Los aranceles del 25% de Trump a algunos productos europeos afectarán sobre todo los aceites y vinos catalanes | Cedida
Los aranceles del 25% de Trump a algunos productos europeos afectarán sobre todo los aceites y vinos catalanes | Cedida

Los aranceles de Trump aguan los aceites y vinos catalanes

El aumento del 25% de los impuestos afectará la gama prèmium, mientras las empresas ya buscan nuevos mercados o exportar desde centros ubicados fuera de la UE

Un conflicto político, en este caso con el añadido diplomático, acaba afectando y perjudicando una vez más los productores agrarios. A partir del pasado viernes 18 de octubre, los productos agroalimentarios que exporten a los Estados Unidos la mayoría de países de la Unión Europea (UE) ya tienen un arancel del 25%. La medida la ha autorizado la Organización Mundial del Comercio (OMC) para compensar las ayudas que recibió Airbus. Una vez se apliquen, los sectores del aceite, el vino y en menor mide el porcino, serían los ámbitos más malogrados.

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Desde la Conselleria de Agricultura se cifra en 13 millones de euros el sobrecoste de los aranceles en el aceite, 7 en el caso del vino y 6 en todo el sector carnico. Estas serán las víctimas principales de la política proteccionista del presidente de los EE.UU., Donald Trump. Para hacer frente a este reto, la consellera Teresa Jordà, pide al Estado español que reclame a las autoridades comunitarias una batería de recursos financieros, permita el sistema de almacenamiento privado de aceite de oliva para reducir la oferta y facilite las campañas de promoción a los productos afectados.

Un consumidor que valore la calidad del vino por encima su precio. Este es el deseo de la Denominación de Origen (DO) Empordà, una entidad que vende 96.000 botellas anuales a los EE.UU.. A pesar de que esta cifra supone sólo un 2% del total de las unidades comercializadas por las bodegas de la DO, su presidente, Xavier Albertí, admite que se "trata de un mercado prioritario, el segundo después de Suiza, y aunque nos mantenemos a la expectativa, quizás hay que pensar abrir nuevos mercados para compensar el efecto".

Ventas a un precio elevado

Albertí reconoce que las botellas que se comercializan en los Estados Unidos se venden a un precio más elevado que en otras zonas. Aún así, la DO estudia medidas alternativas, como exportar vinos con más de 14 grados de alcohol, que quedan excluidos de la subida de los aranceles. La medida supone un golpe a la mayoría de bodegas catalanas, puesto que en un contexto donde las empresas catalanas exportan un 50% de su producción, el mercado norteamericano se encuentra en expansión y ofrece un comprador con un poder adquisitivo alto.

La Generalitat insta a consumir alimentos de kilómetro 0 para amortiguar la caída previsible de las ventas al exterior y Prodeca recomienda crear un 'lobby' alimentario para hacer frente a la amenaza arancelaria

Para el presidente de la DO, "el tipo de vino que vendemos en los Estados Unidos tendría que ser más resistente a los aranceles que los otros gamas". La entidad exporta allá el 15% del total de las botellas que salen a venderse fuera del Estado español. Después de Suiza y los Estados Unidos, los compradores principales de los vinos ampurdaneses son Alemania, Canadá, Países Bajos, Bélgica, China, Francia, Reino Unido y Andorra. Una de cada 10 botellas se envía al exterior.

Las dificultades se agravan si el 13% de las ventas de una compañía proceden de los Estados Unidos. Es el caso de la firma leridana Borges. Centrada en el aceite y en los frutos secos, siete de cada 10 euros que ingresa provienen del exterior. El mercado norteamericano y el francés suponen un tercio del total de la facturación. La estrategia de Borges, además de diversificar la producción, es hacer lo mismo con las plantas de fabricación y los centros de distribución.

Aceite de Túnez

El aceite de oliva representa casi la mitad del valor de las ventas de Borges. En segundo lugar, se sitúan los frutos secos, con un porcentaje del 31%. Borges, como empresa multinacional, ya se anticipó a un posible veto comercial. Hace 23 años, fue la primera compañía estatal que implantó una planta de producción en Túnez.

Desde la firma se asegura que "poseemos un modelo de negocio diferenciado y hemos invertido en Túnez con el objetivo de exportar a los Estados Unidos". En este mercado, la firma se dirige al segmento de más valor añadido. Así, con el aceite de oliva virgen extra ecológico, Túnez se ha erigido en el primer productor mundial. Desde su centro logístico tunecino, anualmente se elaboran 5.500 toneladas de aceite con destino a los EE.UU. y a cadenas de distribución europeas. El centro tiene una capacidad para producir más de 45.000 toneladas, pudiendo asumir y absorber los excedentes del Estado español.

No todas las firmas aceiteras pueden utilizar los mismos recursos que Borges. El consuelo es que el aceite no es un producto de uso cotidiano en Norte-américa. La afectación generalizada se aleja desde las empresas que lo venden embotellado en tiendas y establecimientos gurmet. Las dificultades se agudizan en las envasadores que lo puedan comercializar a chorros. Igual que con el vino, el tipo de consumidor, dispuesto a pagar por un producto de calidad, puede ser una tabla de salvamento para las exportaciones.

El sector porcino, salvado

La musculatura fuerte del sector carnico en general y del porcino en particular paran de momento los posibles perjuicios en este ámbito. A raíz del veto de Rusia a los productos agroalimentarios europeos, las exportaciones porcinas se reorientaron hacia el mercado asiático y países cercanos, como Francia, Portugal e Italia. El presidente de la patronal Porcat, Ricard Parés, recuerda que "las ventas a la China se basan en la carne de cerdo fresca y congelada, un tipo de envío que aporta volumen económico". En este sentido, descarta que la subida de los aranceles impacte directamente en la cuenta de resultado de las cárnicas catalanas. "Los EE.UU. se decantan por los curados y el jamón ibérico, productos que no acostumbramos a exportar los catalanes".

Ante la inminencia de esta medida, la patronal de la pequeña y mediana empresa catalana, Pimec, recomienda revisar los aranceles aplicados a las exportaciones actuales y los contratos con clientes y distribuidores. Entre los productos afectados, Pimec recuerda que se encuentran varios tipos de queso, naranjas y mandarinas, otras frutas dulces, algunos productos porcinos, algunos frutos secos y zumos, así como el aceite de oliva, aceitunas y vinos no espumosos.

Por su parte, la Promotora de Exportaciones Agroalimentarias Catalanas (Prodeca) recomienda a los productores agruparse para crear un lobby alimentario para defender mejor sus intereses. Su director, Ramon Sentmartí, insta a formar un ente similar a la Federación Española de Alimentos y Bebidas (FIAB), donde estén representados todos los sectores.

Sea cual sea el resultado del incremento de los aranceles a los alimentos europeos por parte de los Estados Unidos, las empresas catalanas ya han tomado posiciones para explorar nuevos mercados o encontrar formulas para no tener que realizar una exportación directa. Paralelamente, el Departament de Agricultura presionar para conseguir ayudas para amortiguar el impacto comercial.

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