• Economía
  • Proyecto Ona, los tres pilares de la acción social

Proyecto Ona, los tres pilares de la acción social

Aigües de Barcelona, Cruz Roja en Catalunya y Tándem Social celebran el éxito del piloto del programa de apoyo e inserción laboral, que quiere convertirse en una "gran ola"

210222 Acte Creu Roja Aigues de barcelona BX
210222 Acte Creu Roja Aigues de barcelona BX
Barcelona
21 de Febrero de 2022
Act. 24 de Marzo de 2022

"Tenemos que dejar de pensar la pobreza como algo situacional, que cuando acabe la crisis marchará", avisa el presidente de la Cruz Roja en Catalunya JosepQuitet. Según datos de la misma entidad, un 44,5% de las personas asistidas durante los últimos años se encuentran en situación de pobreza crónica, y más de un 12% de las familias atendidas no tienen ningún tipo de ingreso. La mancha de la pobreza en el ámbito metropolitano, además, se ha ido extendiendo desde la crisis financiera. El 2013, el fondo de solidaridad de Aigües de Barcelona – que ofrece cobertura a las personas con dificultades para afrontar los importes de los suministros – bonificaba los pagos a unas 4.00 familias. Justo antes de la pandemia, la cifra se había disparado hasta las 28.000; y hoy en día se eleva hasta los 54.100. Con esta crisis sociosanitaria, como confirma el director de la cooperativa Tándem Social JordiGusi, "ha llovido sobre mojado".

 

En este contexto, cierra el primer ciclo del Proyecto Ona, un plan de asistencia e inserción laboral para personas en situación de pobreza impulsado por Aigües de Barcelona, la Cruz Roja y Tándem Social. El programa combina la ayuda a la hora de afrontar pagos y gastos para las personas beneficiarias con un proceso de mejora competencial para el acceso a la ocupación. La primera versión de esta iniciativa, de la que se han beneficiado 38 personas, se ha concentrado en el ámbito de Barcelona, a pesar de que la idea, según los organizadores, es seguir con la expansión hacia otros municipios del entorno metropolitano. En su segunda edición, Aigües de Barcelona y Cruz Roja colaborarán con las administraciones municipales de Santa Coloma de Gramenet, Cornellà, L'Hospitalet y Sant Adrià del Besòs, con unas 50 personas adheridas en cada ciudad. "El piloto de Barcelona se tiene que convertir en una gran oleada, que llegue al máximo del territorio", proyecta la responsable de programas sociales de Aigües de Barcelona BeaBeza.

Beza: "El piloto del Proyecto Ona se tiene que convertir en una gran oleada, que llegue al máximo del territorio"

El programa se diseñó durante el año anterior a la pandemia, pero se ha conseguido adaptar a la situación sanitaria – algo que "merece toda la admiración" de parte del consejero delegado de Aigües de Barcelona, FelipeCampos. La misma Beza celebra, por su parte, la fortaleza del programa, en cuanto que ha conseguido que, incluso en el contexto de las restricciones, más del 86% de los participantes lo finalice. Esta "fidelidad", como lo describen los organizadores, responde a la aproximación holística del proyecto. Donde otras iniciativas solo dirigen una parte de los obstáculos que sufren sus usuarios – ya sean ayudas directas, asistencia en la precontractació o inserción laboral directa – Ona incorpora "todos estos elementos a su estructura", como explica la directora de ocupación de Cruz Roja a, Catalunya AntòniaGiménez. Las ayudas, además, no están condicionados a un tipo o destino concreto, sino que pueden tomar diferentes sentidos según las necesidades de cada persona beneficiaria. "Adaptamos cada respuesta a las necesidades concretas de la persona, y se interviene de forma adaptada a cada situación".

 

Una de las usuarias de Ona, un caso de éxito de la intervención del programa, VerónicaMartín, detalla la especial relevancia que toma una atención personalizada y, además, con total disponibilidad. Las personas técnicas y voluntarias del programa "siempre han estado ahí, con cualquier duda o necesidad". Martín, que perdió su trabajo al inicio de la pandemia, narra cómo la intervención de los agentes implicados en el programa no solo le ha ofrecido ayudas concretas o un programa finalista de inserción, sino un "camino hacia un futuro profesional". Las entidades organizadoras apuntan a esta activación y reanudación de la autoestima y la confianza como uno de los grandes valores en un contexto económico complejo en que una desocupación prolongada puede afectar profundamente la salud mental y la autopercepció de las personas que la sufren. "La inserción laboral es el eje vertebrador del proyecto, pero a partir de aquí se tocan todas las necesidades", razona Giménez.

