16
de Septiembre
de
2014
Act.
18
de Septiembre
de
2014
"No hay ninguno otro país que coma entre las 14 y las 16 horas y cene a las nueve de la noche", lamentaba esta mañana Fabián Mohedano (@fabianmohedano), promotor de la Iniciativa por la Reforma Horaria, en la apertura de una de las jornadas destacadas de la Semana de los Horarios. A lo largo de estos días, varios actos reclaman la necesidad de reflexionar alrededor de nuestros horarios, con la voluntad de replantearlos para adaptar la vida personal y la laboral obteniendo mayor felicidad y productividad .
Mohedano destaca que "la reforma tiene que tener un momento cero fijado por ley". Y confiesa que "nos emmirallem en la ley del tabaco: ha prohibido cosas pero ha propiciado un cambio de hábitos. Ahora ya hay gente que incluso en las casas, donde no hay prohibición, sale a fumar al balcó". Finalmente, Mohedano ha dejado claro que "no es una reforma para restringir, sino porque las personas tengan derecho a tener más tiempo y las empresas a ser más competitivas".
Anna Fornés (@AnnaFornes), directora de la Fundación Factor Humano, que organizaba el acto, se ha mostrado preocupada porque "cosas que parecían asentadas, en algunas empresas se ha ido atrás y se hacen unos horarios demasiado largos". Por Fornés, lograr una mayor flexibilidad horaria se ha convertido en "una necesidad para nuestras vidas".
Las mujeres, grandes perjudicadas
Por otro lado, Mar Gaya (@mar_gaya), consultora en políticas de igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, ha asegurado que "el actual uso de los horarios no es sólo irracional, es discriminatorio por las mujeres". Según Gaya, "las personas no están promocionando por su valía profesional, sino por la respuesta que dan al paradigma tradicional de horarios y compromiso al trabajo".
Todo ello ha provocado una carencia de mujeres a la dirección de las empresas debido a los estereotipos clásicos, pero sobre todo también por el factor tiempo. "Vamos perdiendo una serie de talento simplemente porque no se ajusta al paradigma actual", ha lamentado.
La cultura flexible de KH Lloreda
Xavier Carruesco, director de Recursos Humanos, calidad, medio ambiente y riesgos laborales de KH Lloreda, ha expuesto el compromiso de su empresa en este sentido. "Nuestra experiencia es de cultura de empresa. Somos una pyme de 83 personas donde no podemos ofrecer carreras profesionales estandarizadas; pero podemos ofrecer que las personas tengan la oportunidad de crecer dentro de la empresa", ha asegurado.
Compromiso, trabajo muy hecho, trabajo en equipo e innovación son los valores que todos los trabajadores de la compañía escogieron hace más de una década. Unos valores que siempre se tienen presentes a la hora de organizarse. Carruesco destaca que "queremos gente buena e involucrada", y por eso hacen todos los esfuerzos para conseguir esta implicación entre empresa y trabajador .
El dirigente de KH Lloreda destaca que "para poder conciliar primero tenemos que saber qué perfil tienen nuestros trabajadores". Con este análisis hecho, ya hace diez años que disfrutan de El Nido, un hogar de niños para los hijos hasta dos años de sus trabajadores.
Carruesco explica que "los ayudamos racionalizando los horarios: tenemos flexibilidad horaria desde el inicio de la jornada laboral como a mediodía, donde cada cual elige el rato que necesita para comer entre 30 minutos y dos horas según sus necesidades".
Además, pueden escoger entre diferentes tipos de horarios. Eso sí, para mantener el valor del trabajo en equipo todo el mundo tiene que estar disponible entre las 10 y las 13 horas y las 15 y las 16 horas. El dirigente de KH Lloreda reconoce que no han acabado de reeixir las experiencias de teletrabajo en una empresa "donde nos gusta mucho vernos las caras para trabajar".
