Greenpeace ha denunciado que la mala conexión ferroviaria de España con los países europeos impulsa el avión. La entidad ha analizado varias ciudades y ha concluido que, por ejemplo, desde Barcelona solo se puede llegar al 23% de los destinos a los que se podría llegar con tren directo. En el caso de Madrid el porcentaje es inferior, un 18%, y en el de Valencia, un 13%. De las 990 rutas entre 45 grandes ciudades europeas analizadas por Greenpeace, solo el 12% están comunicadas por tren directo, mientras que el 69% sí lo están por vuelos directos. En España, las dos únicas líneas de tren directas son Madrid-Barcelona-Marsella y Barcelona-Lyon-París. Barcelona podría conectar con 36 ciudades europeas, sostienen.
Entre las rutas que echan en falta, Greenpeace menciona Madrid-Lisboa, Madrid-París, Madrid-Bruselas, Barcelona-Ámsterdam, Barcelona-Milán y Barcelona-Ginebra-Zúrich, destinos a los que se llegaría en menos de 12 horas.
En España, las dos únicas líneas de tren directas son Madrid-Barcelona-Marsella y Barcelona-Lyon-París
Además, ha lamentado que no exista ningún tren nocturno que circule desde o hacia el estado, para conectar con el resto de capitales europeas, así como tampoco dentro. En este sentido, ha reclamado recuperar la conexión entre Barcelona y A Coruña y Vigo.
La organización concluye que todas las ciudades españolas están mejor conectadas por avión que por ferrocarril, lo que anima a la gente a tomar el avión. De hecho, sostiene que la conexión de Barcelona, Madrid y Valencia por avión está por encima de la media europea.
Greenpeace ha pedido a la Comisión Europea (CE) que acelere las medidas anunciadas para impulsar el transporte ferroviario transfronterizo en Europa. Estas incluyen un sistema unificado de información sobre trenes en el que participen todas las compañías ferroviarias que prestan servicio de pasajeros, un sistema unificado de reservas, precios más asequibles y la aceleración de la armonización técnica y jurídica.