"Cataluña crece por encima de España desde hace 14 trimestres", ha asegurado el presidente de la Cámara de comercio de Barcelona, Miquel Valls, este martes, durante la presentación del Informe trimestral de coyuntura catalana. Según Valls la economía catalana mantiene un crecimiento estable en el segundo y tercer trimestre del 2016, a pesar de la incertidumbre política y externa. Es decir, ni el Brexit ni la carencia de un gobierno al Estado ni la desaceleración mundial no tendrán un impacto inmediato en la economía.
El PIB catalán ha aumentado, por segundo trimestre consecutivo, un 0,7% intertrimestral. De acuerdo con esta estimación, el ritmo de crecimiento interanual del PIB el segundo trimestre sería del 3,3%, tres décimas por debajo del 3,6% calculado por el Idescat para el primer trimestre. En este sentido, la economía catalana sigue la misma evolución que la economía española, si bien Cataluña crece por encima de España.
Joan Ramon Rovira y Miquel Valls durante la presentación del Informe trimestral de coyuntura catalana.
Según la Cámara de comercio, hay cinco aspectos que explican las previsiones de la economía catalana: el motor del consumo privado, la ligera moderación de la inversión, la desaceleración de las exportaciones, la estabilización de la industria y el dinamismo del sector servicios y la creación de ocupación.
El dato más positivo
En relación a este último punto, entre el 2016 y el 2017 se crearán 182.100 mil puestos de trabajo en Cataluña, ''el dato más importante de todo el informe de coyuntura'', según Valls. Los datos de afiliados a la Seguridad Social muestran un crecimiento acelerado, que pasa del 3,5% el primer trimestre al 3,6% en el segundo. Este crecimiento supera con creces el registrado por el conjunto de España (2,7%).
La construcción es el sector donde más crece la ocupación, pero sólo representa el 6% de los afiliados totales. En cambio, los servicios, con un crecimiento del 3,9%, explica el 82% de la ocupación creada en Cataluña el segundo trimestre. "El sector servicios tiene un peso del 75%", ha matizado el presidente de la Cámara de comercio de Barcelona.
Menor dinamismo de las exportaciones
Las exportaciones catalanas se han desacelerado fruto sobre todo de la pérdida de dinamismo de las economías emergentes (África, Asia y Latinoamérica), donde las exportaciones catalanas están retrocediendo. Así, las exportaciones sólo han crecido el 1,9% interanual acumulado en los primeros cinco meses del 2016, que contrasta con el 5,4% registrado el cuarto trimestre del 2015. Las ventas a la Unión Europea, que representan el 67% del total, crecen un 3,8% interanual acumulado hasta mayo, mientras que las dirigidas fuera de la UE disminuyen globalmente un 1,7%.
2017, el año del Brexit
Según Valls, "el 2017 los riesgos aumentan". El Brexit tendrá un impacto negativo en la previsión del PIB catalán, que baja dos décimas respecto a la previsión del abril pasado, hasta el 2,4%. Ahora bien, todo y la reducción de las tasas de crecimiento, esta todavía es superior a la media histórica, y un punto más que el crecimiento previsto para la zona euro este mismo año (1,4%).
La Cámara explica esta previsión a la baja por el impacto del 'Brexit': "El impacto final dependerá de como acaben las negociaciones de salida del Reino Unido con las autoridades europeas; cualquier traba al comercio entre las dos zonas tendrá un efecto negativo", ha asegurado la cabeza del gabinete de estudios económicos y de infraestructuras, Joan Ramon Rovira.
Según Rovira, a pesar de que Cataluña no será de las comunidades más afectadas, "hay tres sectores que pueden salir claramente perjudicados por el Brexit: la automoción, el agroalimentario y el químico". Las exportaciones catalanas en el Reino Unido tienen un peso del 6,1% sobre el total, inferior al 7,9% que representan al conjunto de España. Ahora bien, el 38% de las exportaciones de Cataluña en el Reino Unido corresponden al sector del automóvil.
"El turismo también puede ser el otro sector que note los efectos del Brexit", según Valls, a pesar de que en Cataluña el turismo británico representa el 10,2% del total, un porcentaje inferior del 23,3% que representa en España.
En conclusión, la Cámara cree que las futuras negociaciones tendrían que enfocarse a preservar al máximo el libre comercio entre las dos zonas.