Estrés crónico y las vacaciones como problema

Vale más prevenir que curar tanto con el estrés cómo con la desconexión

Estrés crònic y vacaciones Estrés crònic y vacaciones

Un poco de estrés y de ansiedad provocan un estado de alerta beneficioso para el organismo.

Si no estuvieran presentes no estaríamos atentos a muchos factores de nuestra vida importantes para la supervivencia. Nos permiten estar pendientes del trabajo y las actividades que tenemos que realizar y que requieren nuestra atención.

"Un poco de estrés y de ansiedad provocan un estado de alerta beneficioso para el organismo"

El problema viene cuando este estado de alerta y el estrés acontecen desmesurados, acaban desbordando y nos sobrepasan. Si no somos capaces de afrontarlos y este estado se prolonga en el tiempo se pueden convertir en estrés crónico y acabar repercutiendo en nuestra salud tanto a nivel físico como emocional.

El ritmo de vida actual pleno de exigencias que se tienen que afrontar en el momento, prisas para tenerlo todo controlado y resuelto, las incertidumbres y los cambios constantes fomentan este estrés.

Muchas personas viven el día en día corriendo, con la agenda llena, sin espacios para el descanso y la reflexión, actividades constantes que no da tiempo para procesar. Esta sobreestimulación, si no se para, puede acabar desembocando en una enfermedad física o mental.

Llega un momento en que el cuerpo dice basta y aparecen síntomas como ansiedad, apatía, agotamiento, irritabilidad, insomnio, desórdenes alimentarios. Pueden aparecer somatitzacions como contracturas, dolores de cabeza, problemas digestivos. Este estado hace saltar las alarmas, son un grito de atención de nuestro cuerpo como consecuencia de una forma de vivir y de afrontar las situaciones conflictivas que no es beneficiosa para la salud.

"La solución implica tomar conciencia de la situación, de que está pasando y pedir ayuda a tiempo para que este estado no se cronifiqui"

La solución implica tomar conciencia de la situación, de que está pasando y pedir ayuda a tiempo para que este estado no se cronifiqui. Así se podrán encontrar soluciones de manera más fácil buscando nuevas formas de afrontar y evitar que acabe desembocando en problemas de salud graves.

Es beneficioso buscar ayuda a escala psicológica para detectar aquellos factores externos que desbordan así como los factores internos que impiden afrontar de una forma sana las demandas del día a día, tomar conciencia de la gravedad de la situación y decidirse a cambiar de hábitos.

Qué pasa cuando llegan las vacaciones?

Las personas que sufren estrés crónico viven a un ritmo desbordante y cuando llegan las vacaciones y el tiempo para descansar y recuperarse de golpe entran en crisis. Aquel tiempo tan esperado de desconexión se acaba convirtiendo en un problema.

Esto es así porque nuestro organismo necesita un tiempo de adaptación. Pasar de mucha actividad a no hacer nada es fácil. Cuanto más estrés acumulado, más cuesta cambiar el ritmo y esto puede impedir disfrutar de las vacaciones y el tiempo libre. La persona que no tiene nada que hacer se puede sentir inquieta, aburrida, vacía.

En un primer momento esto es natural, se necesitan unos días de adaptación, si este estado se alarga es indicador de que hay un problema y hay que analizar qué está pasando y cómo se puede cambiar.

Como estrategia para evitar este estado se puede bajar la actividad y el ritmo poco a poco cuando se acercan las vacaciones y planificar actividades para los primeros días libres.

"Para prevenir el estrés crónico también es importante poder realizar actividades de ocio durante el año que rebajen el ritmo tan intenso de la actividad laboral"

Esto suele ser lo contrario de lo que hace la gente que sufre estrés crónico que en la última semana de trabajo hacen todo lo que no se ha podido finalizar antes, trabajando el doble para no dejar nada inacabado y provocando un nivel de agotamiento y de angustia que impide hacer nada los primeros días de vacaciones. De este modo el cambio todavía es más brusco y por lo tanto la adaptación más difícil.

Para prevenir el estrés crónico también es importante poder realizar actividades de ocio durante el año que rebajen el ritmo tan intenso de la actividad laboral. Hacer pequeñas desconexiones que reducen el estrés del día a día.

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