Está agotado pero no transmite su cansancio. Al contrario, Javier López (Barcelona, 1958) está bien alerta a las ofertas de trabajo y a las noticias que afectan, directamente e indirectamente, a los parados mayores de 45 años. El suyo es el colectivo al cual ha defendido durante los últimos tres años desde una asociación, surgida espontáneamente, para agrupar los trabajadores parados, padres y madres de familia y con una larga experiencia laboral detrás.
Después de participar en un curso de formación por mayores de 50 años a su ciudad, Santa Coloma de Gramenet, –"al curso nos enseñaban a rehacer el currículum y como buscar trabajo", apunta- López y algunos compañeros decidieron crear la Asociación de Parados Mayores Activos (APMA), de donde después surgió una empresa de servicios, APMA, que ocupaba los mismos desempleats.
Un congreso por parados
La gesta dio lugar a la organización del primer Congreso de Parados Mayores de 45 de Cataluña, celebrado en octubre de 2013, con gran éxito. Junto con otras asociaciones similares de l'Hospitalet de Llobregat, Olot, Terrassa y Badia del Vallès reunieron además de 300 asistentes al teatro municipal de la ciudad para escuchar expertos en economía, mercado de trabajo y salud mental.
Ahora, este trabajador relata la experiencia a través de un libro, Crónica de una asociación de parados, donde explica esta época de lucha por uno de los colectivos de desempleats más invisibles que nos deja la crisis económica. tiene contactos establecidos con una pequeña editorial pero está esperando financiación porque el texto sea una realidad y pueda servir para dar a conocer las experiencias vividas.
"En estos años he hecho un máster acelerado en marketing, relaciones públicas y humanas. Ahora me atrevería a crear otra empresa si hace falta u organizar otro congreso", asegura emocionado. Afirma que la experiencia ha sido una lección de vida "tremenda" que le ha permitido vivir situaciones muy duras: "He visto hombres con barba llorar porque lo estaban pasando muy mal", recuerda.
De parado a empresario, todo de una
El curso Reiníciate fue el inicio de todo. Una formación que pretendía reeducar en la busca de trabajo un grupo de parados fue el origen de la primera asociación estatal que agrupaba los desempleats de más edad. "Un día pensamos que teníamos que crear una asociación porque teníamos claro que, a nivel individual era dificilíssim encontrar trabajo pero, tal vez, en grupo, podríamos hacer algo más", relata López.
De la unión surgió la fuerza emprendedora para fundar una empresa de servicios, APMA, dedicada principalmente a las reformas de viviendas. "Nos convertimos en emprendedores. Y esto que partíamos de los cero euros. Pero nuestro primer trabajo fue una obra de tres meses por la que contratamos seis personas... Íbamos tirando".
Su caso no pasó inadvertido. Además del apoyo institucional, los medios se hicieron eco. Los televisivos Comando Actualidad o Salvados pusieron el foco en los nombres y apellidos de estos trabajadores osados que no querían quedarse callados. Ni querían, ni quieren. "Bien es verdad que somos el colectivo menos conocido", denuncia López, uno de los 283.378 parados mayores de 45 años que las cifras del paro registradas en enero de 2015 han puesto sobre la mesa.
Un colectivo invisible?
Suponen borde el 49% de la tasa de paro de Cataluña, pero una de las principales denuncias del colectivo es la invisibilidad a la que, cruzan, están sometidos. "No somos invisibles!" fue el lema de aquel primer congreso de parados que López vivió en primera persona. "El congreso fue un éxito, y me da miedo usar la palabra porque el éxito es encontrar trabajo. Pero el que es cierto es que trabajamos muchísimo para traerlo adelante", reconoce.
El encuentro desembocó en la participación del colectivo, por primera vez, en Mesa de Ocupación convocada por el Gobierno catalán. López se reunió con cargos de la Administración catalana, se convirtió en conferenciante, presidente de los desempleats de su edad a escala nacional y, incluso, en tertulià de uno de los programas de radio de verano de la Cadena SER. "Fue una etapa muy intensa, pero realmente me tuve que marcar unos límites porque no siempre es posible trabajar gratis", apunta.
Después de estos tres años de viajes, reuniones y de hablar día detrás día con padres y madres de familia desesperados por el drama del paro, ha decidido reflexionarlo. No olvida que, a muchos de los foros de trabajo a los cuales ha asistido, algunos de los empresarios han confirmado sus sospechas. "Algunos me han reconocido que, directamente, rechazaban los currículums cuando descubrían que eran de gente más grande de 45 años, pero también saben que la fidelidad a la empresa es más grande en la gente de nuestra edad que en los más jóvenes", concluye satisfecho.
