La fiscalía acusa Cristiano Ronaldo de defraudar 14,7 millones de euros a Hacienda
La fiscalía acusa Cristiano Ronaldo de defraudar 14,7 millones de euros a Hacienda

Hacienda deja los futbolistas en fuera de juego

La necesidad de aumentar los ingresos de la administración y las revelaciones de Football Leaks hacen crecer los problemas fiscales de los deportistas de élite

Este miércoles es José Mourinho; la semana pasada, Cristiano Ronaldo. Antes, Leo Messi y Javier Mascherano. También Sergio Ramos, Iker Casillas o Xabi Alonso. Denuncias, investigaciones y algunas condenas han trasladado los últimos meses muchos futbolistas de las páginas de deportes a las de economía, donde se acumulan sus disputas con el fisco. "La comunicación de Football Leaks ha sido importando porque haya existido este mayor seguimiento", reconoce a VÍA Emprendida José María Mollinedo, secretario general de Gestha, el sindicato de los técnicos de Hacienda. "El ministro Montoro ya advirtió que la Agencia Tributaria explotará al máximo esta información", añade. Al fin y al cabo, evidencia, "los futbolistas tienen un perfil de riesgo elevado".

El último caso denunciado por la fiscalía es el del exentrenador del Real Madrid (actualmente técnico del Manchester United), José Mourinho. Lo acusa de defraudar 3,3 millones de euros con el agravante que el portugués ya pagó más de un millón en 2015 para regularizar el resultado de una primera inspección. "Las revelaciones de Football Leaks han permitido conocer algunas de las tácticas utilizadas", asegura Mollinedo. "Aparecen unos correos electrónicos entre sus abogados y su representante advirtiendo que podrían haber sido emitiendo facturas presuntamente falsas". Esto, por supuesto, no gusta a Hacienda que reacciona cuestionando la misma regularización que había hecho entendiendo que estos emails mostrarían "una voluntad dolosa".

Además de las filtraciones, pero, el profesor de fiscalidad de la UPF y socio de RSM Tax & Legal, Albert Sagués, asegura que también ha tenido mucho que ver "l'elevado deuda del Gobierno español que ha requerido obtener ingresos de donde sea". En este sentido, "se han endurecido los criterios y cosas que antes se toleraban ahora se ponen más en cuestión". Una combinación que apunta directamente a una dirección: los derechos de imagen.

Mollinedo: "Los futbolistas tienen un perfil de riesgo elevado"

La gran polémica

Todos los problemas de los futbolistas con Hacienda provienen del mismo apartado. "Los derechos de imagen son la información que la Agencia Tributaria no tiene", explica el responsable de Gestha. Hacienda sabe el salario que el club paga al jugador, pero no "la parte de los ingresos publicitarios que pueda recibir del exterior. Son pagos hechos en otro país a una empresa de otro país. Es muy difícil para la Agencia Tributaria Española establecer la relación", reconoce.

Pero por qué pasa esto? "Los derechos de imagen son una cosa muy personal. Por lo tanto, la persona que cede esta imagen lo tendría que tributar como un ingreso normal y corriendo como lo hace todo el mundo con el salario", explica Sagués. En el caso de los futbolistas, el tipo impositivo se va por las nubes al tener ingresos muy elevados. "Hasta ahora, el jugador cedía estos derechos a una empresa que paga un impuesto sobre sociedades al 25%, un tipo muy menor que el 45 o 50% que se ha llegado a pagar de IRPF", ejemplifica. Así pues, el jugador dejaba el dinero en esta empresa y mientras no los tocara tributaban considerablemente menos.

Sagués: "Se han endurecido los criterios y cosas que antes se toleraban ahora se ponen más en cuestión"

Cómo que los derechos de imagen son estrictamente personales, "siempre se pone en cuestión si se pueden ceder o no a una empresa", reflexiona el profesor de la UPF. "El que hizo Messi en su momento es que su padre, previendo que los derechos de imagen podían representar muchos ingresos, cuando todavía era menor de edad los cedió a una empresa". Esta sociedad le paga unas cantidades a Messi valoradas en el momento de la cesión. "Más tarde esto suponía a la empresa muchos más ingresos y en su sentencia el Tribunal Supremo dijo que esto era una sociedad interpuesta y que no se podía hacer". Es la misma línea del que pasa con Cristiano Ronaldo. Además, añade Sagués, "estas sociedades estaban en paraísos fiscales donde ya ni pagaban el 25%, sino el 0%".

La regla del 85/15

Otro ángulo de la cuestión es el que han lamentado futbolistas como Gerard Piqué, que defienden que se encuentran en una situación de inseguridad jurídica ante un cambio de criterio de Hacienda en la conocida como "regla 85/15". "La norma fiscal dice que si cedes los derechos de imagen a tu empresa y los factura ella, a priori el primero 85% te lo tendría que pagar a tú y tributarlo como IRPF; y el otro 15% se lo tendría que quedar la empresa", explica Sagués sobre el valor de la cesión de estos derechos.

