En casa nuestra la nevera ha sido siempre llena y hemos olvidado la complejidad y la dificultad del proceso para llenarla. "Cómo si fuera posible comer un bocadillo de jamón sin tener en cuenta todos los factores que intervienen en la cadena alimentaria!", recuerda Francesc Reguant, Director del Observatorio de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas.
La nueva economía de la alimentación transformará la forma en que producimos, distribuimos y consumen los alimentos. No sabemos si la próxima vez que comemos gambas habrán salido de un laboratorio o cuando llegará la primera hamburguesa in-vitro pero el que sí que es cierto es que si queremos continuar disfrutando de un mundo con recursos maravillosos pero limitados, el compromiso con la sostenibilidad es un imperativo. "Estoy muy acostumbrado a las previsiones que no se cumplen", advierte el economista especializado en agroalimentació.
Cómo podemos asegurar que los 10.000 millones de habitantes que habrá en 2050 tengan alimentación?
Según la FAO (Food and Agriculture Organization), la organización de las Naciones Unidas que lucha para conseguir la seguridad alimentaria y el acceso a los alimentos a escala mundial, tenemos que incrementar la producción de alimentos un 60% de aquí al 2050. Esto es muchísimo. Una de las formas ingenuas de hacerlo es poniendo más campos de cultivo. Pero si transformáramos los bosques en campos de cultivo, es decir, el equivalente al 60% de las tierras de cultivo actuales, destruiríamos el 40% de los bosques de la tierra. Si destruyéramos el 40% de los bosques de la tierra, el cambio climático que produciríamos seria tan grave que tendríamos que marchar a vivir en otro planeta y cómo que esta opción sólo la contemplaba Stephen Hawking, la solución de la humanidad implica producir más con el mismo espacio.
"Si queremos proveer alimentos a los más de 10.000 millones de habitantes del planeta que habrá en 2050 no lo podemos hacer con la agricultura ecológica"
Pero vamos hacia uno en torno a recursos escasos...
De hecho ya estamos y con un incremento de la demanda como consecuencia del crecimiento de la población y el desarrollo de los países que pasan de comer arroz a comer un bistec de ternera. Todo esto hace que haya más presión sobre la demanda alimentaría. Hay las famosas estadísticas de la huella del agua de una manzana vs. la huella de un bistec de ternera, que pasa de 70 a 10.000 litros. También hay otro factor a tener en cuenta en este nuevo escenario: el impulso a la bioeconomia, un tema que va ligado a la presión del cambio climático o a los abusos de la combustión de petróleo.
La sociedad ya ha llegado a la conclusión que tenemos que prescindir del petróleo?
Sí y esto nos trae al hecho que tenemos que abrir más la puerta de los recursos renovables y, los recursos renovables, ya sea para hacer alimentos, tejidos, combustibles como productos farmacéuticos vienen de la agricultura. Es decir, todos los productos renovables nacerán de la agricultura.
Cómo producimos más con el mismo espacio?
Con la intensificación sostenible; el camino propuesto por la FAO que utiliza la tecnología, el regadío y la agroecología. Es decir, sabemos que la tecnología sirve tanto para ser más eficientes y por lo tanto consumir menos recursos, como para ser más sostenible; que el que produce una hectárea de media de regadío en Cataluña es 8 veces más que una hectárea de secano; y que tenemos que cambiar de sistema productivo y convertir la agricultura tradicional en agroecología. Y que quede claro, esto no quiere decir agricultura orgánica ni agricultura ecológica, puesto que esta es demasiado reticente a utilizar según qué tecnologías limpias y esta aprensió se dificulta lograr el objetivo de incrementar la productividad.
"Todos los productos renovables nacerán de la agricultura"
Qué implica la agroecología?
Quiere decir hacer las cosas de acuerdo con la natura y más cercana al entorno social de la agricultura. La agroecología no rechaza los agroquímics. Conviene no perder el equilibrio. Desde el Observatorio de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas hablamos con un productor de cereales que se ha transformado en agricultura ecológica y nos explicó que ahora produce el 30% menos. También hablamos con un productor de fruta que había hecho la misma transición hacia la agricultura ecológica: produce el 50% menos. Yo defiendo la agricultura ecológica porque es evidente que tiene una serie de ventajas y aporta un valor social, puesto que permite vivir a unos labradores que sino no podrían existir. Ahora bien, si queremos proveer alimentos a los más de 10.000 millones de habitantes del planeta que habrá en 2050 no lo podemos hacer con la agricultura ecológica.
La cadena alimentaria está cada vez más interrelacionada.
Sí y hemos olvidado la realidad de la producción alimentaría a pesar de que ahora el mundo ya es más consciente. Ahora bien, tenemos que entender que no podemos volver al pasado porque somos muchos más los que tenemos que vivir de estos recursos. Dedo de otro modo, con la agricultura de antes no alimentaremos la tierra y la alimentación es el tema más frágil que hay. En los últimos 10 años hemos sufrido tres crisis alimentarias que aquí hemos visto un poco de lejos pero que han tenido muchas consecuencias. Concretamente, el julio del 2010, en Moscú estaban a 40 grados a la sombra, hecho que provocó que se echara a perder buena parte de la cosecha de trigo y que el Sido cerrara la frontera inmediatamente. Como consecuencia se dobló el precio del trigo. Qué pasó? A la cabeza de cinco meses, en Túnez y en Egipto salió el grito de 'pan y libertad'. Las consecuencias todavía las sufrimos ahora y el detonante fue que el trigo había subido el doble.
"Se tiene que ver cuántos recursos destinamos para fabricar el bistec sintético y cuántos recursos destinamos a que lo haga la vaca"
En un futuro todos podremos comer un bistec?
Los números son muy claros. La mayoría de organismos prevén un incremento de la producción mundial de carne, propiciado por el consumo que habrá en los países en desarrollo. Ahora bien, aquí habrá un descenso. Es decir, en los países desarrollados reduciremos el consumo de carne. En este contexto, una dieta más vegetal es casi una exigencia. Concretamente, en las previsiones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), de los próximos diez años y para los principales productos de la producción mundial, hay que remarcar el incremento muy destacado de la proteína vegetal representada por la soja, también se incrementa significativamente la producción de maíz, el cual en parte se destinará a agrocarburants y, en el capítulo de las carnes, se espera que estas sigan teniendo un papel importante en la dieta con un incremento más destacado de la producción avícola sobre el porcino y vacum.
Cómo se consigue este equilibrio entre el consumo animal y vegetal?
Poniendo un impuesto a la carne y estableciendo incentivos. De hecho, ya hay una campaña contra la carne bastante importante con el movimiento animalista. Es evidente que en un escenario a medio plazo seguiremos comiendo carne pero el fenómeno de hacer propuestas de otro tipo para sustituir la carne se producirán en un horizonte a medio plazo.
Las células madre darán lugar a una hamburguesa?
Técnicamente ya es posible pero tiene que ser económicamente factible y viable desde un punto de vista del consumidor porque quizás un bistec sintético no tiene gusto de nada. Se tiene que ver cuántos recursos destinamos para fabricar el bistec sintético y cuántos recursos destinamos al hecho qué lo haga la vaca. Viviremos una suma de las dos. El que seguro que comeremos son las galletas de insectos; es decir, algún tipo de producto que encara no existe que tendrá los insectos como base. De hecho, este año la Unión Europea ya ha autorizado la comercialización de insectos. Los insectos son muy eficientes produciendo proteínas y se reproducen a una velocidad que asusta. Es un horizonte que teóricamente es lejano pero el mundo va mucho prisa.