"Una actividad que genera 20 millones de euros diarios no se puede eliminar"

Jordi Ficapal, Director del Observatorio de Turismo Responsable, reclama un modelo de turismo responsable para crear la mejor ciudad para visitar y, a la vez, la mejor ciudad para vivir

La Sagrada Familia es el primer lugar turístico de Europa que hay que visitar. No lo dice ningún informe, lo dicen los usuarios de Tripadvisor que otorgan al templo expiatorio catalán la quinta posición del ranking mundial de los mejores lugares de interés turístico. "Los mejores lugares para visitar son los mejores lugares para vivir", afirma Jordi Ficapal, Director del Observatorio de Turismo Responsable, de la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera Santo Ignasi (Universitat Ramon Llull), en una entrevista a VIAempresa .

En el marco del Día Mundial del Turismo Responsable celebrado este martes, Ficapal recuerda que el turismo es uno de los pilares económicos de Barcelona y de Cataluña. De hecho, según el Colegio de Economistas de Cataluña el turismo representa el 12% del PIB catalán. Un argumento que también se puede aplicar en España, territorio que lidera el ranking de países más competitivos en turismo según el World Economic Forum (WEF).

Qué entendemos por turismo responsable y sostenible?
Es un turismo que tiene en cuenta los residentes. Si el destino es bueno por los que viven también puede tener un atractivo por los que la visitan. Al contrario no tendría sentido. Los mejores lugares para visitar son los mejores lugares para vivir. Es decir, que los impactos positivos del turismo (los beneficios económicos) se distribuyan adecuadamente. Esto es el que da legitimidad a la actividad.

Podríamos decir que Barcelona es la mejor ciudad para visitar y, a la vez, la mejor ciudad para vivir?
Es cierto que desde el 2010 se ha avanzado en los instrumentos y gestión del turismo, pero no se ha conseguido todavía el efecto deseado. No hemos podido descentralizar suficientemente el turismo, ni tenemos un diálogo multistakeholders. Hoy en día los lobbies todavía tienen más bastante que los nuevos sistemas de governança. Se está trabajando, pero necesitamos más tiempo para ver los resultados.

Turismo de calidad vs. turismo de servicios?
El turismo de negocios es muy beneficioso por la ciudad. Barcelona ciudad de congresos es un eslogan de los 70-80, que en aquel momento era un deseo y ahora ya es una realidad. Este turista consume más, tiene una estancia más elevada, ocasiona presencia estable de negocios y su impacto económico es superior al del turista de solo y playa. En este sentido, Barcelona tiene un diferencial importantísimo respeto otros ciudades: tiene todo tipo de oferta cultural, de negocios, de solo y playa, de ocio… En uno en torno a 100 kilómetros cuadrados. Las que más se aprovechan son las de negocio; las de solo y playa son las que ocasionan una mayor presión sobre la vida ciudadana, sobre todo en ciertos distritos de la ciudad.

El 80% de sus ciudadanos de Barcelona consideran que es una actividad positiva.
Sí, el ciudadano de Barcelona es plenamente consciente que muchos de los negocios y lugares de trabajo de la ciudad tienen que ver con el turismo. Es una actividad que genera 20 millones de euros diarios y no se puede eliminar. Ahora bien, también es cierto que en las encuestas de preocupaciones ciudadanas nunca había aparecido el turismo y en la última encuesta aparece en cuarto lugar…

El ciudadano ve la cara A y la cara B. Si tenemos en cuenta que en 10 años hemos multiplicado la cantidad de turistas en Barcelona, qué volumen de turismo puede soportar la ciudad?
Tenemos pocos instrumentos de medida rigurosos para calcularlo. No se ha hecho nunca un estudio de capacidad de carga porque es una cosa muy compleja. Los tenemos de ciertos monumentos concretos, pero no del conjunto de la ciudad. Hasta ahora todas las decisiones se basan principalmente con intuiciones. Hay la intuición de que no hemos logrado el máximo número de visitantes, ahora bien, tenemos que gestionar la percepción de exceso de turistas que tienen algunos residentes.

