El mercado apuesta por nuevas fórmulas de galletas más sanas | Pixabay
El mercado apuesta por nuevas fórmulas de galletas más sanas | Pixabay

Galletas sanas y de km 0, la fórmula para recuperar el mercado

Mondelez, Adam Food y Gullón dominan un mercado en plena metamorfosis ante los cambios de hábitos en el consumo

La leche, las galletas y los cereales son los alimentos que abundan en los almuerzos de los niños del Estado español. Lo afirma el último informe Aladin de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), que apunta que las galletas son la elige de un 39% de los niños. Cómo ha pasado con los cereales, estos dulces están notando el cambio de hábitos alimentarios y registraron una caída del 6% de las ventas en 2017, según la consultora Nielsen. Desde entonces, el mercado se ha tenido que reconvertir para recuperar su cuota, motivo por el cual los lineales de los supermercados se han rellenado de nuevas propuestas aparentemente más saludables.

Un buen ejemplo son el uso de nuevos ingredientes como el centeno o la espelta, la reducción del azúcar y el aceite de palma, o la sustitución de estos elementos por otros que podrían parecer más saludables. Pero nada de todo esto hace aunque el comprador llegue a cuestionarse quién fabrica el producto o de dónde obtiene la materia primera.

Muchas marcas para pocos nombres

Cuétara, Oreo, Chips Ahoy, María, Fontaneda, Marbú, Tostarica... son sólo algunos de los nombres de marcas que pueden encontrar muy expuestas en los grandes supermercados. Muchas de ellas han sido consumidas, hoy en día, por hasta cuatro generaciones diferentes, lo que puede hacer pensar al comprador que se encuentra ante un nombre de confianza. Pero la realidad es que la enorme diversidad que podría parecer que hay al mercado queda reducida a pocos nombres y miramos qué compañía es propietaria de cada una de ellas.

Artiach (Bilbao, 1907) es la madre de Tostarica, Dinosaurus, Chiquilín, Marbú Dorada, Chiquilín; mientras que Cuétara (México, 1935) cuenta con nombres como María Oro y Campurrianas. Ambas, junto con Phoskitos, son marcas que distribuye la barcelonesa Adam Foods, surgida en 2015 de una escisión con Nutrexpa. La compañía facturó 353 millones en 2016, los datos más recientes que ha hecho públicas la compañía, y depende en un 82% de las galletas. Estos dulces le reportaron 290 millones de beneficios.

Las galletas de la barcelonesa Adam Foods facturan 290 MEUR a través de Artiach, Cuétara y Phoskitos

Otra de las empresas clásicas es la francesa Lu (Francia, 1846), en manso de la multinacional Mondelez desde 2007. Antiguamente llamada Kraft Food, esta compañía con sede en los Estados Unidos distribuye otros nombres arraigados a los almuerzos y meriendas de los de todo el mundo como Oreo, Chips Ahoy o Príncipe, y desde 2006 también comercializa las galletas de Fontaneda, nacida en Palencia a principios del siglo XX.

La estadounidense cuenta con cuatro plantas en España, de las cuales dos se encuentran en Catalunya. Una, en Montornès (Vallès Oriental), donde elabora los productos de Royal; la otra, en Granollers (Vallès Oriental), encargada de producir las Príncipe y Marie Lu. También elabora galletas en Viana (Navarra), en este caso, las Oreo, Fontaneda y Chips Ahoy.

Las Príncipe y Marie Lu que se distribuyen en el Estado español se producen en Granollers

Otra de las empresas con renombre al mercado es Gullón, con 360 millones de euros de facturación en 2018. Ha sido asociada a la gama de productos salud y, de hecho, ocupa el 35% de la cuota de mercado con 30 referencias diferentes. Una estrategia que le ha permitido impulsar las ventas en estos últimos años de cambios de alimentación. Pero una de las grandes particularidades del negocio es que se trata de una de las pocas compañías que elabora galletas que mantiene la propiedad de la compañía en manso de la familia fundadora.

A escala catalana, y con cifras de negocio mucho más exiguas, encontramos nombres de proximidad como Escarda (Camprodon, Ripollès) con cerca de 8 millones de euros de facturación y Trias (Santa Coloma de Farners, La Selva) con 4 millones de euros en 2016.

Entre Cuétara, Siro y Gullón

El único capaz de hacer frente a los líderes del mercado sería la marca blanca, pero esto si la producción de estas alternativas para los consumidores no estuviera en manos de los mismos grandes grupos.

Cuétara (Adam Foods) es el principal fabricante y provee de stock supermercados como Carrefour o Día. Le sigue el Grupo Siro con Mercadona y, en tercer lugar, Gullón con su presencia a las marcas blancas de Bon Preu y en algunos productos de Aldi, Mercadona y Día.

Cuétara, Grupo Siro y Gullón son los principales proveedores de marcas blancas en el Estado español

Otros nombres que se pueden ver entre los proveedores es Flor Burgalesa, HLT S.A., y compañías de Alemania y Francia, especialmente en las cadenas Aldi y Lidl, y Alcampo y Carrefour. Concretamente, las dos grandes superficies alemanas distribuyen unas galletas de marca propia elaboradas por el mismo proveedor, igual que en el caso de los supermercados franceses.

Para quien busca un consumo más consciente y más de km 0, las panaderías y pastelerías de los barrios son la opción más fácil. También han surgido iniciativas de emprendedores que buscan aprovechar el boom healthy y la responsabilidad con la compra que se está adquiriendo para salir al mercado como Miquqi. O buscar pequeños obradores arraigados en los municipios con años de historia, como es el ejemplo de Rosal o Galletas Farners.

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