Mujeres empoderadas, mujeres con poder

En VIA Empresa queremos desmarcarnos del 8-M como única fecha para dar voz a las mujeres porque cada día es 8-M

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En VIA Empresa siempre hemos hablado de mujeres, las hemos visibilizado y, de hecho, no hemos tratado nunca la igualdad como un elemento excepcional de la sociedad, sino como un hecho corriente que forma -o tendría que formar- parte de nuestras vidas. Los 365 días del año son el día de las mujeres, el día de los hombres, de los y las periodistas, los y las economistas, las y los directivos... y, en definitiva, los días de las personas. Si una cosa tenemos clara en este medio, es que nunca hablaremos de una persona por el simple hecho de ser mujer, sino que lo haremos siempre por sus méritos, hitos y propuestas. Por eso queremos desmarcarnos del 8-M como única fecha para dar voz a las mujeres porque, como dice nuestro director, "cada día tendría que ser 8-M hasta que el 8-M sea un día cualquiera".

La profesora de Iese Nuria Chinchilla decía hace un par de años durante el congreso Dona i Empresa que "el siglo XXI será femenino o no será", pero aquel mismo día volvían a salir a la luz frases muy desesperanzadoras: "Al ritmo que vamos, tardaremos 80 años o más en lograr la igualdad", decían algunas voces. Por su parte, la presidenta y CEO de Savills Aguirre Newman Barcelona, Anna Gener, añadía que "hasta que no haya tantos hombres como mujeres en las cúpulas de poder, no viviremos con naturalidad que una mujer pueda dirigir, mandar o liderar", motivo por el cual insistía en una idea que ha continuado teniendo toda la actualidad del mundo: "Tenemos el mismo derecho que ellos: un derecho que la historia de la humanidad nos ha negado durante siglos".

¿Cuánta gente sabe que Barbie nació para permitir a las niñas imaginarse todo aquello que pueden llegar a ser, para cerrar la brecha del dream gap y para ser una referente? Servidora, por ejemplo, no tenía ni idea hasta que en este diario entrevistamos a la que era responsable de marketing y digitalización en 2019 de Mattel, Ruth Henriquez, y, de hecho, mucha gente ha criticado la muñeca a lo largo de los años. Una referente como tantas otras, como todas las mujeres que escriben y colaboran en VIA Empresa y que, a lo largo de la semana del 8 de marzo, nos regalaron grandes lecciones.

¿Cuánta gente sabe que Barbie nació para permitir a las niñas imaginarse todo aquello que pueden llegar a ser, para cerrar la brecha del dream gap y para ser una referente?

Desde Marie Curie de Isabel Perea, pasando por  Lolita, madre de la cofundadora de Fibracat, Meritxell Bautsita, o Julia, hija de Susana Luna, hasta Mercè Pàniker y Alemán de Anna Mercadé o la larga lista de referentes de Imma Amat o la de Gemma Cernuda, quien también aportaba una nueva visión hablando de hombres referentes.

Marta: "Referentes (in)visibles, referentes imprescindibles"

Decía la directora de Innovación de Fomento del Trabajo, Maria Mora, que su gran referente es su madre. Ella no sale en las portadas. La managing partner PaoCapital, Helena Torras, no quería citar ningún nombre del todas las personas a quienes considera referentes, personas que lo han inspirado a lo largo de su vida, sus (no) ídolos. Y quien firma la primera parte de este artículo se siente completamente identificada con estas dos voces.

Nunca me he parado a pensar quién había sido mi referente en mis 31 años de vida, pero siempre lo he sabido. Poner nombre, decirlo en voz alta -o por escrito-, me provoca sentimientos emotivos, chocar contra una realidad que, incluso en los momentos más difíciles, ha sido muy dulce y llena de conocimiento gracias a ella, mi madre, Isabel Martí. Ella dirá que escribo esto porque es mi madre y, quizás sí que es así, pero tengo claro -me lo dicen las miradas- que no soy la única persona de este mundo que la idolatra. No entraré a enumerar cada detalle de nuestras vidas, lo único que sé es que esta persona que soy a día de hoy es gracias a ella. Y sí, gracias a mí por abrazar todas sus enseñanzas y lecciones de vida, pero sobre todo gracias a ella por haberme hecho este y tantos otros regalos. Estos intangibles, los más preciados. Porque sin ella no habría aprendido que la vida no es un camino de rosas, pero vivirla con optimismo, decisión y dedicación es el mejor aliado para ser feliz.

