Si hacemos un recorrido por las portadas de la prestigiosa revista Time a lo largo de la historia, veremos que siempre se habla de incertidumbre, incluso en situaciones que, años después, parecían "apocalípticas" y no era para tanto. De hecho, la portada de 1955 iba dedicada a Harlow Herbert Curtice, presidente de General Motors. Por entonces, la compañía de automóviles vendía 2 millones de coches al año y tenía más de 600.000 trabajadores. Si lo miramos con lupa décadas después, alcanza ventas anuales de 11,8 millones de coches, ha reducido drásticamente el número de empleados (155.000) y tiene una capitalización de 54.930 millones de dólares.
Sin embargo, otro caso paradigmático es Mark Zuckerberg, fundador de Facebook (Meta), quien fue personalidad del año del Time en 2010 y que en aquellos momentos tenía 15.000 trabajadores. Ahora ha multiplicado la plantilla por cuatro (58.604 trabajadores) y el gigante tecnológico está valorado en 562.190 millones de euros. Posteriormente, la sociedad evolucionó hacia la sostenibilidad y la portada de 2019 fue dedicada a la joven activista por el cambio climático Greta Thunberg. En 2020 se habló de diversidad entre hombres y mujeres con la victoria del demócrata Joe Biden y su mano derecha Kamala Harris. En 2021, Elon Musk era ya la persona del año.
Oriol Amat‚ catedrático de economía financiera de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y opinador de VIA Empresa, ha destacado en 34a Trobada Empresarial del Pirineu que llevamos décadas viviendo en "tiempo de cambios e incertidumbre" y que el único elemento diferencial es la aceleración del cambio permanente en la que nos encontramos. De cara a las perspectivas económicas, tiene claro que "hace 80 años Finlandia era uno de los países más pobres del mundo y que ahora se ha convertido en uno de los más felices del planeta" y que todo puede variar en cuestión de años.
Toque de alerta con los fondos Next Generation, que generaron mucha ilusión en la población y solo se han materializado el 20%
El economista destaca que una de las fortalezas que tiene Catalunya en estos momentos es "la resiliencia, el emprendimiento, la internacionalización con las exportaciones, la inversión extranjera y el retorno del turismo". Sin embargo, le preocupan los condicionantes externos que afectan a las perspectivas económicas, como la pandemia, la inflación, la cadena de suministro, la geopolítica con la guerra de Ucrania y la sequía.
Los deberes pendientes para Catalunya son la mejora de la colaboración público-privada, la lucha contra la inflación, la agilidad en la cadena de suministro y evitar la polarización política. Amat critica el déficit fiscal que existe y la estricta regulación y burocracia que no ayuda en la eficiencia, un valor que "no se valora lo suficiente". Y la alarma final: los fondos Next Generation generaron mucha ilusión en la población y sólo se ha materializado el 20%.
Amat: "Una de las fortalezas de Catalunya es la resiliencia, el emprendimiento, la internacionalización con las exportaciones, la inversión extranjera y el retorno del turismo"
Por tanto, ¿frenada o aceleración del crecimiento? La respuesta, a medias. Amat habla de un "aterrizaje suave, aunque haya síntomas de recesión en toda Europa". De cara a 2023 se habla de un aumento del 1,8% del PIB y en 2024 del 4%. Y que si lo hacemos bien, creceremos.