Ada Coláis habla de limitar el número de turistas y pensar con los vecinos, con el objetivo de evitar una burbuja turística. habrá cambios?
Sí, pero también estoy seguro que habrá diálogo y acuerdos entre gobierno y sectores como para no poner en peligro esta actividad que tan necesaria es por la ciudad y por Cataluña. Barcelona no puede prescindir del turismo, pero no necesariamente se tiene que continuar haciendo todo cómo se había hecho. De momento ya hay el tema de la licencia hotelera del Deutsche Bank.

habrá un cambio legislativo en relación a la economía colaborativa? Hemos visto que el alojamiento no está al margen de esta evolución...
El tema del turismo colaborativo es un fenómeno que está aquí para quedarse; no se tiene que luchar, se lo tiene que incluir dentro de los mecanismos adecuados como el resto de actividad de alojamiento. En este sentido, el gobierno de la Generalitat está trabajando con una legislación bed & breakfast que permita autorizar y legalizar este tipo de actividad y regularla al mismo tiempo. Ahora bien, el turismo colaborativo tiene un problema de concepto. Estamos denominando turismo colaborativo a una actividad que no es colaborativa, es una nueva forma de intermediación e incluso un nuevo modelo de negocio.

Se refiere a Airbnb?
Sí, es el caso Airbnb contrapuesto a el Couchsurfing o al HomeExchange. En este segundo caso tú pagas tu cuota para formar parte de la comunidad y ofrecer tu casa como intercambio de otro alojamiento, pero no hay una transacción económica. Esto es turismo colaborativo. U ofrecer un sofá gratuito en casa tuya. Existe el modelo híbrido que es el caso Airbnb, donde hay gente que ofrece casa suya pero también hay una transacción económica, por lo tanto no deja de ser otra manera de intermediación del alojamiento. De hecho, de los 30.000 anuncios de apartamento publicidades a Airbnb, muchos de ellos son anuncios que también se publican en otras páginas webes. Lo tenemos que distinguir porque cuando hablamos de las bondades de la economía colaborativa y defendemos el turismo colaborativo tenemos que saber de que hablamos.

Hay un nuevo tipo de consumidor muy sensibilizado con los principios de sostenibilidad, responsabilidad y del turismo colaborativo.
El consumidor Millennial es una tendencia que se confirma. Este consumidor que será mayoritario en unos años y que se incorpora al mercado del consumo turístico, valora unas características diferentes del producto, respete el que valoraba el turista Baby boomer. Antes la opción precio, instalaciones y facilities eran muy importantes. Por el contrario, el Millennial hace hincapié en la experiencia; quiere que sea una experiencia pura, más auténtica, más real. El turista Millennial tiene interés al ser un ciudadano temporal de aquella ciudad. Valoran la autenticidad de la experiencia y sentir que cuando viajan están contribuyendo a causas nobles, es decir un turismo responsable.

Ha conectado con este consumidor el sector hotelero?
No, Airbnb se ha llevado los turistas de los hoteles porque han sabido conectar con el nuevo cliente. Los hoteles, en su mayoría, todavía piensan que están vendiendo instalaciones, decoración… facilities. Son un tipo de industria muy tradicional, con liderazgos del siglo XX y que no reaccionan rápidamente, que no leen bien los cambios y sobre todo no están comunicante. El nuevo consumidor quiere ver la figura del hotelero a favor de su ciudad, no sólo a favor de la cuenta de resultados. La industria de la hospitalidad es una industria basada en intangibles: estamos vendiendo seguridad, confort, tranquilidad… Y, en cambio, los hoteles no lo están aplicando a su modelo de negocio. En algunos casos se han convertido en negocios inmobiliarios, más que en negocios de hospitalidad. Los hoteles que lo ven y apuestan por la RSE salen beneficiados.

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