Un despido con sentimientos

El 'outplacement', el proceso de acompañamiento y recolocación en la desvinculación del empleado, todavía se resiste en España más allá de las multinacionales

Una de las situaciones menos agradables que se pueden vivir en una empresa es el despido de algún trabajador. Un momento incómodo por quien lo tiene que comunicar, pero sobre todo un golpe mucho llevar por quien recibe la noticia. Para reducir este impacto surgió el denominado outplacement (recolocación). "Es un programa para ayudar las personas a buscar un nuevo puesto de trabajo o nuevas oportunidades de carrera mientras se los apoya emocional en un momento de cambio", explica a VÍA Emprendida Olivia Borquez, directora de BSP Executive, la encargada de la outplacement al grupo Talento Search. Un programa que no sólo sirve para los despidos. "Las empresas siempre se reestructuran, se fusionan o se integran", añade Sylvia Taudien, CEO y fundadora de Advantage Consultoras y con más de 20 años de experiencia en este campo.

A pesar de que es una práctica que viene de lejos, en España todavía se concentra básicamente en grandes multinacionales. "Trabajamos con sectores industriales, banca o farmacia", relata Borquez. "Las pymes españolas no lo hacen y es una lástima no ofrecer al menos dos o tres sesiones a una persona que se siendo sola en un momento difícil", lamenta Taudien. "En países como Austria, los Estados Unidos u Holanda forma parte del desarrollo del empleado, es algo obligatorio", asegura.

Taudien: "Las empresas siempre se reestructuran, se fusionan o se integran"

En cualquier caso, la reforma de la ley laboral del 2012 incorporó la obligación de ofrecer estos programas en despidos colectivos a partir de los 50 trabajadores (artículo 51.10 de la Ley 3/2012 de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral). "Cuando no era una obligación legal, hace 10 años, sólo lo hacían las compañías americanas", recuerda Borquez. Con la crisis y la inclusión a la ley, "los programas en muchos casos eran testimoniales porque se ponían 40 personas en una sala con un ordenador y se los enseñaba a hacer el CV", critica.

Un apoyo emocional
En España, pero, la recolocación básicamente tiene lugar cuando una persona es despedida y la empresa le ofrece un servicio de ayuda para encontrar un nuevo trabajo a través de consultores expertos como los que lideran Borquez o Taudien. "Esto incluye una parte de coaching porque la persona pueda gestionar el proceso de cambio. Trabajar como lo comunicará a su entorno o la planificación de las finanzas", indica la primera.

"Hagamos mucho de énfasis a trabajar los factores emocionales del momento del paro. Si no estás bien y no has asimilado por qué has perdido el trabajo, cuando buscas una de nueva esto se nota, por ejemplo durante una entrevista", asegura Borquez. "La persona se puede hundir si le preguntan por qué ha perdido el último trabajo y utilizamos técnicas de coaching para ayudarla a estar bien, que es el primer paso para buscar trabajo", añade.

Taudien relata como habitualmente los mismos consultores se desplazan a la empresa y cuando se comunica el despido se encuentran en una habitación del lado para poderlos atender al instante. "Los permite desfogarse emocionalmente justo después de recibir la noticia", valora.

Una acogida que acostumbra a ser muy emocional porque "la persona está muy afectada, sobre todo los hombres. No conciben la vida en casa sin trabajar". Por el contrario, asegura, "la mujer se recompone más fácilmente porque siempre tiene muchas tareas a hacer". Sea como fuere, Taudien insiste en la asistencia emocional que requiere la outplacement. "Se analiza la situación y se hace un balance de vida profesional, animándolo y enseñándole la ruta para encontrar un nuevo trabajo". Al fin y al cabo, constata, "el que más los afecta es la incertidumbre".

Nuevas herramientas
Más allá del apoyo piscològic, los programas de recolocación trabajan las herramientas con las que se busca trabajo en día de hoy. "Trabajamos en un segmento de edad más avance, de posiciones medianas-altas con personas que hace 15 años que no han hecho una entrevista o que no han hecho nunca un CV porque los reclutaron en la universidad", asegura Olivia Borquez. "Tener un buen CV, saber hacer una buena entrevista, dominar las redes sociales y los portales de trabajo o webs de empresas con reclutamiento directo", añade.

También hay un "apoyo en la gestión económica en función de la indemnización recibida", apunta Sylvia Taudien. "Hagamos análisis de personalidad para ver los puntos fuertes y débiles. Entrenamos las entrevistas de trabajo, como hacer el currículum o construir una marca personal a las redes sociales. Y como buscar trabajo a través de contactos o de Internet".

Una de las organizaciones que contrata programas de recolocación es el RACC. "Lo hemos trabajado de forma puntual en casos en los que la recolocación se complicada", explica a VÍA Emprendida su director de Recursos Humanos, Josep M. Feliu. "El criterio que seguimos es cuando por alguna razón se tiene que despedir o rescindir el contrato de una persona que tendrá más difícil la recolocación. Además de la indemnización que le corresponda damos el servicio del outplacement", indica.

Por el RACC, asegura, es "un valor añadido porque a veces las compañías tenemos que tomar decisiones que no haríamos si no nos viéramos forzados". Con el outplacement, pues, de alguna manera "ayudas en el proceso de transición. Sus resultados son buenos y en un 70% de los casos la gente se recoloca o crea un negocio", destaca Feliu.

Cuánto dura la recolocación?
"En el momento de crisis era más difícil que la gente se recolocara y el proceso era algo más largo", reconoce el dirigente del RACC. "Si ahora la media son cuatro o seis meses, en aquel momento podían ser de ocho a doce", cuantifica. Por Taudien, "en España una recolocación puede tardar entre seis y doce meses mientras que en los Estados Unidos en dos meses puede funcionar".

Sea como fuere, también depende del que contrate cada compañía. "La empresa ofrece como parte de las condiciones de salida la posibilidad de participar en un programa de outplacement. Son unos tres meses generalmente", cifra Olivia Borquez desde BSP Executive.

"Hay empresas que contratan 10 sesiones, algunas tres o seis meses y otros un periodo indefinido", revela Sylvia Taudien. Según la responsable de Advantage Consultoras, "el volumen de outplacement no es menor que antes de la crisis, ahora incluso tenemos algo más".


"En España una recolocación puede tardar entre seis y doce meses mientras que en los Estados Unidos en dos meses puede funcionar"

El origen
El outplacement es un concepto que surge a los años 70 en los Estados Unidos durante la primera crisis del petróleo con las empresas forzadas a despedir muchos trabajadores. "Se preguntaron como podían ayudar estas personas en su transición profesional y los ofrecieron un coaching y un acompañamiento para ayudarlas a encontrar una nueva ubicación", recuerda Taudien.

En Europa empieza a finales de los años 80 en Holanda y a principios de los 90 en España. "Actualmente un 20% de las empresas españolas ofrece outplacement a las personas desvinculadas", asegura la dirigente de Advantage, que prefiere hablar de newplacement porque "out tiene una connotación negativa; igual que despido. Por eso también hablamos de desvinculación".

Según la consultora, "las empresas lo hacen para mantener la paz social y que la gente que se queda a la compañía vea que hay una RSC. A la vez, ayudan las personas desvinculadas de forma eficaz en su recolocación".

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