Salvador Puigdengolas, decano del COIICV | Cedida
Salvador Puigdengolas, decano del COIICV | Cedida

"Tenemos que desarrollar en nuestra tierra la tecnología para afrontar los retos"

El decano de los ingenieros industriales valencianos, Salvador Puigdengolas, defiende la formación multidisciplinaria de su sector para responder a los desafíos del futuro

Este 2020 se celebra el 70 aniversario del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana (COIICV), los 150 años de historia de la Asociación de Ingeniería Industrial y los 170 años de historia de la profesión de ingeniero industrial. Una efeméride múltiple que tendrá programación especial –con fiesta en Museo de las Ciencias de València el 17 de julio- y retos definidos. Este miércoles el decano del COIICV, Salvador Puigdengolas, ha presentado en rueda de prensa el programa 12 meses. 12 retos para la Ingeniería Industrial que se desarrollará este año, pero antes ha desgranado a VIA Empresa algunas de las reflexiones que van implícitas en esta celebración especial. "Posicionémonos en los vagones principales. Como sociedad tenemos un reto, en el ámbito de la Administración, pero también empresarial y de sociedad. Tenemos que ser capaces de dar respuesta para que la sociedad pueda desarrollarse y no dependamos de valores externos", apunta.

La suya es una visión transversal, no se quiere quedar en las cuatro paredes del despacho que ocupa como jefe de servicio de Ingeniería e Infraestructuras del Hospital La Fe de Valencia. "Nosotros decimos que un hospital es un conjunto de instalaciones porque todo el que hace funcionar el hospital es tecnología. Necesitamos climatitzar los locales y esto es tecnología, si necesitamos cualquier aparato de radiodiagnóstico, es tecnología. Lo que hacemos es que la parte asistencial pueda funcionar correctamente", detalla.

De la sanidad aprende cada día pero su mochila ya venía cargada antes. Bautizado en los Jerónimos madrileños y crecido en Cuenca, Puigdengolas (Madrid, 1974) es ingeniero industrial por la UPV y ha pasado por muchos sectores: desde el motor con su experiencia en la multinacional Ford, pasando por la construcción y ahora siendo funcionario de carrera en la Administración valenciana. "Esto te permite abrir miras, me ha permitido poder desarrollarme en muchos campos. A los chavales jóvenes, a los estudiantes del segundo curso de máster, es lo que les decimos, que cuando estamos en la escuela tenemos pánico de salir a la calle, pero cuando entras en el combate del día a día, te das cuenta que en aquellos momentos si flotamos, aprendemos más".

Trabajar por la ciudadanía, una máxima

¿Ingenieros se necesitan siempre?, preguntamos. "Aportamos conocimiento, capacidad, actitud, y sobre todo, conocimiento de muchos sectores", apunta el decano de una institución con sólo un 3% de colegiados en paro, "una situación de plena ocupación. A pesar de que no estamos como hace muchos años: cuando yo acabé en Ford y empecé en el sector privado podías elegir trabajo, pero ahora los niveles salariales no son tan altos como antes. Nos igualan por abajo pero no suben por arriba", reconoce Puigdengolas.

Puigdengolas, als carrers de València | Cedida
Puigdengolas, en las calles de València | Cedida

Ciertamente en la calle se conoce aquella frase hecha de "cobras como un ingeniero", pero poco más, reconoce el decano. "El problema es que como tenemos una formación multidisciplinaria podemos alcanzar muchos campos de acción. Si sales a la calle y preguntas qué hace un ingeniero industrial, no se sabe, y sin embargo, nosotros estamos en todos los sectores estratégicos que permiten que la ciudadanía tenga servicios y que la sociedad continúe avanzando. Nosotros sabemos que los procesos más eficientes son los que suponen que tengas menos desperdicio, si hablamos de energía, desde la misma generación eléctrica, desde la misma central nuclear, en una planta fotovoltaica, nosotros estamos tanto en la producción como en el transporte como en la distribución, que aquí es donde actúan y sobre todo en la parte de la seguridad industrial", enumera.

"Cuando estamos en la escuela tenemos pánico de salir a la calle, pero cuando entras en el combate del día a día, te das cuenta que en aquellos momentos si flotamos, aprendemos más"

Con este abanico de opciones, Puigdengolas ve muchas puertas abiertas. "Aquí también vamos a un pull de energía. A mí cuando hablan de la crisis del sector, les digo que cambiaremos una multicanalidad, que hay múltiples productos para transportarlos. Con el 5G ahora mismo los vehículos serán autónomos y aquí entra toda la parte de ingeniería. ¿Qué elemento combustible utilizaremos a media y larga distancia? Hay diferentes fuentes de energía y aquí también nos estamos posicionando y en un sector tan importante cómo es el medio ambiente, porque nosotros también tenemos competencias medioambientales, la mejor manera de protegernos es desarrollar tecnología de bajo impacto ambiental. Recordemos que ingeniería viene de ingenio".

Los desafíos de los ingenieros valencianos

En plena conversación sobre la emergencia climática, Puigdengolas no tiene dudas en que "estamos ante un reto tecnológico donde tenemos que poner en valor que contaminemos poco, no sólo en movilidad sino también en fuentes de energía. Tenemos que tener retos en movilidad y energía, en tratamiento de residuos. Es el reto al cual nos enfrentamos y es donde nos tenemos que reforzar". Habla de soluciones locales a desafíos globales porque "el mundo está cambiando y la transformación digital nos está cambiando a todos". La clave está, para él, en que "tenemos que generar la tecnología en nuestra tierra para afrontar los retos globales. Somos la Florida de Europa y no lo aprovechamos. Miremos más en Israel, a las 700 startups que hay en Tel Aviv".

"Somos la Florida de Europa y no lo aprovechamos. Miramos más en Israel, a las startups que hay en Tel Aviv"

El problema valenciano está en la falta de cantera, opina. "Tanto la Universidad Politécnica, donde están trabajando muy bien gente como Pepe Millet y Capilla, y también la Universitat Jaume I están desarrollando un espacio y están haciendo un buen trabajo, pero falta la cantera". Y en esas nuevas generaciones que tienen que matricularse en ingeniería, faltan mujeres también. Es uno de los retos de su mandato en el COIICV porque, asegura, "nos estamos quedando atrás en lenguaje de programación, lo están haciendo hombres, por lo cual tenemos un problema de sesgo de género. Tenemos que conseguir que la gente sea capaz de ver que la ingeniería no es cosa de género, cualquiera está capacitado. Simplemente es cultura del esfuerzo, como dice Juan Roig", concluye.

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