Además del horario intensivo de los viernes y la época estival, una de las medidas más destacadas de KH Lloreda es la figura del back up. "Es aquella persona que está formada para continuar los proyectos si su titular tiene una situación personal que no la suelte a trabajar", explica Carruesco. Cada cual se encarga de formar su back up particular porque "el importante es que el proyecto se haga, no quién lo acaba haciendo".
La UOC, paradigma del teletrabajo
Desde el 1994 la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha formado miles de graduados con un eje vertebrador: aprovechar las oportunidades telemáticas. Flexibilidad, confianza y compromiso son conceptos clave por una organización que quiere medir el trabajo por los resultados, y no por las horas de presencia. Según José Miguel de la Dehesa, director del área de personas y responsabilidad social de la UOC, "un sistema flexible requiere de un modelo de gestión por objetivos".
De la Dehesa se pregunta retóricamente: "si podemos tener esta relación con los estudiantes, por qué no podemos favorecer la conciliación y la flexibilidad en la misma línea con nuestros trabajadores?" De este modo, la UOC aplica medidas como el horario flexible de entrada, o que no todos los días se tenga que hacer la misma jornada laboral.
"Esto te obliga a organizarte y coordinarte con los equipos de trabajo ", resalta su responsable. Jornada intensiva de verano o medidas de paternidad y maternidad son otros beneficios por los trabajadores de la organización universitaria; pero si hay una medida destacada es la del teletrabajo.
"El teletrabajo genera mucho debate, pero lo gestionamos con voluntariedad, responsabilidad y compromiso", dice de la Dehesa sobre una medida que siempre es reversible y no consolidable. "Hay un horario de sincronía donde todos tenemos que estar conectados (9:30-13:30); y la cabeza puede validar que se trabaje desde donde lo necesite el trabajador", expone.
Por supuesto, no todos los puestos de trabajo son igual de susceptibles de acogerse a esta medida, que se tiene que adaptar a cada situación. Todo ello, pero, "genera una alta motivación, que va a favor del compromiso", destaca el dirigente de la UOC.
A su entender, hay una retribución intangible con un ahorro de tiempo y dinero. Los resultados han demostrado que "se trabaja con menos interrupciones y más concentración, pero todavía hay que mejorar las herramientas tecnológicas y la fijación de reuniones", concluye.
Mohedano destaca que "la reforma tiene que tener un momento cero fijado por ley". Y confiesa que "nos emmirallem en la ley del tabaco: ha prohibido cosas pero ha propiciado un cambio de hábitos. Ahora ya hay gente que incluso en las casas, donde no hay prohibición, sale a fumar al balcó". Finalmente, Mohedano ha dejado claro que "no es una reforma para restringir, sino porque las personas tengan derecho a tener más tiempo y las empresas a ser más competitivas".
Anna Fornés (@AnnaFornes), directora de la Fundación Factor Humano, que organizaba el acto, se ha mostrado preocupada porque "cosas que parecían asentadas, en algunas empresas se ha ido atrás y se hacen unos horarios demasiado largos". Por Fornés, lograr una mayor flexibilidad horaria se ha convertido en "una necesidad para nuestras vidas".
Las mujeres, grandes perjudicadas
Por otro lado, Mar Gaya (@mar_gaya), consultora en políticas de igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, ha asegurado que "el actual uso de los horarios no es sólo irracional, es discriminatorio por las mujeres". Según Gaya, "las personas no están promocionando por su valía profesional, sino por la respuesta que dan al paradigma tradicional de horarios y compromiso al trabajo".
Todo ello ha provocado una carencia de mujeres a la dirección de las empresas debido a los estereotipos clásicos, pero sobre todo también por el factor tiempo. "Vamos perdiendo una serie de talento simplemente porque no se ajusta al paradigma actual", ha lamentado.