Trabajo en curso

Los resultados del proyecto piloto, según Beza, son "muy interesantes". Según las organizaciones, unas 33 personas permanecieron en Ona durante los dos años que duró el piloto, y hasta un 60% del total de los participantes, unos 23 usuarios, activaron su situación laboral, mediante contrataciones o formación gracias al plan. La cifra de personas contratadas se queda en el 55% de los usuarios, unas 21 personas, a pesar de que solo un 16% llegan a los estándares a que las organizaciones se adhieren para considerar una contratación "decente". Como explican Giménez y Beza, este 16% ha conseguido contratos de una duración mínima de seis meses, en régimen laboral, de un máximo de 8 horas y un mínimo de media jornada y con una retribución superior al SMI – en el diseño del programa de 950 euros al mes, ahora de 1.000. Según la responsable de programas sociales, el dato puede "parecer baja", pero desde el programa "siguen trabajando por la ocupación de calidad" de sus personas usuarias.

El 55% de los usuarios del piloto de Ona han salido con una nueva oportunidad laboral, a pesar de que solo el 16% de estos contratos son "decentes"

El acompañamiento que ofrece el proyecto de Cruz Roja y Aigües de Barcelona, además, alcanza más apartados que la ocupación, a pesar de que este es el central. Esto permite, en la experiencia de Martín, que la ocupación se vea no solo como una fuente inmediata de ingresos, sino como un proyecto de vida. A pesar de que ha sido una de las usuarias que han salido del programa con un contrato laboral, explica que aspira a un trabajo en mejores condiciones, que le ofrezca la necesaria estabilidad para establecer un proyecto personal y que corresponda con su plan de vida. Campos celebra, precisamente, esta capacidad de Ona de transformar no solo las situaciones concretas de los usuarios, sino su desarrollo vital y laboral a futuro. "Ona demuestra que las personas que tienen la oportunidad pueden lograr un presente mejor – las oportunidades para transformar contextos familiares, sociales e institucionales".

Red colaborativa

La relevancia de Ona, coinciden Campos y Quitet, reside en su capacidad para actuar de crisol entre todas las patas de la actividad económica y social de los municipios en que opera. "Trabajar en alianza no es sencillo, obtener resultados tangibles tampoco – reconoce el consejero delegado – pero lo estamos consiguiendo". En este sentido, las autoridades municipales de las cuatro ciudades donde aterrizará la segunda edición del proyecto han celebrado esta cooperación como palanca de mejora de la vida y las condiciones materiales de los ciudadanos que sufren el peso de la pobreza. La alcaldesa de l'Hospitalet de Llobregat, NúriaMarín, lamenta la falta de apoyo otras administraciones en las actuaciones municipales contra la desigualdad a sus ámbitos. Así, Marín celebra un proyecto que "posa sobre la tabla la colaboración publicoprivada en beneficio de los ciudadanos que necesitan apoyo para encontrar un futuro de ocupabilidad".

Balmón: "Sin el tercer sector, no seríamos nada"

La alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, NúriaParlón, celebra que iniciativas como estas combaten la pobreza "en sentido economicista" de algunas de las ciudades del ámbito metropolitano. "Somos ciudades ricas cuando podemos medir la equidad que podemos generar para los ciudadanos". La limitación de recursos y la obligación a que el crecimiento económico sea sostenible marcan caminos muy claros – a menudo tortuosos – para estas iniciativas, y Marín celebra la materialidad de programas como el de Aigües de Barcelona y Cruz Roja en la concreción de las medidas para recorrerlos. "Los ODS no son un pin que nos posamos, los tenemos que dotar de contenido", ofreciendo a los ciudadanos, cuando el contexto socioeconómico lo hace necesario, "ayuda" por parte de los actores económicos de su entorno más inmediato.

El alcalde de Cornellà de Llobregat, AntonioBalmón, comparte con Marín el afán de bajar a las realidades concretas de los ciudadanos, especialmente de los que presentan necesidades materiales más evidentes. "No podemos vivir de discursos, nuestro día a día nos interpela", alerta Balmón, que descarta quedarse en el análisis "en términos contables" de la pobreza a los municipios metropolitanos en favor de proyectos concretos, la verdadera finalidad del sistema de apoyo que tienen que ofrecer las administraciones. "Cuando hay pobreza se conjuga todo, no se puede ir hacia otro lado: tenemos que mirar cómo erradicarla, identificar y también actuar", espeta el alcalde.

En este sentido, las cuatro autoridades locales han celebrado el apoyo del sector privado y las entidades sociales en la puesta en marcha de Ona y otras iniciativas de apoyo ciudadano y lucha contra la pobreza. Cómo ha destacado la alcaldesa de Sant Adrià del Besòs FiloCañete, con la implicación de las tres patas – pública, privada y social – "se pueden revertir las situaciones" que sufren los ciudadanos y ciudadanas del territorio metropolitano, y se contribuye a eliminar el estigma de un territorio con "potencialidades para salir de este contexto". Los cuatro alcaldes han coincidido en la importancia del tejido asociativo como músculo social que hace llegar estas iniciativas a todo el territorio. Para Antonio Balmón, "sin el tercer sector no seríamos nada". Así, los regidores han compartido una valoración de "la condición humana de la gente que se implica", algo necesario porque proyectos cómo Ona tengan un efecto real sobre la vida de los ciudadanos, y que "no se paga con presupuesto".