"Es inevitable que en una empresa haya conflictos"

Elisabet Guitart y Diana Hermoso, mediadoras de conflictos, explican el camino a seguir ante una problemática que sufre cualquier organización

"Es inevitable que en una empresa haya conflictos". Es el mensaje que ya de entrada da Elisabet Guitart, coordinadora del libro colectivo Causas, repercusiones y posibles soluciones de los conflictos en las empresas. Mediadora y especialista organitzacional de profesión, Guitart, junto con Diana Hermoso –psicóloga y coautora del capítulo Actuación ante los conflictos con Albert Mariné y Javier Crespo– desgranan la tipología, evoluciones y parámetros de actuación ante una problemática que sufre cualquier organización: los conflictos.

Todo tipo de conflictos
Tanto Elisabet Guitart como Diana Hermoso aseguran sin dudar ni un segundo que a toda organización o empresa hay conflictos. "No se puede evitar, es innato en las relaciones entre personas", advierte Hermoso. Por norma, sigue Guitart, los conflictos laborales tienen dos orígenes: "La mala organización y la mala comunicación. A partir de aquí, a menudo se generan conflictos porque las tareas no están muy definidas, se solapen funciones o hay profesionales que no están ubicados al lugar que le corresponde por formación o personalidad".

La lista, pero, no acaba aquí: "También florecen conflictos cuando las cabezas no tienen capacidad o habilidad para liderar equipos y para transmitir correctamente la misión de la compañía, cuando se gestionan mal despidos, por guerras de poder entre directivos y en traspasos generacionales en empresas familiares", repasa Guitart.

La cara positiva
Pero aquello que es inevitable, no siempre es malo. Diana Hermoso defiende que "los conflictos no siempre se tienen que ver desde una vertiente negativa, tienen su parte positiva". Elisabet Guitart está de acuerdo: "Si los aprendemos a gestionar nos permitirán crecer a nivel personal y empresarial". Un conflicto tratado con acierto, de hecho, acabará dando buenos resultados, según la propia coordinadora del libro: "Mejora el bienestar del trabajador y en consecuencia su productividad y satisfacción con la empresa". Una empresa que también recoge el fruto: "Gestionar bien los conflictos mejorará su imagen y reputación , aspectos que cada vez tienen más valor al mercado actual", concluye Elisabet Guitart.

La otra cara de la moneda se sufre cuando un conflicto no se gestiona bien. La parte negativa despierta costes tangibles e intangibles que van desde indemnizaciones y otros gastos de carácter jurídico a una menor rentabilidad del trabajador.

Los problemas de casa al trabajo y viceversa
Es recorriendo aquel lema que llama a los cuatro vientos que no nos tenemos que llevar los problemas del trabajo a casa, ni los de casa al trabajo. Un mensaje tan repetido como utópico, según la psicóloga especialista Diana Hermoso: "Es el dilema de siempre y tenemos que hacer el esfuerzo por discernir el ámbito laboral del personal. A pesar de todo, la línea es demasiado fina para acabarlo diferenciando por lo cual los problemas de uno y el otro lugar se acaban mezclando".

Las herramientas para combatir las crisis
La ley plasma que todas las empresas dispongan de un plan de actuación ante los diferentes tipos de conflicto, como en caso de acoso o mobbing , por exempe. Unos protocolos que aquí Cataluña y el Estado español "son papel mojado", critica Diana Hermoso, que lamenta que en casa nuestra "siempre se actúa a posteriori, reaccionando al problema un golpe ya ha surgido".

Las soluciones a un conflicto empiezan por la conciliación –que simplemente acerca las dos partes en conflicto–, pasan por la mediación –la que suele gustar más a las empresas, en la cual se consensúa entre las partes una solución– y acaban enel arbitraje –si no hay acuerdo, un sujeto externo dicta sentencia–. La solución ideal es siempre el win-win, una meta que "precisa de la ayuda externa de un mediador", asevera Hermoso. Si todo ello no funciona, la última alternativa es la vía judicial, la más costosa y lenta.

La paradoja de la crisis económica
A la hora de hablar de conflictos, el dato más sorpresivo que se pone sobre la mesa es su evolución durante los últimos años. Diana Hermoso detalla como, según los últimos datos del Departamento de empresa y Ocupación, "hace cerca diez años había más conflictos laborales que ahora". La razón, lo argumenta la propia psicóloga: "Con la crisis hay menos conflictos, pero estos son más duros e intensos. La cifra de conflictos de los años 2005-2006 respecto a la actualidad ha menguado".

En este sentido, a pesar de que los media nos inundan día detrás día con los angustiosos problemas de trabajo que hay todo el país, en datos globales se ocasionan menos: "En época de bienestar económico hay más conflictos a las empresas. En crisis, menos, pero eso sí, de más vainica y eco. También hay menos abstenisme o menos gente que coge la baja. Es el miedo a perder el trabajo", compilación Hermoso.

Un problema a solucionar
El conflicto es inherente a la naturaleza de cualquier organización o empresa. Para no topar de morros con esta realidad, prevenir siempre es mejor que curar. Elisabet Guitart lamenta que "en Cataluña y España las mediaciones externas de conflictos todavía están muy poco desarrolladas". Sobre todo si se compara con otros países como los Estados Unidos , donde es una práctica más arraigada.

Sin embargo, la realidad económica actual abre una rendija de luz, afirma Guitart: "Muchas compañías están procurando reducir y descongestionar los costes de la solución de conflictos por la vía judicial". Diana Hermoso, sigue el hilo para concluir: "Tenemos que conseguir hacer ver que a largo plazo, una buena mediación de un conflicto ahorra dinero. Invertir ahora en una gestión eficiente no te evitará los conflictos dentro de la organización, pero frenará sus consecuencias".
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