Recientemente, el Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición de ley para instar al Gobierno a tomar medidas contra los problemas para coger el sueño, a la vez que se avanza en la formación de los sanitarios para hacer frente a lo que se considera una 'pandemia silenciosa': el mal dormir. En el Estado, la mitad de los ciudadanos admite que descansa mal, mientras somos líderes en la venta de somníferos. La situación amenaza con convertirse en un riesgo laboral para las empresas. En este contexto, la psicóloga y doctora leridana Núria Roure 'enseña' a dormir a los empleados de pymes y multinacionales con una terapia pionera para impulsar el rendimiento y el bienestar. Experta en 'Sueño de Alto Rendimiento', promueve la concienciación sobre la necesidad de un sueño reparador para mejorar la salud y la productividad. Roure es autora del libro Por fin duermo. Se puede considerar como una 'infuencer' del sueño.
¿Cómo se enseña a dormir? En qué consiste la terapia para impulsar el rendimiento y el bienestar?
El sueño es un factor muy nuevo para las empresas. En los Estados Unidos, ya hace más tiempo que se incide en el ámbito de cuidar el trabajo. Aquí, hasta ahora nos hemos centrado en la promoción de la salud, el ejercicio y más recientemente, la salud mental. Ahora, sería cuestión de introducir una cuarta pata, que se relacionaría con las otras, que es la gestión del sueño. Tenemos que ser conscientes que los buenos hábitos de sueño hacen que las firmas sean más productivas, generando un ambiente más saludable.
Por otro lado, también se ha demostrado su relación con la ansiedad o el estrés. Cuanto más exigentes somos con nosotros mismos y menos dormimos, por debajo de seis horas diarias, hay un mayor riesgo de sufrir 'burnout'. Se ha comprobado que la productividad, la creatividad, la innovación, la memoria, la resolución de problemas o la empatía están directamente relacionadas con las horas de sueño. De hecho, existe un estudio de la consultora Mckinsey que vincula las soft kills con dormir bien. Desde el punto de vista de los grandes líderes empresariales, los esfuerzos se centraban en recuperarse, durmiendo poco, del cansancio físico. Con el tiempo, hemos visto que la regeneración mental se produce en el proceso final del sueño. Al final, se tienen que dar cuenta que cuanto más duerman ellos, más productivas serán las personas que estén a cargo suyo.
Roure: "Igual que vivimos el día, dormimos por la noche. El sueño se empieza a fabricar por la mañana"
¿Cómo funciona el programa Sueño de Alto Rendimiento?
Se trata de un taller personalizado para personas que con su trabajo necesitan disponer de una gran carga cognitiva. Es un programa para lograr la desconexión de ejecutivos de alto nivel, que están constantemente en un estado de hiperactividad, cumpliendo tareas múltiples.
¿Cómo se explica la figura del asesor del sueño, que en países como los Estados Unidos y en Japón está más consolidada?
Este profesional ofrece unas pautas y herramientas de sensibilización. A veces, no nos damos cuenta que igual que vivimos el día, dormimos por la noche. El sueño se empieza a fabricar por la mañana. Siempre me gusta poner el ejemplo que el sueño es como un cesto vacío en el cual vamos colocando bolas a lo largo del día. Algunas son rojas, otras verdes. A la hora de ir a dormir, el cerebro analiza el cesto y selecciona las bolas en función de cuáles son más numerosas. Las conductas que adoptamos durante el día influyen en la calidad del sueño. En el ámbito personal, el deporte, una vida ordenada, la rebaja del estrés, despertarse pronto o tener la luz del sol son factores determinados. En el caso del mundo empresarial, las horas de las reuniones, la orientación geográfica de la sede de la compañía, el reparto horario entre las tareas más manipulativas o de concentración o la temperatura de la oficina son herramientas esenciales que puede otorgar el asesor. Además, también puede impartir talleres y programas grupales de trabajo conductual, que favorecen la gestión de las emociones, el estrés... Un paradigma en el cual trabajan mucho es inducir a las paradas de pensamiento, desconectando, de los perfiles de los trabajadores que podemos denominar controladores e hiperactivos.
Hasta que hemos llegado aquí... en qué el mal dormir ya se cataloga como una pandemia silenciosa
Estamos en un momento en que más de la mitad de la población española no está satisfecha con su sueño. Desde hace tres años, cuando empezó la pandemia de la covid-19, hemos abusado con el uso de ansiolíticos. Por este motivo, la OMS ha declarado la falta de sueño como una pandemia silenciosa. Es la primera causa de otras patologías, como la obesidad, los problemas del sistema inmune, los cardiovasculares, la ansiedad, las depresiones. Asimismo, incrementa las posibilidades de sufrir degeneraciones cognitivas, cómo el Alzheimer, o el cáncer.
¿Cuánto mal ha hecho el mito del ejecutivo que presumía de dormir poco y ser más productivo?
Uno de los puntos de inflexión fue el de la empresaria Arianna Huffington, escritora y periodista fundadora del The Huffington Post. En 2007 sufrió un colapso y cayó redonda al suelo. Los médicos le diagnosticaron un cansancio extremo por no dormir. A partir de aquí, analizó la privación del sueño en libros como 'La revolución del sueño', lo que le ha servido para abrir los ojos a muchos empresarios. Se ha erigido en la abanderada de este movimiento. Además del aspecto físico, los empresarios han tomado conciencia que sin un buen sueño, su vida personal y empresarial será más corta. Se trata de cuidarse para continuar adelante y con la firma más sostenible. En la base, está el sueño. Dormir bien puede llegar a ser una buena inversión para el negocio.
Roure: "Tenemos que ser conscientes que los buenos hábitos de sueño hacen que las firmas sean más productivas, generando un ambiente más saludable"
¿Qué es un sueño reparador y cómo sabemos que lo hemos logrado?
Todo depende de cómo estemos físicamente. Si somos capaces de mantener los niveles de concentración y de alerta en las tareas diarias o en el trabajo. Cada cual se tiene que autoavaluar. No nos tenemos que fijar solo en el aspecto físico, sino en la parte cognitiva, que es la que se recupera en el tramo final del sueño. El elemento básico es interrogarnos sobre nuestra capacidad mental, puesto que el cuerpo se adapta a la pérdida de las capacidades físicas y durmiendo poco se recupera. En cambio, la mente necesita irremediablemente este descanso.
¿Qué explica a su libro Por fin duermo?
Está dirigido a la población en general, no solo a los trabajadores o directivos, que no está satisfecha con su sueño. Intento ofrecer estrategias y pautas para recuperarlo. Detallo las 30 causas que puede haber detrás de estas disfuncionalidades y cómo se puede ir trabajando para revertirlas. Los cúmulos de ansiedad y preocupaciones durante el día son algunos de los factores que están detrás. Estoy muy satisfecha de la aceptación que ha tenido el libro, que ya va por la tercera edición y se ha traducido incluso a idiomas como el ruso.