La vocación de servicio y la innovación, acumulando patentes que se exportan por todo el mundo, son dos de los factores que han impulsado a la empresa A.Miquel de Sidamon (Pla d'Urgell). Especializada en la comercialización de carretillas elevadoras, el año pasado celebró su 50 cumpleaños, actúa como concesionario oficial de la marca Linde en Lleida, Tarragona y Andorra. Sus responsables admiten que la firma es actualmente uno de los centros de referencia de Linde en el ámbito europeo gracias a su sede central, de 22.000 metros cuadrados, la de Valls y la delegación en Andorra. Fundada en 1971 por Antoni Miquel Falip, siempre ha mantenido su componente familiar, a pesar de que ya cuenta con una plantilla de 212 personas.
Su evolución durante más de cinco décadas ha estada marcada por su oferta integral de servicios especializados en carretillas elevadoras y maquinaria elevada. A.Miquel se encarga desde la comercialización y distribución hasta el servicio técnico con la reparación y la adaptación de los diferentes modelos a la necesidad de sus clientes. La firma tiene la concesión para la distribución en exclusiva de las carretillas Linde en las provincias de Lleida y Tarragona y en el Principado de Andorra, hecho que la convierte en el taller de reparación oficial de la compañía. Este recorrido y su búsqueda constante de la innovación han derivado en sus colaboraciones con la multinacional sueca IKEA y la central nuclear de Ascó.
Su evolución durante más de cinco décadas ha estado marcada por su oferta integral de servicios especializados en carretillas elevadoras y maquinaria elevada
El fundador de la empresa, Antoni Miquel, siempre alude al aspecto del desarrollo de la tecnología para explicar el éxito de A.Miquel. "Hace más de 50 años que me dedico al mundo de las carretillas elevadoras y siempre busco la innovación para dar el mejor servicio a mis clientes y con el afán de dejar mis conocimientos a los jóvenes, que sin duda son la clave de nuestro futuro".
Experiencia tecnológica
Su experiencia en este ámbito hizo que el pasado mes de octubre, cuando ofreció una visita a sus instalaciones de Sidamon, realizara una demostración tecnológica de sus productos. Estos avances son los mismos que la han llevado a exportar por todo el mundo. Pero la tecnológica no es la única apuesta de A.Miquel. Su afán formativo motivó que en 2017, el fundador de la firma, Antoni Miquel Falip, fuera reconocido con el premio del Consejo Catalán de la Formación Profesional como empresa pionera en Catalunya en ofrecer la Formación Profesional (FP) Dual.
Desde 2006, A.Miquel tiene convenios con siete institutos de Lleida y Tarragona, por los que sus alumnos reciben formación en electromecánica especializada en carretillas elevadoras. El hecho que, además de la parte teórica puedan hacer prácticas en la empresa, ha ocasionado que muchos de ellos ya se hayan quedado a trabajar. Su 'obsesión' en este proceso va un paso más allá, ya que desde hace dos décadas también inició las formaciones específicas para la conducción de las carretillas elevadoras.
Con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de la seguridad, creó el primer concurso mundial de carretillas
Desde la demarcación de Lleida, la compañía no solo exporta tecnología. Con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de la seguridad, A.Miquel creó, en el marco de la Fira de Sant Josep de Mollerussa, el primer concurso mundial de carretillas. A través de la marca Linde, este certamen se replicó a otros lugares europeos.
Apuesta por la autofinanciación
A pesar de haber apostado por un crecimiento constante y orgánico, con el convencimiento de que al progreso hay que llegar de manera gradual, en el momento de emprender una adquisición, la única premisa ha sido no depender de la financiación externa, sino afrontarla con los fondos propios.
Los responsables actuales de A.Miquel, Oriol, Albert y Antoni, los hijos del fundador, Antoni Miquel Falip, se enorgullecen de que la empresa se pueda considerar como una gran familia. Una parte importante de los trabajadores están desde los inicios e incluso se dan casos de dos generaciones de una misma casa que comparten el trabajo. Una política de retribución adecuada, la formación constante y el alto grado de especialización son los cimientos que garantizan la continuidad de un negocio en que las carretillas impulsan hacia el exterior.