"El que se ha perdido es este a priori, que era una presunción legal. Ahora la administración dice que este 85/15 es aceptable en la medida en la que la empresa haga algo de verdad". Por lo tanto, si la empresa se ha creado sólo para tributar a un tipo menor, "la última interpretación que hace Hacienda es que el 100% se impute a la renta del jugador", indica el profesor. Hacienda, pues, ha dejado de mirar hacia otra banda en este punto.

Mollinedo: "Si una empresa obtendrá ingresos millonarios, no le puedes ceder los derechos de imagen por 50.000 euros, sería demasiado generoso"

Desde Gestha, Mollinedo reconoce que es lógico que los futbolistas encomienden a una sociedad la gestión de sus derechos de imagen para que ellos se dediquen a jugar y sea esta la encargada de "maximizar sus ingresos en su corta vida deportiva". El problema surge "cuando el jugador se cede a si mismo los derechos de imagen y constituye una sociedad al 100% suya". Esta cesión, aclara, "se tiene que valorar a precio de mercado".

Leo Messi sortint dels jutjats l'any 2013 després dels seus problemes amb Hisenda

Leo Messi saliente de los juzgados en 2013 al inicio de sus problemas con Hacienda

A pesar de que es difícil cuantificar cuánto vale la imagen de cada jugador, Mollinedo insiste que la cifra tiene que ser "razonable"; y por eso se entendía el 85% del beneficio neto de la compañía. "Si una empresa obtendrá ingresos millonarios, no le puedes ceder los derechos de imagen por 50.000 euros, sería demasiado generoso", reflexiona. Este tipo de generosidad es el que está trayendo problemas a los futbolistas porque, según Hacienda, "detrás hay una planificación fiscal para pagar por Impuesto sobre sociedades el que se tendría que pagar por IRPF". Si además, dice Mollinedo, "esta sociedad está en un paraíso fiscal, no tiene suyo ni trabajadores y no realiza ninguna actividad, el asunto se complica".

No saber o no querer saber

"El deportista normalmente no conoce la tributación ni el derecho mercantil, igual que cualquiera otro ciudadano que no sea experto", concede Mollinedo. Ahora bien, el secretario general de Gestha celebra que las últimas sentencias, incluida la de Messi en el Supremo, "indican que no puede haber un desconocimiento absoluto. El no querer saber no es aceptable". Al fin y al cabo, "una persona sabe que si recibe ingresos millonarios tendrá que contribuir de forma importante al pago de los impuestos". Por lo tanto, si firma una declaración de la Renta con "unas bases imponibles del 20% de las cantidades que realmente ha percibido, lo tiene que ver".

Sagués: "La progresividad es necesaria, pero tener en cuenta el efecto concentración podría ser una manera de evitar que se vean empujados a hacer acciones ilógicas"

coincide Albert Sagués, por quién es evidente que "si tú sabes que tienes que acabar pagando la mitad del que ganas en impuestos y alguien te propone una solución en la cual llegas casi a cero, alguna duda te tendría que generar". Por mucho que las estructuras sean complejas de entender por personas que no están avezadas, "te tendrías que haber preguntado si esto estaba bien o no jugando tanto dinero", añade.

Sea como fuere, Mollinedo ve un hilo de esperanza en la sentencia de Messi. "Reprocha a la administración tributaria que no hubieran denunciado. Es decir, no hay más personas condenadas porque no hay más acusados". La referencia va hacia la figura de los asesores. En el caso de Messi, apareció al juicio como testigo pero no se lo acusó. Por el dirigente de Gestha, "en muchos casos habría que hacerlo como colaboradores necesarios".

Mollinedo: "No puede haber un desconocimiento absoluto. El no querer saber no es aceptable"

A su entender, en el momento que un asesor esté preocupado por la posible imputación que le supondría un deterioro de su imagen tan importante, "seguro que se preocuparía de dejar claras a los clientes las responsabilidades en las que pueden incurrir". De este modo, salvarían sus responsabilidades haciendo firmar a los jugadores un consentimiento para realizar este tipo de figuras. "Si el futbolista tiene que firmar esto y asumir íntegramente las responsabilidades penales, entendemos que en muchos casos se frenará", dice Mollinedo.

Una legislación a medida?

El hecho que Hacienda investigue tres años de cada jugador no es casual. "Así se pueden acoger a la modificación del código penal, reconocer los hechos, colaborar, pagar y obtener una rebaja de las penas", explica Mollinedo sobre un claro incentivo por los jugadores para evitar entrar a la prisión.

Sagués también evidencia que la corta carrera profesional de los futbolistas los obliga a aceptar una multa para cerrar el tema rápidamente. "Los jugadores acaban prefiriendo poner el dinero sobre la mesa y liquidarlo. Si mantiene el contencioso ninguna empresa querrá firmar contratos publicitarios con él y aunque llegara a ganar el juicio seguramente lo haría cuando ya se hubiera retirado". No conviene matar la gallina de los huevos de oro cuando está en pleno rendimiento.

Todo ello empuja Sagués a reflexionar sobre sí sería positiva una legislación específica por profesionales que concentran muchas rentas en periodos muy concretos de tiempos, como es el caso de los futbolistas; y que acaban comportando presiones fiscales muy elevadas. "La progresividad es necesaria, pero tener en cuenta este efecto de concentración podría ser una manera de evitar que se vean empujados a hacer acciones ilógicas", concluye.

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