Hace sólo unas semanas, España presentó unas cifras de empleo récord: 20,7 millones de afiliados a la Seguridad Social en febrero y la tasa de paro más baja de los últimos 16 años. Por lo que respecta al sector femenino, también son positivas. A finales de enero, 9,9 millones de mujeres tenían empleo, lo que implica a casi un 48% del mercado laboral. Además, durante el último cuatrimestre de 2023 fueron ellas quienes dominaron el crecimiento en este apartado, con 437.000 nuevos puestos de trabajo por 346.000 de los hombres, es decir, un 55,8%. Pero si miramos las otras estadísticas, las negativas, hay una realidad que todavía no se ha podido cambiar. La mujer sigue representando el 60% de la población en paro en España. Y cuanto mayor es, peor es el panorama. A partir de los 55 años, la situación laboral se complica mucho para aquellas que buscan trabajo. De todos los posibles, es el perfil más malogrado, el segmento que más complicado tiene encontrar una nueva oportunidad laboral, con un 18,9% del total. Dicho con otras palabras, 1 de cada 5 parados en este país es una mujer de más de 55 años.
"El empleo femenino marca un nuevo máximo histórico y la ocupación entre los jóvenes crece con fuerza. Los efectos positivos de la reforma laboral se consolidan. Más empleo de calidad, más derechos y más convivencia". Así celebraba hace sólo unos días el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, los resultados publicados por la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es una realidad que las mujeres trabajan más que nunca, pero el mercado es igual de implacable con ellas cuando se encuentran en el paro. Las mujeres de más de 55 años y las que llevan más de 2 años desempleadas suponen los tramos de mayor porcentaje de parados del total de desempleo registrado. En concreto, las personas con más de 59 años son el quinquenio más golpeado por el paro, ya que suponen el 16%. Del total en este ámbito, existe una diferencia muy grande entre ambos géneros: con 59 años, hay un 45% más de mujeres desempleadas que hombres. Son datos del Análisis del mercado laboral de febrero, publicado por el Gabinete de Estudios de la Unión Sindical Obrera (USO), que arroja otras cifras igualmente impactantes. Por ejemplo, una de cada dos mujeres desempleadas lleva más de un año sin trabajo. Y el 18,3% más de dos años. Es el porcentaje que más destaca, casi duplicando el siguiente, que son los varones con más de dos años en paro. Este perfil, sin embargo, sólo supone el 10% del total de desempleados.
A partir de los 55 años, las mujeres paradas representan el 18,9% del total; desde los 59 años, hay un 45% más de mujeres desocupadas que hombres
Es una realidad que el mercado laboral castiga con más dureza a los demandantes con mayor edad. Curiosamente, hay más personas que superan los 54 años con trabajo en España que jóvenes entre 16 y 30 años, pero ocurre lo mismo con los datos de desempleo. Sin embargo, existe un contraste evidente en cuanto a inserción laboral entre ambos géneros a partir de los 40 años. En este rango, el paro femenino es tres puntos más elevado que el masculino. A partir de este umbral, la brecha empieza a reabrirse notablemente, aunque la dinámica está en todo momento. El informe de la USO también apunta que hay más mujeres que hombres buscando trabajo en todos los tramos y perfiles del mercado laboral, aunque conviene remarcar que sí existe una franja de edad donde el hombre tiene un porcentaje mayor de desempleo que el de la mujer. Se encuentra en el inicio de la vida laboral, entre los 16 y los 25 años.
Una nueva realidad en el mercado laboral estatal
Aparte del contraste entre géneros, España ha sufrido grandes modificaciones en cuanto a su mercado laboral en sólo unos meses. Aunque los contratos indefinidos han aumentado desde 2022, durante este período se ha reducido drásticamente la media de duración de un contrato. Actualmente, es de 48,5 días, cuando en 2021 era de 58. Sin embargo, hay que recordar que la reforma laboral de hace dos años contaba con una alternativa para la temporalidad: el contrato fijo-discontinuo. Según el análisis de la USO, las cifras de su estudio indican que esta tipología "tiene más de discontinuo que de fijo", dado que en febrero había más de 725.000 trabajadores inactivos con contrato en vigor. estar contratados no permite que se sumen a los 3 millones de parados. Además, el informe también refleja que los demandantes de empleo “no parados” al finalizar febrero de 2024 superaban los 1,7 millones.
La cifra de demandantes de ocupación "no parados" superaba el 1,7 millones de personas a finales de febrero
Por otro lado, existe un último punto a destacar: las bajas voluntarias. Durante estos dos años, han aumentado considerablemente las de trabajadores con contrato indefinido, una dinámica que no se producía tan a menudo antes de la aprobación de la nueva reforma laboral. Desde la USO apuntan que esto podría darse por el hecho de que muchos empleados apuestan por esta vía sólo una vez han firmado un nuevo contrato con otra empresa. Un hecho que llama tanto la atención como el siguiente dato: entre 2022 y 2024 han incrementado un 391,8% las bajas de indefinidos que no han superado el período de prueba. Según el informe, muchas compañías podrían estar aplicando este método para utilizar a trabajadores de forma temporal sin tener que pagar indemnizaciones.