La construcción que mejora los caminos verdes

Cataluña recicla el 40% de los residuos que se generan durante las edificaciones y los vuelve a poner al mercado para arreglar caminos, parkings y accesos de zonas verdes

La recuperación de l'Estany de Ivars ha contado con el apoyo de la Agencia Catalana de Residuos. Jordi Bas La recuperación de l'Estany de Ivars ha contado con el apoyo de la Agencia Catalana de Residuos. Jordi Bas

El Estanque de Ivars y Vila-sana, en el Pla d'Urgell, tiene una nueva vida desde el 2005. Y todo, gracias a los restos de baldosas, cemento y arena, entre otras, que los constructores catalanes han generado en los últimos años. La construcción, que tantos dolores de cabeza ha dado a la crisis y la puesto crisis, también funciona como "salvadora" en algunos contextos. Y es que en Cataluña existe el canon sobre la deposición controlada de los residuos de la construcción, un impuesto ecológico que incentiva un comportamiento más respetuoso con el medio ambiente, que impulsa medidas de minimización y valorización material de los residuos y que habitualmente se traduce en 1,5 millones de euros cada año. Este círculo permite recuperar materiales de las obras cuando se construye y volver a ponerlos al mercado.

Según Martí Madorell, ninguno del departamento de disposición y control de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARCO), "tenemos que aprovechar todo el material que tenga que la construcción". La legislación es la que obliga las empresas de construcción a reciclar los materiales sobrantes, en concreto, el Decreto 89/2010 por el cual se aprueba el Programa de gestión de residuos de la construcción de Cataluña (PROGROC), que regula la producción y gestión de los residuos de la construcción y demolición, y el canon sobre la deposición controlada de los residuos de la construcción.

El hormigón, los cerámicos, pero también el hierro y la madera se pueden reciclar y volver a entrar en el circuito de compra. "Para hacer un paralelismo, en la calle ponemos contenedores de papel y cartón, plástico y recogemos selectivamente. Pues, a la obra funciona paralelamente: el decreto regula que todas las empresas tienen que tener un estudio del proyecto donde separen de origen estos materiales y si no lo hacen, nosotros también tenemos plantas que hacen este trabajo" explica el técnico.

En total, en Cataluña hay un total de 59 plantas que fabrican áridos reciclados y en este sentido Madorell explica que su trabajo consiste a invitar a los gestores que "hagan bien las cosas, pero no hacemos una supervisión constante porque el sector es privado y son los recicladors los que hacen este trabajo de buscar su mercado".

Madorell: "Tenemos que aprovechar todo el material que tenga que la construcción"

El viaje de los residuos de la edificación y la obra civil (proveniente de escombros, construcciones y excavaciones) pasa por el transporte, desde la obra en que se han generado, hasta una planta de reciclaje o gestor controlado, que cobra al productor un precio por cada tonelada de residuo. Después, este gestor es quien se encarga de asumir el canon, en un tipo de pago que se hace a la Agencia y que después esta devuelve en los ayuntamientos mediante órdenes de subvención que, en conjunto, rondan en Cataluña el 1,5 millones de euros cada año.

"Hoy en día estamos reciclando, valoritzant para volver a poner en el mercado, un 40% de los áridos de la construcción. Es una cifra muy superior a la del 2007, cuando teníamos un índice de reciclaje sobre un 20-30%. Por lo tanto, reciclamos, recuperamos y volvemos a aplicar otra vez al mercado más de un 40% del material", explica Madorell, sobre este ejemplo de economía circular que ya funciona en nuestro territorio.

Obligación y también concienciación, es el que encontramos al sector. Por un lado, el empujón que da la Administración a estas prácticas medioambientales obligando por ley; de otra, el aumento del interés de las empresas: "El año que se recogió más fue el 2007, con 11 millones de metros cúbicos de residuos de la construcción generados y gestionados adecuadamente. En los últimos años, pero, estamos en unos 3 millones de metros cúbicos, el que quiere decir que estamos todavía en una crisis de la construcción", apunta.

Pero, el objetivo marcado por el organismo catalán es llegar, el 2020, al 100% del reciclaje de los materiales, un objetivo "viable", según considera este especialista. La razón, la preparación –actualmente en marcha- de un nuevo decreto firmado en común con el Gremio de Áridos que obliga todos los proyectos de construcción a reciclar, como mínimo, un 5% de los materiales empleados. "Si no se aplica al proyecto, el Ayuntamiento no tendría que darle la licencia de obra. Sólo si hay una obra que estructuralmente no puede utilizar reciclados, se podría sortear la norma pero el ingeniero que redacta el proyecto tiene que ponerlo 'expresamente' a los argumentos técnicos", matiza. "Concienciamos que se tiene que reciclar y el que tenemos que hacer es separar mejor, porque si los residuos salgan separados, seguro que se hará un producto sensacional", considera el especialista.

La subvención que reúne al municipio

Un ejemplo de este retorno al mercado es el que ha implicado que l'Estany de Ivars recupere su esplendor, arreglándose los caminos de esta zona húmeda de Lleida. "Desde el año 1951 había un dessecament del estanque, un lugar de pesca, paseo, etc. Y es al 2005 cuando el Consorcio de l'Estany recuperó este espacio, donde habían muchas granjas -que se tuvieron que derrocar para condicionar la zona- se van desconstruir las edificaciones y se hizo el estanque, que tiene una aceptación fantástica en toda la zona del Pla d'Urgell con un índice de visitas de 3.000-4.000 personas cada año", explica el técnico de la Agencia Catalana de Residuos, entidad dependiente del Departamento de Territorio y Sostenibilidad.

Un camí treballant en l'arranjament del camí Linyola, a Tàrrega. ARC
Un camino trabajando en el arreglo del camino Linyola, en Tàrrega. ARCO

La acondicionamiento de l'Estany de Ivars se ha hecho a partir de áridos reciclados mediante una subvención, que es el segundo aspecto a destacar del trabajo de la Agencia, que decide en junta de gobierno la promoción del canon. "Hemos servido en todas las comarcas de Cataluña con subvenciones de áridos reciclados", asegura Madorell sobre el trabajo de la Agencia que ya ha repartido un total de casi 10 millones de euros en subvenciones aplicadas en más de un millón de metros cúbicos por arreglos y mejora de los accesos a caminos verdes, donde la construcción da nueva vida a los materiales.

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