¿Qué significa el "modelo vasco"? 5 claves para entender la eterna comparación

El concierto económico del País Vasco celebra 145 años de historia y desde Catalunya se mira con lupa a causa de sus singularidades que le hacen único

El municipio de Mutriku en Guipúzcoa | iStock El municipio de Mutriku en Guipúzcoa | iStock

¿Es posible un concierto económico catalán similar al vasco? ¿Por qué los vascos sí y los catalanes no? La respuesta de muchos políticos y economistas es que "no hay que ir tan rápido" aunque es un debate recurrente por una parte de la sociedad que busca un modelo fiscal similar al vasco y con una cuota propia, a raíz de los hechos ocurridos en otoño de 2017. De hecho, el concierto económico vasco celebra este año 145 años de historia y tienen la potestad de articular su propio sistema tributario y pueden legislar como consideren el IRPF o los impuestos de patrimonio o sociedad. Además, el modelo se completa con el cupo, es decir, la aportación que transfiere Euskadi al Estado en virtud de los servicios que este haya prestado a la comunidad. A continuación, 5 claves para entender la eterna comparación desde Catalunya con los vecinos del norte con grandes diferencias pero también alguna similitud. Y, sin obviar también, el gran peso de la industria y la política de pactos a izquierda y derecha.

1. El anhelado concierto económico y la gestión de los impuestos

El concierto económico vasco ha logrado sobrevivir a una convulsa historia que ha cohabitado con guerras, repúblicas, dictaduras -con el franquismo se abolió gran parte de él- y monarquías. En primer lugar, se creó como un sistema provisional después de la abolición de los fueros con la tercera guerra carlista y ahora mismo el País Vasco no gozaría con grandes estándares de bienestar sin la influencia del concierto económico. A grandes rasgos podría definirse como el acuerdo bilateral que tienen con el Estado y que regula sus relaciones en materia de impuestos y finanzas. Se trata de un pacto entre iguales y la gran piedra angular del autogobierno vasco. Es decir, gracias a él, dispone de una soberanía fiscal única. Cuenta con un amplio nivel de consenso entre las fuerzas políticas, así como los agentes económicos y sociales. Y como curiosidad, todos los partidos, al margen de su ideología, defienden ese modelo singular, reconocido en la Constitución y el Estatuto de Gernika. La única excepción es Ciudadanos, que actualmente carece de representación en las instituciones de Euskadi.

El concierto económico vasco cuenta con un amplio nivel de consenso entre las fuerzas políticas como también los agentes económicos y sociales

¿Cómo funciona? Las haciendas forales recaudan, inspeccionan y gestionan los impuestos. Con estos ingresos funcionan el Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos. Por tanto, el dinero recaudado en impuestos concertados se incluye en una bolsa común. A esta cantidad se le deduce el importe de la cuota que Euskadi debe pagar cada año al Estado, que hacen referencia a competencias que ejerce el Estado, tanto las que son exclusivas (Defensa, Asuntos Exteriores, Corona...) como las que todavía no ha transferido a pesar de figurar en el Estatut. "Este sistema es mucho más generoso en comparación con lo que presentan el resto de comunidades autónomas", apunta Josep Reyner, presidente de la Comisión de Economía Catalana del Colegio de Economistas de Catalunya. Y lo tiene claro: "el volumen de recursos públicos per cápita de los vascos es un 80% superior al catalán per cápita". De ahí que se configure una situación de modelo económico muy diferenciado con una "altísima productividad".

2. El papel de la transición y el peso de la industria

Vitoria és una des les ciutats més industrialitzades del País Basc | iStock
Vitoria es una de las ciudades más industrializadas del País Vasco | iStock

Una de las grandes comparaciones con Catalunya tiene que ver con la salida de la transición del franquismo a la democracia y su posterior relación con el Estado. "La izquierda aberzale no jugaba a favor de la transición porque sentía que no cumplía las expectativas e incluso el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se abstuvo en la votación de la constitución", continúa el experto del Colegio de Economistas. "De hecho, gran parte de la izquierda apostaba por la vía armada y la violencia como lucha política", añade. De ahí que con el paso de los años el PNV optara por salir de la pasividad en gran parte del conflicto político para jugar a una nueva estrategia de pactos y de erradicar el terrorismo, sobre todo el policial. A partir de ahí se ha desembocado en un marco diferenciado en el que los partidos vascos mantienen una distancia considerable sobre todo en lo constitucional, pero que les permite llegar a pactos en ciertos momentos de la legislatura. "Esto les ha permitido jugar distinto en algunos campos y que hayan sacado provecho de su distanciamiento" precisa Reyner.

Reyner (Colegio de Economistas): "El volumen de recursos públicos per cápita de los vascos es un 80% superior al catalán per cápita"

Una transición que no fue fácil por el País Vasco debido a una crisis industrial grave a causa de una industria pesada con grandes astilleros y eran "muy intensivos con energía". "Sufrieron de verdad", añade el experto. Para entenderlo: en 1975 el PIB per cápita era un 36,7% superior a la media española y había pasado a solo un 8% superior en 1993. Eso sí, con el paso del tiempo han recuperado cifras similares a las del pasado. Para Reyner superaron el estancamiento económico de la época gracias a dos hechos cruciales: con el distanciamiento con el Estado y que al mismo tiempo soportaran esta transición económica industrial de forma muy decidida. Es decir, se hizo una apuesta para la modernización con un sistema de clúster industrial que es un modelo que en algunos puntos se puede comparar con Alemania.

