El que buscamos ahora es que la gente pueda ser un agente activo de la transformación de la ciudad. Queremos hacer ciudades más sostenibles, circulares y más femeninas. Las smart cities del futuro son mujeres", afirma Majó.

Ponents en la trobada Woman Lider TIC celebrada a Barcelona | J. Vives
Ponentes en el encuentro Woman Lider TIC celebrada en Barcelona | J. Vives

Y es que tal como apunta Rosa Paradell, directora de la unidad de smart cities innovation unido a y2Cat, "innovación quiere decir cambiar las cosas con novedades, y a veces hará falta la tecnología, pero no siempre. Por ejemplo, se puede cambiar la manera de gestionar una ciudad". En este sentido, Gemma Alcalde, IT market manager a Eurecat, explica que smart no quiere decir más que añadir inteligencia en la tecnología, y ahora afecta no sólo en el espacio urbano de la ciudad, sino a los "modelos culturales, de comunicación con los ciudadanos y de cómo se comunican las políticas", explica Alcalde. "Hace falta que la gente se tome todos estos procesos como propios", apunta.

Transformar las ciudades en comunidad

Las ciudades del futuro o se hacen en comunidad o no se podrán transformar. Habrá que contar con las empresas, los centros tecnológicos, los emprendedores porque "la transformación sea sostenible", añade Galindo. Afortunadamente, asegura que en Europa está más arraigada la idea del trabajo colaborativo. Majó añade que también habrá que contar con los vecinos, las entidades, las fundaciones y también, con la colaboración entre las ciudades.

El reto de las ciudades sostenibles

Uno de los retos de las ciudades del futuro, según acuerdan todas las ponentes, es la sostenibilidad. Aspectos como las políticas de movilidad y el consumo energético serán claves, y hará falta que las ciudades hagan una apuesta clara por el transporte urbano, el vehículo colaborativo y el vehículo eléctrico, apunta Galindo. Aun así, según Paradell, un 75% del consumo energético se crea en las ciudades y por eso "hay que trabajar para minimizar las emisiones y reducir el consumo energético". Por eso, habrá que introducir criterios de eficiencia energética y de economía circular.

Por último, las expertas en smart cities señalan también el gran reto que supone la gestión del big data en la transformación de las ciudades.

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