• Economía
  • Los grandes eventos y la transformación de Barcelona

Los grandes eventos y la transformación de Barcelona

Barcelona y Catalunya no tendrían la excelente posición actual si no hubieran acogido grandes acontecimientos a lo largo de su historia

Los 'expats' han aumentado el precio del alquiler en Barcelona | iStock
Los 'expats' han aumentado el precio del alquiler en Barcelona | iStock
Oriol Amat | VIA Empresa
Catedrático de la UPF BSM y presidente del Obstervatori de la PIME de Pimec
Barcelona
02 de Noviembre de 2023

Barcelona es especial por muchos motivos. Uno de ellos es que es la única ciudad del mundo acogedora de los tres eventos deportivos mundiales con mayor impacto: Mundial de Fútbol, Juegos Olímpicos y Copa América. Estos acontecimientos y muchos otros (Forum Universal de las Culturas, Fòrmula 1, Mundial Motociclismo, Mundiales de Natación, Europeo de Atletismo, Mobile, Primavera Sound...) que han tenido lugar en Catalunya en las últimas décadas han contribuido a su transformación. Esta ha sido la temática del último VIII Summit organizado por Barcelona Oberta.

 

Los eventos generan grandes impactos tangibles, como el número de asistentes, la actividad económica y las inversiones. Por ejemplo, los Juegos Olímpicos generaron 34.628 milionss de euros, de los cuales 10.660 millones en infraestructuras, 61.680 puestos de trabajo y una recaudación de 2.706 millones de euros en impuestos según un estudio de la UAB. Y también hay efectos que se producen a lo largo de los años posteriores. Además, hay otros impactos más intangibles:

 
  • Mejora del bienestar y competitividad por las infraestructuras construidas: Por ejemplo, las Rondas o la transformación del frente marítimo de Barcelona no se habrían hecho sin los Juego Olímpicos y el Foro Universal de las Culturas. Es el caso también de varias infraestructuras de transporte (ampliación del aeropuerto....), comunicaciones (Torre de Collserola...), deportivas (estadios, pabellones, palacios de deportes...), culturales (auditorios, palacios de congresos...) o de sostenibilidad (estaciones depuradoras, alcantarillado, regeneración de ríos...).
  • Dinamización de sectores económicos más allá del turismo: Es el caso, por ejemplo, del sector del automóvil (Fórmula 1), el sector cultural (Foro Universal de las Culturas, Primavera Sound...), el sector audiovisual (ISE) o las TIC y startups (Mobile World Congress).
  • Mejora de la reputación y del posicionamiento a nivel internacional: Como muestra podemos recordar que en 2023 Barcelona ocupa la sexta posición en el ranking mundial World's Best Cities 2023 de Resonance Consultancy que valora las ciudades más atractivas del mundo para visitantes, emprendedores y residentes. Y desde hace unos años Catalunya es según el Financial Times FDI la región más atractiva del Sur de Europa para la inversión internacional.
  • Mejora de la capacidad para acoger cualquier tipo de eventos: Los eventos con un alto grado de exigencia organizativa tienen un alto impacto en la sofisticación y mejora de la capacidad para acoger cualquier tipo de evento. Esto se demuestra con el número creciente de eventos que buscan poder celebrarse en Barcelona. Según Turismo de Barcelona, la ciudad ha pasado de celebrar 50 eventos asociativos y corporativos en el 1983 a los casi 2.000 actuales, con casi 700.000 delegados y un impacto económico de unos 1.800 millones de euros anuales, alrededor del 1,5% del PIB catalán.
  • Captación de turismo de más valor añadido: Hay un incremento del turismo que se produce en los años siguientes a la celebración del evento, puesto que una parte significativa de los asistentes manifiestan el deseo de volver.

"Barcelona y Catalunya no tendrían la excelente posición actual si no se hubieran acogido los grandes eventos"

Como conclusión final, se puede decir que Barcelona y Catalunya no tendrían la excelente posición actual en temas como el prestigio internacional, el urbanismo y dotación de infraestructuras, la actividad económica, la presencia de multinacionales o la autoestima, si no se hubieran acogido los grandes eventos. Barcelona, que era una ciudad de espaldas al mar antes de los Juegos Olímpicos de 1992, es hoy una de las ciudades con mejor frente marítimo del mundo y con una muy alta valoración en los rankings mundiales. Esta realidad permite encarar el futuro gestionando los grandes eventos buscando los mejores impactos con una perspectiva económica y también social y medioambiental. Por eso, hace falta que los gobiernos sigan apostando y se haga con la máxima colaboración publico privada de todos los actores. Sin duda, cuando sumamos, multiplicamos.