Supermercados catalanes. La clase media

HD Covalco, Sorli, PlusFresc y Valvi son los supermercados catalanes en segunda línea, por detrás de los gigantes de los que siempre se habla

El exterior de un supermercado Sorli, de la clase mediana de las empresas catalanas | Europa Press El exterior de un supermercado Sorli, de la clase mediana de las empresas catalanas | Europa Press

Hace unas pocas semanas hablamos del nuevo viaje de los supermercados de origen catalán Caprabo. La llegada de un accionista del este tiene que servir para sanear la enseña de las tres bolitas azules. Este tipo de cadena, como Bon Preu, Condis o BonÀrea están a menudo de actualidad por su voracidad a la hora de devorar cuota de mercado. También son noticia con mucha frecuencia marcas como Mercadona, Carrefour, Aldi o Lidl, todavía más grandes que las catalanas que acabamos de mencionar. Pero de quien se habla menos, lógicamente, es de la clase media de supermercados locales, aquellos que a pesar de tener una buena presencia en el mercado, todavía están lejos de los líderes.

El primero que queremos destacar es el grupo HD Covalco, que vive en tierra de nadie porque es el más pequeño de los grandes o el más grande de los pequeños. La firma, fundada por Josep Saperas Martí en 1930 a partir de la apertura de un primer establecimiento de ultramarinos en Granollers, ha ido construyendo a lo largo de los años una red de puntos de venta propios y franquiciados realmente envidiable. Según las cifras que ellos mismos hacen públicas, su facturación supera los 500 millones de euros, gracias a las diferentes patas en que se divide el negocio: los supermercados CoAliment (una marca creada en 1979), el holding de distribución HD Covalco y el mayorista Comerco Cash & Carry. Además, disponen de una marca blanca propia para algunos de sus productos. En el año 2008, se integraron en el consorcio IFA Española, la plataforma donde está la mayoría de las grandes cadenas locales y que supera los 25.000 millones de euros de facturación. Pese a la importancia de la empresa de la cual son los únicos accionistas, la familia Saperas no tiene una gran visibilidad en los medios. Esta discreción solo se rompió durante el tiempo que una de las hijas de los propietarios, Mariona Saperas, tuvo una relación con el expolítico Albert Rivera.

Otra de las cadenas a las que hay que tener atención es Sorli, también familiar y propiedad de la familia homónima. En este caso, el origen lo tenemos que buscar en el barrio del Poblenou de Barcelona y en una pequeña tienda de víveres abierta en 1923. El formato de supermercado tendría que esperar hasta 1970, y desde entonces no han dejado de crecer. Durante bastante tiempo la marca comercial fue Sorli Discau, una denominación todavía presente en el imaginario de muchos consumidores. Hoy en día su potencial se basa en los 104 supermercados que poseen, pero también en la diversificación que han llevado a cabo en los últimos años, con gasolineras, gimnasios y restaurantes, y hasta un complejo hotelero con la marca Emocions Sorli Hotel. El grupo está liderado por Anna Sorli, nieta del fundador, y facturó en 2020 cerca de 270 millones de euros, con 5,5 millones de beneficios.

La facturación de HD Covalco supera los 500 millones de euros, gracias a las patas en que se divide el negocio: los supermercados CoAliment, el holding HD Covalco y el mayorista Comerco Cash & Carry

La condición de segundón de Rafael Pujol Sala lo empujó a ser emprendedor, de forma que desde bien joven se estableció por su cuenta como transportista. El salto cualitativo a los negocios y embrión de la actual cadena lo hizo gracias a un premio de lotería, que le permitió adquirir un comercio de víveres en Lleida. Así, en 1929, nació lo que hoy son los supermercados PlusFresc, con mucha implantación en Lleida. En 1966 se convirtieron en el primer supermercado autoservicio de la capital de la tierra firme, una tendencia comercial que se estaba imponiendo en todo el país. El crecimiento acelerado pasó factura con la llegada de la crisis de los 70, de forma que el negocio se tuvo que refundar, ya en manos de la segunda generación de los Pujol. Después de un paso muy productivo por el mundo de los hard discounts, muy de moda durante la década de los 80, el grupo acabaría tomando la configuración actual, centrada en los productos frescos. La propiedad continúa en manos de la familia fundadora, mientras que su facturación se atansa ya a los 200 millones de euros gracias a los casi 80 supermercados que tiene.

El más pequeño de este segmento son los gerundenses de Valvi, propiedad de la familia Vidal Juvantench. A comienzos del siglo XXI se recuperó la marca Valvi, creada en Girona durante la década de los 70. Después de probar suerte por su cuenta con las marcas Precal y Famila, Joaquim Vidal recuperó la enseña originaria para pilotar la expansión del negocio. Hoy en día poseen casi un centenar de supermercados, de los cuales más de la mitad son propios y el resto pertenecen a la joint venture que en 2011 crearon a medias con Miquel Alimentació Grup, empresa fundada por la familia Miquel que posteriormente pasó por manos chinas antes de salir a la venta de nuevo el verano pasado. Además de la marca propia, también explotan la enseña Spar. La facturación superó los 65 millones de euros al cierre de 2019.

Hemos dejado fuera del grupo de manera consciente tres enseñas muy conocidas, pero que tienen un sesgo de producto muy definido. Se trata de Ametller (nacida con la idea de ofrecer productos de proximidad), La Sirena (centrada en los congelados) y Veritas (basada en la comida ecológica). El primero de los mencionados, Ametller, que ahora empra la marca Ametller Origen, es un grupo familiar surgido de una alcurnia de labradores desde 1830. En el año 2001, los hermanos Josep y Jordi Ametller pusieron en marcha un proyecto que tenía por objetivo vender sus productos de la tierra directamente al consumidor final, evitando la presencia de intermediarios. Dos décadas después, un crecimiento muy intenso los ha llevado a superar los 300 millones de euros de facturación y a tener el propósito de llegar a las 160 tiendas durante el próximo trienio. A menudo han sido criticados por una supuesta pérdida del espíritu que impulsó el proyecto inicial.

Hay tres enseñas muy conocidas pero que tienen un sesgo de producto muy definido: Ametller (productos de proximidad), La Sirena (congelados) y Veritas (ecológicos)

Por su parte, La Sirena es una cadena de congelados muy consolidada en el país. En 1983, Ramona Solé y Josep Maria Cernuda sacaron adelante su proyecto innovador, consistente en replicar el modelo de los supermercados, pero donde todos los productos fueran congelados. Desde los inicios en la comarca del Vallès, hasta nuestros días, han pasado cerca de cuatro décadas y más de 250 tiendas abiertas, una base que les permite facturar más de 160 millones de euros. A comienzos del siglo XXI, el gigante Agrolimen -de la familia Carulla- entró en el capital, por pocos años más tarde acabar siendo los propietarios absolutos de la firma. Después, vinieron varios fondos de inversión que han dado músculo financiero a la compañía, ahora en manos de OpCapita, con sede en Londres.

Finalmente, Veritas es una cadena que podríamos etiquetar como prima de Caprabo, dado que la familia propietaria, los Elías, también fueron accionistas clave de Caprabo. Veritas fue fundada en 2002 y mantiene como objetivo la promoción del mundo ecológico, hasta el extremo de que incluso la ropa de los trabajadores está elaborada con materiales orgánicos y reciclados. Los 77 establecimientos que explotan les han permitido superar ya los 100 millones de euros de facturación.

Este es el panorama de los supermercados de origen catalán que se encuentra en la segunda línea, por detrás de los gigantes de los que muy a menudo se habla y que mencionábamos apenas a comienzos de este artículo.

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