La cultura flexible de KH Lloreda
Xavier Carruesco, director de Recursos Humanos, calidad, medio ambiente y riesgos laborales de KH Lloreda, ha expuesto el compromiso de su empresa en este sentido. "Nuestra experiencia es de cultura de empresa. Somos una pyme de 83 personas donde no podemos ofrecer carreras profesionales estandarizadas; pero podemos ofrecer que las personas tengan la oportunidad de crecer dentro de la empresa", ha asegurado.
Compromiso, trabajo muy hecho, trabajo en equipo e innovación son los valores que todos los trabajadores de la compañía escogieron hace más de una década. Unos valores que siempre se tienen presentes a la hora de organizarse. Carruesco destaca que "queremos gente buena e involucrada", y por eso hacen todos los esfuerzos para conseguir esta implicación entre empresa y trabajador .
El dirigente de KH Lloreda destaca que "para poder conciliar primero tenemos que saber qué perfil tienen nuestros trabajadores". Con este análisis hecho, ya hace diez años que disfrutan de El Nido, un hogar de niños para los hijos hasta dos años de sus trabajadores.
Carruesco explica que "los ayudamos racionalizando los horarios: tenemos flexibilidad horaria desde el inicio de la jornada laboral como a mediodía, donde cada cual elige el rato que necesita para comer entre 30 minutos y dos horas según sus necesidades".
Además, pueden escoger entre diferentes tipos de horarios. Eso sí, para mantener el valor del trabajo en equipo todo el mundo tiene que estar disponible entre las 10 y las 13 horas y las 15 y las 16 horas. El dirigente de KH Lloreda reconoce que no han acabado de reeixir las experiencias de teletrabajo en una empresa "donde nos gusta mucho vernos las caras para trabajar".
Además del horario intensivo de los viernes y la época estival, una de las medidas más destacadas de KH Lloreda es la figura del back up. "Es aquella persona que está formada para continuar los proyectos si su titular tiene una situación personal que no la suelte a trabajar", explica Carruesco. Cada cual se encarga de formar su back up particular porque "el importante es que el proyecto se haga, no quién lo acaba haciendo".
La UOC, paradigma del teletrabajo
Desde el 1994 la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha formado miles de graduados con un eje vertebrador: aprovechar las oportunidades telemáticas. Flexibilidad, confianza y compromiso son conceptos clave por una organización que quiere medir el trabajo por los resultados, y no por las horas de presencia. Según José Miguel de la Dehesa, director del área de personas y responsabilidad social de la UOC, "un sistema flexible requiere de un modelo de gestión por objetivos".
De la Dehesa se pregunta retóricamente: "si podemos tener esta relación con los estudiantes, por qué no podemos favorecer la conciliación y la flexibilidad en la misma línea con nuestros trabajadores?" De este modo, la UOC aplica medidas como el horario flexible de entrada, o que no todos los días se tenga que hacer la misma jornada laboral.
"Esto te obliga a organizarte y coordinarte con los equipos de trabajo ", resalta su responsable. Jornada intensiva de verano o medidas de paternidad y maternidad son otros beneficios por los trabajadores de la organización universitaria; pero si hay una medida destacada es la del teletrabajo.
"El teletrabajo genera mucho debate, pero lo gestionamos con voluntariedad, responsabilidad y compromiso", dice de la Dehesa sobre una medida que siempre es reversible y no consolidable. "Hay un horario de sincronía donde todos tenemos que estar conectados (9:30-13:30); y la cabeza puede validar que se trabaje desde donde lo necesite el trabajador", expone.
Por supuesto, no todos los puestos de trabajo son igual de susceptibles de acogerse a esta medida, que se tiene que adaptar a cada situación. Todo ello, pero, "genera una alta motivación, que va a favor del compromiso", destaca el dirigente de la UOC.
A su entender, hay una retribución intangible con un ahorro de tiempo y dinero. Los resultados han demostrado que "se trabaja con menos interrupciones y más concentración, pero todavía hay que mejorar las herramientas tecnológicas y la fijación de reuniones", concluye.