El Parlament de les Dones de Catalunya vuelve a estar en marcha y trabaja a buen ritmo con el proyecto Per una Catalunya sense cap tipus de violència contra les dones i les nenes. Está formado de forma paritaria entre personal experto, como la experta internacional en igualdad, diversidad y género Mireia Del Pozo, miembro del Tribunal Laboral de Catalunya; la abogada Beatriz Fernández Tubau, miembro del Consejo de Relaciones Laborales de Catalunya, la sindicalista Eva Gajardo o la periodista Alicia Oliver, entre otros; y personal político, con diputadas de distintos partidos como Rocio Garcia o Jenn Diaz.
El Parlament de les Dones de Catalunya es una iniciativa del Parlament de Catalunya y el Consell Nacional de les Dones de Catalunya impulsada por diputadas y representantes de entidades feministas, reconocida por el Instituto Europeo por la Igualdad de Género (EIGE) como ejemplo de buena práctica. La iniciativa nació en julio de 2019 con una declaración y celebración del primer debate específico sobre género después de 40 años de actividad parlamento. El Parlament de les Dones se inspira en experiencias similares de otros parlamentos, como el de Portugal –en los años noventa del siglo XX–, el de Sudáfrica o Montenegro.
En esta segunda edición, la iniciativa se centrará en la lucha contra la violencia que sufren las mujeres y las niñas, dada la proximidad con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y dada también la relevancia de la Ley 5 /2008, de 24 de abril, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista, a raíz, sobre todo, de las modificaciones introducidas por la Ley 17/2020, de 22 de diciembre.
El Parlament de les Dones se inspira en experiencias similares otros parlamentos, como por ejemplo el de Portugal, el de Sudáfrica o el de Montenegro
Entre las novedades de la Ley cabe destacar que regula ámbitos que no se habían regulado anteriormente, como la violencia en el ámbito digital, la violencia institucional o la violencia política, entre otros; que reconoce las represalias contra las defensoras de los derechos de las mujeres y los discursos de odio hacia las mujeres como manifestaciones de violencia machista en el ámbito social o comunitario; que reconoce también la violencia obstétrica y la vulneración de derechos sexuales y reproductivos como una nueva forma de violencia machista, y, finalmente, que introduce la perspectiva interseccional.