Més info: ¿Hacia dónde va la industria?

De hecho, en 1981 el País Vasco contaba con el 50% del PIB generado por la industria, mientras que en la actualidad es del 21%. "Sin embargo, sigue teniendo un peso importante y es uno de los sectores que más puestos de trabajo genera y de calidad", continúa Maite Reizabal, directora de EnpresaBIDEA, medio de comunicación económico y empresarial en euskera. "A menudo se habla de Gipuzkoa y Vizcaya como grandes puntales de la industria, pero quien tiene el gran peso es Alaba, incluso de España", añade la periodista.

Aunque la economía del País Vasco se ha terceriarizado como ha sucedido mayoritariamente en la economía occidental, ha logrado conservar una presencia de la industria mucho más fuerte que la media europea, acompañada de un sistema de investigación y desarrollo que es potente sobre el sistema de financiación.

3. El turismo intensivo no es bienvenido

Donostia és una de les ciutats més visitades pels turistes | iStock
Donostia es una de las ciudades más visitadas por los turistas | iStock

Una de las grandes comparaciones con el País Vasco desde Catalunya tiene que ver con el peso del turismo. De ahí que en el caso catalán -12% del PIB - se haya apostado por un modelo diferente con la terciarización y que el modelo económico descanse más con actividades de bajo valor añadido que "lastra un poco la productividad a pesar de ser superior a la media española", apunta el experto catalán. Hay diferencias clarísimas y de ahí que se imponga la corriente que se debería volver a ese espacio industrial adaptado al tiempo basado en una industria digitalizada y sostenible, pero sobre todo más productiva.

El peso del turismo en Catalunya es del 12%, mientras que en el País Vasco es del 8%

Eso sí, Reizabal desmiente que haya poco turismo en el País Vasco y le sitúa en el 8% del PIB según las últimas estadísticas. "Salvando todas las distancias se compara constantemente Donostia con Barcelona y el aumento de turistas que ha tenido".

Més info: La Catalunya (económica) de los 8 millones de habitantes

El sector turístico en el País Vasco ya no sólo ha logrado las cifras previas a la pandemia, sino que ha superado su récord histórico de visitantes. Durante el 2022 más de 4 millones de turistas visitaron Euskadi, lo que supone alrededor de un 10% más que en el 2019, el año que ostentaba el mayor registro hasta ahora. Cuentan con muchos turistas estadounidenses, franceses, alemanes, portugueses, belgas y holandeses. En Catalunya la cifra es de casi 15 millones de visitantes.

4. Una demografía estancada
La població del País Basc no ha crescut gaire en comparació amb <apertium-notrans>Cataluña</apertium-notrans> | iStock
La población del País Vasco no ha crecido mucho en comparación con Catalunya | iStock

A principios de mes, Catalunya alcanzaba el hito histórico de los 8 millones de habitantes, lejos de la famosa campaña "Somos 6 millones", promovida por el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en los años 80. Unos dos millones de recién llegados - mayoritariamente extranjeros- que en poco más de 30 años han transformado una población cada vez más envejecida, con mayor esperanza de vida, pero con el contrapunto de la baja fecundidad. De ahí que hayan surgido voces discrepantes que reclaman limitar el crecimiento para acercarse al modelo vasco.

Los vascos tienen 2,19 millones de habitantes, mientras que en los años 80 eran 2,1 millones

Para el economista Enric Llarch, los vascos tienen una población estabilizada en el tiempo y les permite condiciones y tratos que les favorecen en términos fiscales beneficiosos y que tengan una renta per cápita elevada". En estos momentos tienen 2,19 millones de habitantes, mientras que en los años 80 contaban con 2,1 millones, un incremento realmente inferior al territorio catalán, sin embargo Reizabal cree que debe hablarse del concepto de densidad poblacional. "En estos momentos Euskadi tiene 308 habitantes por km², mientras que Catalunya 240 habitantes por km²", continúa. De ahí que la densidad poblacional sea enorme y no se pueda crecer. Sin embargo la población vasca también está envejeciendo y últimamente se percibe más inmigración que lo está compensando".

5. El poder salarial

¿Cuánto cobra un vasco y un catalán de media? En primer lugar, el salario medio bruto de Euskadi de 2022 es de 2.099 euros mensuales, un 15% superior al de la media española, que fue de 1.822 euros. En el caso catalán, el salario medio bruto es de 1.954 euros mensuales y ha alcanzado un máximo histórico. Es un 7,2% mayor que el resto del Estado. Ambas naciones ocupan una posición intermedia dentro de los miembros de la Unión Europea y se encuentran muy por encima de Bulgaria e incluso de Portugal. De hecho, los vascos superan en un 81,9% el salario medio portugués, que asciende a 1.154 euros.

Bonustrack: de la amnistía al concierto económico catalán

¿Es económicamente viable un cupón para Catalunya? Varios expertos han alertado esta semana de que la creación de un sistema similar al del País Vasco reduciría los recursos para las políticas públicas de Estado y sería una "mala noticia para España". Es decir, el Estado estaría renunciando a recaudar impuestos en el 20% de la economía del país –que es el peso de Catalunya en el PIB Nacional–, mientras que hay que sumar que no recauda el 8% del País Vasco y Navarra. Evidentemente sería mucho más positivo para Catalunya, pero repercutiría la capacidad de reacción frente a crisis y la financiación de infraestructuras y pensiones. También debe tenerse en cuenta la solidaridad entre regiones que podría desaparecer y alertan: "el sistema foral hoy en día es una anomalía en el mundo".

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