La licitación de obras públicas en Catalunya subió hasta los 3.964,5 millones en 2022, lo que representa un 34% más por el aumento de la inversión por parte la administración general del Estado –fundamentalmente Adif-, el ciclo electoral y los fondos europeos, que en 2021 mostraron un incremento "imperceptible", según ha explicado el presidente de la Cambra de Contractistes d'Obres de Catalunya, Lluís Moreno. La entidad ha advertido de que pese a este incremento las empresas continúan con "graves problemas financieros" por el aumento del precio de la energía y las materias primas y por la subida de los tipos de interés. Como consecuencia, las obras desiertas ascendieron hasta las 573 en un año por importe de 166,3 millones.
Si se compara con el trimestre anterior, las obras públicas licitadas en Catalunya, se dispararon un 120% por la entrada en el transcurso del cuarto trimestre de la licitación del soterramiento del R2 en Montcada i Reixac, con 513 millones de euros; y las obras de la línea Llobregat-Anoia de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, con 320 millones de euros, en el cuarto trimestre.
El presidente de la Cambra de Contractistes d'Obres de Catalunya, Lluís Moreno, ha lamentado que las revisiones de precios "no están del todo bien reguladas ni bien sistematizadas ni llegan a soportar el agravio patrimonial". En total, se han dejado 573 obras desiertas y algunas se han podido volver a pujar y finalmente adjudicar, pero mientras tanto, a la espera de cerrar los datos definitivos del último semestre de 2022, se han tenido 166 millones en el "limbo".
Por otra parte, Moreno ha mostrado su preocupación por un posiblemente retraso de la licitación de obras de 2023 con cargo a los fondos Next Generation, que finalizan en 2026 y que un retraso por el hecho de que no hubiera concurrencia porque los precios ofrecidos son demasiado bajos las subvenciones se acaben retirando. Por el momento, la licitación vinculada a estos recursos se ha ido incrementando hasta los 633 millones, un 16% del total.