Después de participar en un curso de formación por mayores de 50 años a su ciudad, Santa Coloma de Gramenet, –"al curso nos enseñaban a rehacer el currículum y como buscar trabajo", apunta- López y algunos compañeros decidieron crear la Asociación de Parados Mayores Activos (APMA), de donde después surgió una empresa de servicios, APMA, que ocupaba los mismos desempleats.
Un congreso por parados
La gesta dio lugar a la organización del primer Congreso de Parados Mayores de 45 de Cataluña, celebrado en octubre de 2013, con gran éxito. Junto con otras asociaciones similares de l'Hospitalet de Llobregat, Olot, Terrassa y Badia del Vallès reunieron además de 300 asistentes al teatro municipal de la ciudad para escuchar expertos en economía, mercado de trabajo y salud mental.
Ahora, este trabajador relata la experiencia a través de un libro, Crónica de una asociación de parados, donde explica esta época de lucha por uno de los colectivos de desempleats más invisibles que nos deja la crisis económica. tiene contactos establecidos con una pequeña editorial pero está esperando financiación porque el texto sea una realidad y pueda servir para dar a conocer las experiencias vividas.
"En estos años he hecho un máster acelerado en marketing, relaciones públicas y humanas. Ahora me atrevería a crear otra empresa si hace falta u organizar otro congreso", asegura emocionado. Afirma que la experiencia ha sido una lección de vida "tremenda" que le ha permitido vivir situaciones muy duras: "He visto hombres con barba llorar porque lo estaban pasando muy mal", recuerda.
De parado a empresario, todo de una
El curso Reiníciate fue el inicio de todo. Una formación que pretendía reeducar en la busca de trabajo un grupo de parados fue el origen de la primera asociación estatal que agrupaba los desempleats de más edad. "Un día pensamos que teníamos que crear una asociación porque teníamos claro que, a nivel individual era dificilíssim encontrar trabajo pero, tal vez, en grupo, podríamos hacer algo más", relata López.
De la unión surgió la fuerza emprendedora para fundar una empresa de servicios, APMA, dedicada principalmente a las reformas de viviendas. "Nos convertimos en emprendedores. Y esto que partíamos de los cero euros. Pero nuestro primer trabajo fue una obra de tres meses por la que contratamos seis personas... Íbamos tirando".
Su caso no pasó inadvertido. Además del apoyo institucional, los medios se hicieron eco. Los televisivos Comando Actualidad o Salvados pusieron el foco en los nombres y apellidos de estos trabajadores osados que no querían quedarse callados. Ni querían, ni quieren. "Bien es verdad que somos el colectivo menos conocido", denuncia López, uno de los 283.378 parados mayores de 45 años que las cifras del paro registradas en enero de 2015 han puesto sobre la mesa.
Suponen borde el 49% de la tasa de paro de Cataluña, pero una de las principales denuncias del colectivo es la invisibilidad a la que, cruzan, están sometidos. "No somos invisibles!" fue el lema de aquel primer congreso de parados que López vivió en primera persona. "El congreso fue un éxito, y me da miedo usar la palabra porque el éxito es encontrar trabajo. Pero el que es cierto es que trabajamos muchísimo para traerlo adelante", reconoce.
El encuentro desembocó en la participación del colectivo, por primera vez, en Mesa de Ocupación convocada por el Gobierno catalán. López se reunió con cargos de la Administración catalana, se convirtió en conferenciante, presidente de los desempleats de su edad a escala nacional y, incluso, en tertulià de uno de los programas de radio de verano de la Cadena SER. "Fue una etapa muy intensa, pero realmente me tuve que marcar unos límites porque no siempre es posible trabajar gratis", apunta.
Después de estos tres años de viajes, reuniones y de hablar día detrás día con padres y madres de familia desesperados por el drama del paro, ha decidido reflexionarlo. No olvida que, a muchos de los foros de trabajo a los cuales ha asistido, algunos de los empresarios han confirmado sus sospechas. "Algunos me han reconocido que, directamente, rechazaban los currículums cuando descubrían que eran de gente más grande de 45 años, pero también saben que la fidelidad a la empresa es más grande en la gente de nuestra edad que en los más jóvenes", concluye satisfecho.
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