Los carburantes encadenan seis semanas de precios al alza y llenar el depósito de gasolina es ya más caro que hace un año. Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, durante la última semana el precio de la gasolina se situó en 1,692 euros el litro, un 5,9% más que el mismo periodo de hace un año, cuando costaba 1,597 euros teniendo en cuenta el descuento de 20 céntimos al litro. En cuanto al diésel, es aún más barato que en agosto del 2022, pero desde principios del verano se ha encarecido alrededor de un 10%. La subida de los precios se atribuye al aumento de la demanda de carburantes durante julio y agosto, en los meses con mayor movilidad en las carreteras para las vacaciones, y en el encarecimiento del barril de Brent.
Varias fuentes del sector pronostican que los precios aún continuarán al alza en las próximas semanas. "Hay muchos factores que juegan un papel importante y se mueven a unos niveles que no están a nuestro alcance", explica el presidente de la Agrupación Catalana de Asociaciones de Estaciones de Servicio (Agrucaes), Albert Campabadal. En la misma línea, el profesor de marketing internacional de la escuela de negocios EAE, Francesc Rufas, admite que "es difícil de decir" hasta dónde pueden llegar a encarecerse los carburantes, pero explica que los países productores y exportadores de petróleo quieren mantener alto el precio del crudo con el objetivo de mejorar sus balanzas de pagos después de la pandemia.
Las causas del encarecimiento: aumento de la demanda y subida del precio del Brent
En cuanto a las causas del alza de precios, el sector lo achaca al aumento de la demanda durante el verano ya la subida del precio del barril de Brent, el tipo de petróleo de referencia en Europa. Campabadal asegura que el encarecimiento del precio de los carburantes "no está afectando al consumo" en las últimas semanas porque la gente está de vacaciones y ya contempla este gasto relacionado con la movilidad.
Por su parte, Rufas resalta los motivos geopolíticos que hay detrás del encarecimiento y recuerda que en mayo la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunció que reduciría la producción en un 10% con la intención de elevar los precios en los mercados internacionales. "El precio del petróleo tiene unas repercusiones importantes en los precios de los carburantes, y si le sumas una mayor demanda en verano, pues se acaba generando un incremento significativo de los precios", relata.
Recuperar la bonificación de 20 céntimos el litro?
Durante el verano del pasado año los carburantes tenían el descuento de 20 céntimos el litro, medida que el gobierno español aplicó para combatir la escalada de precios que habían registrado desde el inicio del conflicto en Ucrania. Preguntados por la posibilidad de recuperar esta bonificación, dada la tendencia al alza de los precios, Campabadal y Rufas divergen.
Por su parte, el presidente de Agrucaes cree que el descuento "iría bien" sobre todo a los transportistas, que encontrarían unos precios "más asequibles". Ahora bien, Campabadal prefiere que el descuento se realice a través de una rebaja de impuestos -los combustibles tienen el IVA al 21% y un tributo especial que también les grava-. "Hacienda puede, porque la mitad del precio que paga el usuario son impuestos", opina. Además, apunta a que el alza del precio de los combustibles es uno de los factores que durante este verano ha provocado un repunte del Índice de Precios de Consumo (IPC). "La medida iría directo en vena, así que automáticamente bajarían los precios", agrega.
Durante el verano del pasado año los carburantes tenían el descuento de 20 céntimos el litro
En cambio, Rufas descarta que recuperar la bonificación sea buena medida y recuerda que las petroleras dispararon sus beneficios mientras estaba en vigor el descuento. "Estos subsidios directos llevan muchas trampas y son algo complicados de controlar, yo no les veo bien", apunta. En relación con la posibilidad de reducir los impuestos, el profesor explica que en el resto de países europeos los carburantes están todavía grabados con más tributos. "España no puede bajar los impuestos de los combustibles porque tiene mucha presión de la UE", subraya. Pese al encarecimiento del último mes y medio, los precios de los carburantes en el Estado se situaron por debajo de la media de la UE, donde la gasolina costó 1,874 euros y el diesel 1,754 euros.