"Camino de mi maternidad -un camino que sé que me volverá a poner la cruda realidad en la cara en muchos aspectos-, me quedo con todas estas referentes"

8-M es cada día. Hace tiempo que formo parte de un grupo de mujeres estupendas. Un grupo de mujeres empoderadas y luchadoras que hacen de nuestros encuentros momentos mágicos, especiales e inexplicables. Cuando estamos juntas y danzamos la vida, me siento feliz de formar parte de un grupo que no tiene prejuicios, sino al contrario. Que sin cuestionarse nada, brinda todo su amor a la persona que tiene al lado, sin condiciones, sin juzgarla. Mujeres muy diferentes, mujeres mágicas, mujeres referentes. Ellas también son mis ídolos. Personas con vidas más o menos fáciles, fuertes y valientes, que regalan palabras de vida que valen oro, actos heroicos y de coraje que no tienen precio.

Y ahora, embarazada de más de seis meses y madre por primera vez, sólo deseo -y lo trabajaré desde el amor más puro que pueda existir- ser un referente para mi hijo Eric, un niño que nacerá para ser educado desde el primer momento en la igualdad y para que se haga la pregunta a la inversa: "¿Por qué hablamos de igualdad si ya vivo en un mundo así? ¿Qué me he perdido?". Y, camino de mi maternidad -un camino que sé que me volverá a poner la cruda realidad en la cara en muchos aspectos-, me quedo con todas estas referentes: desde mi madre, a las mujeres de mi familia, las amigas, las mujeres de biodansa y las mujeres de VIA Empresa. Todas las mujeres de mi vida.

Júlia: "Los palos en las ruedas siempre las han hecho girar más rápido"

Nadie te enseña las dificultades del camino hasta que no empiezas a hacerlo. Recuerdo el día que decidí que sería periodista, bueno no lo recuerdo, pero mis padres han sido los encargados de hacer memoria por mí. Tenía tan sólo seis años la primera vez que le pedí a mi padre que me grabara mientras hacía una entrevista a la gente que paseaba tranquilamente por Port Aventura. Lo que quiero decir con esto es que si a Júlia de seis años le hubieras dicho que acabaría por escribir en un periódico habría saltado de alegría. No es un camino fácil, pero también he podido observar a lo largo de mi vida laboral – no sólo en el ámbito periodístico- que ser mujer no te allana siempre el camino, sino todo el contrario, le pone más piedras.

Así que si tengo que hablar de referentes, me gustaría hablar de todas aquellas mujeres con quienes me he encontrado a lo largo de mi vida laboral, mujeres que han luchado para llegar donde están y que no les ha importado nunca como de estigmatizado estuviera su trabajo; directivas y compañeras que no sólo me han enseñado como hacer bien mi trabajo, sino a superarme día trás día.

"Los referentes no hace falta que sean aquellas personas que vemos en los periódicos, ni aquellas mujeres que de vez en cuando llenan las portadas con entrevistas de las luchas que han batallado para llegar donde están"

Y es que cuanto más mayor me hago más me doy cuenta que los referentes no hace falta que sean aquellas personas que vemos en los periódicos, ni aquellas mujeres que de vez en cuando llenan las portadas con entrevistas de las luchas que han batallado para llegar donde están. Los referentes son todas aquellas chicas que han compartido pupitre, taquilla o inacabables horas extras conmigo. De ellas he aprendido que no importa lo que diga la gran mayoría, que no hay nada más bonito que dedicarte a lo que te gusta y hacerlo bien, porque la victoria siempre es más dulce cuando la has trabajado a fondo, y en el caso de las mujeres en la sociedad que vivimos, siempre nos lo tenemos que trabajar a fondo.

Me gustaría pues, agradecer a todas aquellas mujeres que se levantan cada día para ir a trabajar y que cuando ven a la joven becaria que intenta hacerse un lugar en el sector le dan apoyo, consejo y toda la ayuda que pueden. Porque una vez me dijeron una frase que me quedará grabada de por vida: "¿Si no nos ayudamos entre nosotros, quién lo hará?"

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