La vacunación "normaliza" la campaña de la fruta en Lleida

La menor cosecha de melocotón y nectarina por las heladas primaverales y la disponibilidad de pisos de alquiler aligeran la situación dramática de 2020

Recogida nectarines a Alcarràs. | Salvador Miret Recogida nectarines a Alcarràs. | Salvador Miret

A pesar de ser una estampa repetida cada verano, no deja de sorprender la incapacidad de gestionar un fenómeno habitual: la llegada de personas sin permiso de trabajo para ocuparse a la campaña de la recogida de la fruta de Lleida. A pesar de que la misma Paeria admite que este año duermen en la calle un tercio de los temporeros que en 2020, en plena primera oleada de la pandemia y con el confinamiento domiciliario, el consistorio admite las dificultades para evitar estos episodios. La tinenta de alcalde y regidora de Recursos Municipales, Hacienda y Salud del ayuntamiento de Lleida, Montse Pifarré, comenta que la afluencia de personas desesperadas que vienen a buscar trabajo, este año no se está dando: "A pesar de que hemos detectado casos de situaciones irregulares desde un punto de vista administrativo, la mayoría son trabajadores de la fruta que hacen todo el circuito de las campañas agrícolas en diferentes puntos del Estado. El año pasado fue salvaje la cantidad de personas que había en la calle. Es una buena señal de como puede ir todo".

Al alivio de este punto dramático han contribuido varios factores, entre los cuales se encuentran la caída de la cosecha de melocotón y nectarina en un 11% por las heladas primaverales, la aceleración de la vacunación de los temporeros con la vacuna monodosi de Janssen y la habilitación de pisos de alquiler para los temporeros. La campaña de la fruta parece que está dejando atrás la situación dramática de 2020, en la cual el futbolista de padres senegaleses, Keita Baldé, se hizo cargo del alojamiento de 200 temporeros ante la inacción de la Administración. El año pasado fue el de los brotes en Lleida, las restricciones perimetrales y el del cierre del comercio y la restauración cuándo en el resto de Catalunya se iniciaba la desescalada. También fue el del enfrentamiento entre las administraciones y las organizaciones agrarias.

Alojamientos a cuatro euros diarios

Este año, el ayuntamiento de Lleida ha ideado una alternativa para personas que llegan a trabajar en la recogida de la fruta. Se trata de viviendas de alquiler -a un precio de 4 euros diarios-, repartidos por diferentes barrios de la ciudad y con los cuales se alojará a un centenar de personas. Los 18 pisos los han cedido la Empresa Municipal de Urbanisme (EMU) y la Agència d’Habitatge de Catalunya. La iniciativa es una medida correctora ante los críticos recibimientos por la Paeria, que durante los últimos años, y también este, había habilitado el pabellón 3 de Fira de Lleida como alojamiento de emergencia.

El ayuntamiento de Lleida ha ideado una alternativa para personas que llegan a trabajar en la recogida de la fruta. Se trata de viviendas de alquiler a un precio de 4 euros diarios

Algunas entidades que gestionan laboralmente la llegada de estos empleados critican esta opción. Es el caso de la plataforma Fruita amb Justícia Social. Gemma Casal, miembro de la entidad, alude a que "el convenio del campo establece las condiciones de cómo tienen que ser alojados los trabajadores y el pabellón incumple muchos de estos requerimientos, puesto que no disponen de baño, cocina o intimidad". Por eso, todo y las 100 plazas habilitadas por este año, Casal habla de "mejoras totalmente insuficientes".

A pesar de que la pandemia de la covid-19 no ha permitido resolver algunos de los retos habituales de la campaña de la fruta, el proceso de vacunación ha facilitado que las tareas de recolección se hayan desarrollado con normalidad. Un alcalde de una población del Baix Segre reconoce que los tests de antígenos y la vacunación actúan cómo unos cortafuegos ante la covid-19, pero recuerda que la problemática persistente de la gestión de campaña continúa existiendo.

Al otro lado, la Diputació de Lleida y la Paeria han anunciado ayudas en los ayuntamientos de las zonas frutales que sirven para cubrir los gastos habituales y extraordinarios derivados de la campaña agraria en época de pandemia, como la limpieza, la seguridad o la contratación de agentes cívicos.

Més info: Empieza la vacunación de los temporeros este junio

Volviendo a su origen (el convenio del campo que regula las relaciones laborales y de contratación de la campaña de la fruta), ahí se especifica que cualquier persona ocupada procedente de un destino de más de 75 kilómetros tiene que recibir un alojamiento. De los alojados en el pabellón 3 de Fira de Lleida, casi la mitad no disponía de permiso de trabajo.

Más allá de la covid-19, uno de los sectores esenciales de la economía de Lleida todavía arrastra el drama de cómo afrontar cada campaña en las mejores condiciones posibles. De las decisiones que se tomen, dependerá la recuperación económica y la reactivación de los ámbitos productivos en el escenario post-pandémico.

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