El pádel se ha convertido en uno de los deportes más practicados actualmente. Encontrar una pista en casi cualquier pueblo del territorio es cada vez más habitual. De las 60.000 pistas existentes en todo el mundo, España lidera el ranking con 16.000 instalaciones, seguida de Italia con 8.340, según el Global Padel Report 2024, elaborado por Playtomic y PwC. Cada vez más personas se introducen en este deporte, pero ¿estamos ante una moda pasajera o ante un motor económico ambicioso?
De las 60.000 pistas existentes en todo el mundo, España lidera el ranking con 16.000 instalaciones
Según el Barómetro de Hábitos Deportivos en España, elaborado por SPSG Consulting, el 12,7% de la población española practica pádel. Además, los datos de la Federación Internacional de Pádel (FIP) indican que Catalunya y Andalucía son las comunidades con más actividad, con más de 3.200 pistas cada una, seguidas por Madrid (2.300) y la Comunidad Valenciana (casi 2.000). Por otro lado, en 2024 se registraron 109.040 licencias federativas, un 8% más que el año anterior. Desde 2012, cuando la Federación Española de Pádel comenzó a recopilar datos, el crecimiento ha sido del 175%.
De México a Marbella
Según la Federación Internacional de Pádel, este deporte nació en 1969 en Las Brisas, una casa situada en el puerto de Acapulco (México) y propiedad del señor Enrique Corcuera. Apasionado del tenis, pero con poco espacio en el jardín para construir una pista reglamentaria, Corcuera ideó una versión reducida: una pista de 20x10 metros rodeada por muros de tres metros de altura y con una red en medio, como en el tenis. Así nació la primera pista de pádel de la historia.
A principios de los años setenta, el príncipe Alfonso de Hohenlohe, amigo de Corcuera, quedó fascinado por el juego y decidió llevarlo a España. Construyó las primeras pistas de pádel en su hotel Marbella Club, en Andalucía, introduciendo así el deporte en el país.
Las claves del éxito: fácil aprendizaje y componente social
Pero, ¿qué hace que el pádel tenga tantos aficionados? Según explica a VIA EmpresaJosé María Clemente, director de ventas B2B de Padel Nuestro -el e-commerce español especializado en pádel-, una de las claves del éxito es su fácil aprendizaje, que lo hace accesible para todas las edades. Además, destaca la gran cantidad de pistas y clubes disponibles actualmente, y el hecho de que, "en un país mediterráneo como el nuestro, el aspecto social es fundamental".
Una de las claves del éxito es su fácil aprendizaje, que lo hace accesible para todas las edades
Es el caso de Rubén Roque, campeón de Barcelona y de Catalunya con su equipo, que explica a VIA Empresa: “El pádel me enganchó porque puedes jugar tanto con amigos, para pasar un buen rato, como para competir. Es un deporte muy dinámico que, en competiciones de alto nivel, requiere una buena condición física, golpes precisos, fortaleza mental y capacidad de anticipación. Y, a según qué edad, el hecho de que no sea un deporte de contacto físico ayuda, ya que reduce el riesgo de lesiones graves”.
6.000 millones de euros en 2026
Si hablamos de cifras, el auge del pádel ha tenido un impacto económico notable. Desde la construcción de pistas y clubes hasta la influencia en el mercado inmobiliario con bloques de pisos que incorporan pistas de pádel como zona comunitaria, convirtiéndose en un atractivo para muchos compradores. También destaca el crecimiento en la venta de equipamiento y la organización de eventos profesionales, como el World Padel Summit, que ha cerrado esta semana su primera edición en Barcelona con más de 5.800 asistentes. Según datos del informe Global Padel Report 2024, se prevé que el mercado global de clubes de pádel alcance los 6.000 millones de euros en 2026.
Además, empresas especializadas como Padel Nuestro han experimentado un crecimiento notable. La empresa ha cerrado 2024 con una facturación de 58 millones de euros y prevé crecer un 44% hasta alcanzar los 80 millones en 2025. “Hoy en día, para nosotros, España juega un papel fundamental dentro de nuestra facturación. Es un mercado que representa más del 50% de los ingresos de la empresa”, señala Clemente.