La cara oculta de la industria informática

Electronics Watch, que defiende los derechos laborales en la industria electrónica, insta los organismos públicos a revisar las condiciones laborales de sus proveedores informáticos

A pesar de ser al 2015, este 7 de octubre sigue siendo necesario celebrar la reivindicativa Jornada Mundial por el Trabajo Digno. Sindicatos y otras organizaciones sociales aprovechan este miércoles para volver a poner sobre la mesa un fenómeno que no se acaba de resolver: que todo el mundo pueda disfrutar de unas buenas condiciones de trabajo. En este contexto, el proyecto europeo Electronics Watch, liderado por SETEMCatalunya, denuncia las malas prácticas existentes en la industria informática. En uno de sus últimos informes, Sirvientes de los Servidores, denuncia el trabajo forzoso de estudiantes en prácticas chinos en la producción de los servidores que posteriormente compran las universidades europeas.

"Las universidades son las instituciones más receptivas a una iniciativa como esta, y nos interesaba hacer un vínculo entre sus compras y las condiciones de trabajo de su cadena de suministro", explica a VÍA Emprendida Alba Trebat, responsable de Electronics Watch en Cataluña.

Una alianza europea para el trabajo digno
Y es que, de hecho, las universidades europeas occidentales gastan miles de millones de euros en equipos informáticos producidos por estudiantes chinos que realizan prácticas obligatorias a las líneas de producción, aunque esto no tenga ninguna relación con sus estudios. Estas prácticas obligatorias suponen una grave violación de la convención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el trabajo forzoso y significan una fuente de mano de obra obediente y con menores costes para las fábricas.

Según Taladrado, "esto pasa porque en la China hay unos acuerdos específicos entre los institutos de formación profesional y algunas escuelas universitarias con estas fábricas porque los provean de alumnos en prácticas". Estos acuerdos los fomenta el gobierno chino "porque quiere seguir proveyendo de mano de obra barata las industrias que considera prioritarias", dice Taladrado. En este sentido, hay que recordar que en los últimos años los costes laborales han subido fuerza en la China, sobre todo a las zonas costeras.

Concretamente, el informe de Electronics Watch denuncia la fábrica de Wistron a Zhongshan, que produce servidores para HP, Dell y Lenovo; las marcas más utilizadas por las universidades y centros de educación superior europeos en cuanto a servidores. "Esto lo impulsa el gobierno chino sabiendo que contradice parte de su legislación, que es fuerza estricta y moderna. Se garantizan mucho los derechos de los trabajadores sobre el papel, pero realmente no se cumplen", denuncia Amanecer Taladrado.

Prácticas obligatorias sin relación con los estudios
En la fábrica de Wistron el alumnado de centenares de centros universitarios y de formación profesional chinos se ve obligado a completar prácticas irrelevantes para sus estudios. Concretamente, trabajan de 10 a 12 horas al día, seis días a la semana, durante un periodo de tres a cinco meses, realizando horas extras y turnos por la noche igual que el resto de la plantilla. El hecho que estos estudiantes no reciban su diploma si se niegan a completar las prácticas justifica la calificación de trabajo forzoso.

En el que va de 2015, las instituciones de educación superior de Europa Occidental se han gastado 4.270 millones de euros en el hardware, software y servicios de TIC. Más de 461 millones de euros se han gastado en los servidores X86, los que se producen en esta fábrica china. HP es líder del mercado en este sector, con una cuota del 28%. Dell controla el 13 % y Lenovo el 11%.

Cuando menos, la denuncia de Electronics Watch ha servido porque HP y Dell reconozcan varias violaciones de derechos a sus cadenas de suministro. Las dos marcas han suspendido temporalmente el uso de estudiantes en prácticas a sus líneas de producción a la fábrica de Wistron, que en el caso de las líneas produciendo por HP suponían un 10% de la plantilla.

El poder de la compra pública colectiva
Taladrado insiste, pero, que su reivindicación se basa en "la necesidad del sector público de tener un sistema de verificación independiente. Se tiene que mojar para poder cambiar las condiciones laborales de un sector que forma parte de una de sus principales fuentes de gasto". Es decir, animan todas las instituciones públicas que gastan mucho dinero público en aparatos electrónicos, que se impliquen con Electronics Watch.

"El poder de compra combinado que supone que Electronics Watch represente buena parte del poder de compra pública europea es muy importante, es al que aspiramos", dice Taladrado. "Queremos poder sentar con las marcas y decirlos que nuestros clientes no toleran estas prácticas", destaca. Actualmente, ya son 10 las instituciones europeas que se ha adherido. La última, la Universitat de Barcelona, que es la primera de Cataluña y España a hacerlo.

La responsable en Cataluña de Electronics Watch insiste que se ofrece el servicio a instituciones públicas "porque tienen una gran proporción de su gasto en productos informáticos. Uno de cada cinco ordenadores que se vende en Europa lo compra algún organismo del sector público". No va, el 20% de la facturación de Dell proviene de aquí.

"El sector público funciona a menudo con contratos de larga duración, y esto es una oportunidad. La relación con los proveedores es vigente durante bastante tiempo, esto permite introducir cláusulas de código de conducta y qué medidas hay que tomar para remediar casos de vulneraciones", destaca Amanecer Taladrado.

Los sindicatos ven lejos la decencia en el trabajo en España
Cómo es habitual, la jornada de este miércoles también ha servido porque los diferentes sindicatos y organizaciones de trabajadores destaquen las carencias del mercado laboral. En un manifiesto conjunto de UGT, CCOO, USOC, Fundación Pau y Solidaridad, Fundación Sindicalistas Solidarios y Sotermun, han denunciado que las políticas de austeridad promover a raíz de la crisis económica desde el 2008 han provocado "los recortes en políticas sociales, la flexibilización del mercado laboral y la pérdida de derechos fundamentales y de libertades sindicales".

Además, han criticado que todo ello haya tenido como resultado que al 2015 haya al mundo "780 millones de trabajadores pobres, más del 60% de los cuales están mujeres". El manifiesto también lamenta que en "España un 12,3% de los trabajadores son pobres y en Cataluña el 21,6% de los trabajadores se encuentra en riesgo de pobreza". Las organizaciones sindicales recuerdan, además, que "el trabajo ejercido en condiciones de dignidad engendra riqueza, oportunidades y crecimiento económico".

Por todo ello, y en este caso desde Madrid, los principales dirigentes de UGT y CCOO han reclamado la retirada de la reforma laboral con la vista puesta en las elecciones generales del 20 de diciembre. Ramón Górriz, secretario de acción sindical de la CCOO, ha destacado que "España está muy alejada del trabajo decente", en declaraciones en rueda de prensa recogidas por Europa Press.
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