Resaca electoral: entre la esperanza de los sindicatos y la estabilidad de las patronales

La mayoría de izquierdas calma los ánimos de las organizaciones sindicales, que reclaman la derogación de la reforma laboral, mientras las asociaciones empresariales esperan medidas para las pymes

Pedro Sanónchez valorando el resultado electoral ante militantes en Ferraz | ACN Pedro Sanónchez valorando el resultado electoral ante militantes en Ferraz | ACN

Casi el 71% de los diputados electos surgidos de las elecciones del 28-A en Catalunya son de izquierdas o, dicho de otro modo, de los 48 que se elegían en las urnas de los colegios catalanes, lo son 34. La mayoría de izquierdas también ha irrumpido con fuerza en el resto del Estado con un total de 185 diputados de los 350 que hay en el Congreso. Unos resultados que tanto patronales como sindicatos han valorado de manera muy positiva, y más todavía después de ver que aquello que pronosticaban los sondeos, no se ha cumplido finalmente. Pero, ¿qué esperan ahora los representantes económicos, empresariales y de los trabajadores del nuevo Gobierno?

 

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A la espera que se conformen las alianzas, y con la esperanza que el PSOE no pacte con Cs; patronales y sindicatos tienen un punto en común y es la valoración que hacen de la mayoría de izquierdas. Un gobierno alentador tanto para las pymes como para la ciudadanía sería la suma de los socialistas con Unidas Podemos y los partidos catalanes y/o vascos. Así lo ha asegurado el presidente de Pimec, Josep González, a VIA Empresa, bajo el argumento de que esta alianza "permitiría un diálogo y una negociación y abre varias vías".

En este mismo sentido, el secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, va un paso más allá, y sostiene que este diálogo permitirá "derogar la reforma laboral", pero también abordar la "recuperación de los derechos y el diálogo". Una reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y de la cual ya se había abordado su derogación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez de la XII legislatura, pero las negociaciones quedaron estancadas con la no aprobación de los presupuestos y la posterior convocatoria electoral.

Carta al nuevo Gobierno

Tanto Foment del Treball, como Pimec y Cecot por un lado, como CC.OO. y UGT del otro, piden a Sánchez que forme un gobierno progresista y de izquierdas. Además, reclaman que haya estabilidad y consenso, pero también que se creen puestos de trabajo con unas condiciones "dignas". El sindicato liderado por Ros continuará luchando por la reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales -y más este 1 de mayo que se cumplen 100 años de la jornada laboral de 8 horas- acompañada de los "mismos salarios que teníamos antes de los recortes". "Queremos trabajar mejor, menos, cobrar más y vivir mejor", sostiene contundente.

Mientras tanto, CC.OO. emplaza al nuevo Ejecutivo a "afrontar los retos centrales del país, la crisis territorial, la digitalización, el cambio climático y la igualdad de género", así como a "recuperar la agenda por la reconstrucción de un nuevo contrato social". El sindicato liderado por Javier Pacheco añade a su lista de peticiones que se derogue la Ley Mordaza y que se modifique el Código Penal que, a su parecer, "encorseta el derecho de huelga y ahoga la libertad de expresión y de manifestación".

Tanto patronales como sindicatos piden diálogo entre el nuevo Gobierno y los agentes económicos del país

Las patronales, juegan bajo una misma carta: trabajar para hacer un país competitivo y más empresa. Así lo pide Cecot, que también pone encima la mesa que "habrá que apostar por la cultura del diálogo para profundizar en las reformas económicas que necesita España, reforzar la creación de ocupación o resolver los conflictos territoriales, entre otros muchos temas pendientes y que son urgentes". Su presidente, Antoni Abad, ha sido claro y contundente: "se ha acabado el inmovilismo de no tomar decisiones en el ámbito de la competitividad y de las presas mayoritariamente sin tener ningún aval por parte del mundo de la representación empresarial, especialmente de la media y pequeña empresa".

Foment, por su parte, espera que el nuevo Ejecutivo "se forme como las renovadas Cortes Generales desarrollen su tarea dentro de una dinámica de moderación y buscando los amplios consensos que den estabilidad en la tarea de los diferentes estratos de las Administraciones Públicas", así como que, cuando se produzca la investidura, "se presente un plan de trabajo en materia económica y fiscal que espolee la actividad empresarial y la creación de puestos de trabajo, y redunde en la cohesión social en todo el territorio español".

Más diálogo, mejores condiciones

De hecho, tanto patronales como sindicatos están de acuerdo en que con estos resultados "se abre la puerta a un recorrido que permita fortalecer el autogobierno de Catalunya, mejorando su calidad democrática y su eficiencia en la garantía de los derechos y de los servicios públicos".

Pimec añade un punto más a la cuestión y considera que con el diálogo se puede conseguir hablar sobre los problemas económicos que sufre Catalunya, así como del incumplimiento de las infraestructuras que hasta ahora ha sido una constante en la política estatal, pero también que la fiscalidad de las pymes mejore todavía más. Sánchez ya había aprobado bajar el impuesto de sociedad para las pymes, pero finalmente no se llevó a cabo por la no aprobación de presupuestos, pero González se ha mostrado convencido que la medida se volverá a poner en marcha.

Pimec reclama bajar el impuesto de sociedad para las pymes, que se apruebe el régimen sancionador contra la morosidad y que se haga una buena política energética

La patronal catalana de las pymes reclama que se apruebe el régimen sancionador contra la morosidad, pero también que se haga "una buena política energética" porque, se lamenta, "no se ha dicho mucho" sobre la cuestión y recuerda que "tenemos el precio del kilovatio más alto de Europa y esto resta competitividad". Su propuesta es "ir a una política de energías renovables y bajar el precio porque no hay razones para que esté tan alto".

Ahora bien, tanto patronales como sindicatos están a la espera de las alianzas que se puedan formar porque, a pesar de que a lo largo de la jornada de resaca electoral, el PSOE se haya ido alejando de la alianza con Cs (y viceversa), todavía está todo para escribir. Y, además, todavía queda votar a las elecciones municipales y europeas (algunos territorios también las autonómicas) y, esto, también será muy significativo.

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