La pasión, clave del éxito de las firmas de Lleida

La figura del empresario y su capacidad de resiliencia

La XXXII edición del Encuentro Empresarial al Pirineu a la Seu d'Urgell. | Cedida La XXXII edición del Encuentro Empresarial al Pirineu a la Seu d'Urgell. | Cedida

Con la mesa redonda de Experiencias empresariales de éxito en clave de Lleida se inició ayer jueves al atardecer la XXXII edición del Trobada Empresarial en el Pirineu en la Seu d'Urgell, marcada por la recuperación de la presencialidad, con la participación final de 600 personas, y la reivindicación de la figura del empresario y su capacidad de resiliencia frente a la pandemia de la Covid-19. El presidente de la Trobada Empresarial, Vicenç Voltes, se felicitó porque finalmente se haya logrado la cifra de 600 participantes, similar a la del año 2019. Voltes destacó los dos ejes que estarán presentes durante las jornadas - que hoy inaugurará oficialmente el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonés-, cómo son los retos y oportunidades del país y las empresas y la resiliencia, que valora su figura".

Como telón de fondo, la convivencia siempre frágil entre el mundo empresarial y el político. En este sentido, el presidente del Cercle d'Economia, Javier Faus, lamentó que "ni Barcelona ni Catalunya tengan un modelo de prosperidad compartida". Por su parte, el presidente de la Diputació de Lleida, Joan Talarn, definió la "resistencia y la resiliencia como valores y fuerzas empresariales". Más allá de esta coexistencia, los empresarios ofrecieron sus recetas y claves para tener éxito.

"Les propongo un viaje a través del sentido del gusto en el mundo de la miel". Con estas palabras, el gerente de Torrons i Mel Alemany, Ferran Alemany, inició su intervención en la mesa redonda sobre Experiencias empresariales de éxito en clave de Lleida. Resiliencia es un término que la empresa familiar de Os de Balaguer practica bastante desde antes de la pandemia. Quinta generación de una compañía, que ya en el siglo XVIII, se las apañó para hacer un caramelo con miel en un territorio difícil e indómito.

Pasión y excelencia

Ferran Alemany reivindicó la humanización de los procesos de producción. En el caso de Torrons i Mel Alemany, puso el ejemplo de las etiquetas de las mieles, elaboradas por personas con discapacidad de cuatro Centros Especiales de Trabajo (CET) leridanos. "Abandonamos las máquinas, que están llenas de polvo y abandonadas, para que ellos hagan las etiquetas". Alemany habló de una firma que es una apasionada de la miel. "La gente dice que hacemos un buen turrón y nos lo creemos", aseguró para realzar la calidad de sus productos (el turrón y la miel), reconocidos internacionalmente.

Un producto excelente como filosofía. Es la idea que defendió la directora general financiera y de acción corporativa del grupo ICG, Meritxell Pi. La empresa, especializada en el desarrollo de software para máquinas registradoras y terminales de puntos de venta, ha basado en su éxito en un modelo de negocio, que se intensificó a partir del 2010, en el cual tiene mucho pes la figura del distribuidor y el 'partner' para extender la actividad. "Se trata de no trabajar con el cliente final".

Meritxell Pi comentó que la innovación, a la que la empresa destina un 25 % de los beneficios anuales, y la independencia tecnológica, forman parte de la receta del éxito de ICG. Otro de sus claves es "seguir adelante con los recursos propios sin recorrer nunca al crédito".

Reinvención innovadora

Por su parte, el director general de Cunipic, Josep Piqué, aludió al conocimiento global del mercado y a la pasión por la innovación como motores de la resiliencia empresarial. La firma, centrada especialmente en la comercialización de conejos de compañía, reinventó su día a día a partir de la irrupción de la pandemia. "Exportábamos en 14 países y enviábamos los pedidos en avión y en una semana se cancelaron todos los vuelos", recordó Piqué. A partir de esta sacudida, Cunipic se volcó en la atención a los clientes, la creación de una nueva página web y la obsesión por fidelizar los colaboradores.

Sostenibilidad e innovación en el mundo de la construcción, con el añadido de ser una mujer. Estas son las credenciales con las que se presentó al mercado Montse Pujol, propietaria de PMP Prêt à porter Casas, una empresa que construye casas a medida, "juntando piezas cómo un Lego". Eso sí, para ser resiliente, Colina aconsejó no "pensar en un proyecto que tenga éxito, sino que nos ilusione, motive y guste". Palabra de arquitecta técnica y agente de la propiedad inmobiliaria.

Justo antes de iniciarse la crisis inmobiliaria, Pujol comprobó que, además de estas dificultades, el exceso de burocracia y normativas frenan la innovación. "Ante las políticas inciertas, solo nos queda la resiliencia". Montse Pujol hizo una vez de volante: pasando de la construcción tradicional, de hecho era promotora, a la sostenible e integral. "El mundo inmobiliario era improvisación pura, puesto que no había evolucionado cómo otras ámbitos industriales".

PMP Prêt à porter Casas aspira a "destruir mitos y construir casas", tal como aseguró Pujol. Otra expresión que sirve para explicar lo que hace la compañía es la arquitectura de ciclo completo. "Qué es?", se preguntaba la misma Pujol. "Ni nosotros lo sabemos porque nos lo hemos inventado", bromeó. Un ejemplo concluyente de lo que significa la innovación y la resiliencia empresarial, especialmente en tiempo de pandemia, donde según Montse Pujol, "la gente soñaba casas por la pantalla que después se puso a comprar".

Més informació
De la trinchera a la recuperación industrial
La Trobada Empresarial al Pirineu más resiliente
Hoy Destacamos
Lo más leido