
El tsunami que ha supuesto la llegada de la inteligencia artificial al mundo laboral —especialmente, la variante generativa— ha sido recibido con muchos ojos escépticos. ¿Qué prevalecerá, el número de profesiones que la nueva tecnología engullirá, o bien los nuevos perfiles que hará resurgir? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calculaba en 2023 que un 27% de los puestos de trabajo que había en aquel momento (un 28% en España) tenían el peligro de ser automatizados o semiautomatizados en los próximos años. Por su parte, un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) de 2024 apuntaba que la IA obligará a reestructurar casi uno de cada cuatro puestos de trabajo en los próximos cinco años.
Más recientemente, el Foro Económico Mundial publicaba el informe Future of Jobs Report 2025, un texto en el cual ponía nombres y apellidos a los sectores más afectados: logística, comercio y asesores administrativos. Con todo, el mismo estudio también señalaba el surgimiento de hasta 78 millones de nuevas oportunidades laborales hasta 2030, lideradas por los agricultores, ganaderos y otros trabajadores del sector primario.
Todo este contexto nos ayuda a imaginar hacia dónde iremos en los próximos años, pero lo que sí que ya podemos corroborar es cómo están cambiando las profesiones en la actualidad. Y un buen indicador para hacerlo es el listado Empleos en auge de LinkedIn, un estudio de la principal plataforma digital laboral que analiza cuáles son las posiciones que más han crecido en España en los últimos tres años. Una de las datos que llaman la atención es la preeminencia, pero no acaparamiento, de la tecnología: 10 de las 25 profesiones con más pujanza tienen un alto componente tecnológico, especialmente vinculado a la ingeniería; pero eso no es obstáculo para el crecimiento de otras profesiones vinculadas a la gestión económica, a la formación, a la sostenibilidad o a ámbitos más analógicos, como los bomberos. De todas ellas, estas son las cinco con mejores perspectivas:
Agentes de viajes
La profesión que registra un mejor ritmo de crecimiento en los últimos tres años es la de los agentes de viaje, lo que en inglés denominan travel advisors. Se trata de un perfil que va más allá de la “venta de billetes y paquetes”, ya que su función principal es ayudar a los clientes a planificar los viajes de inicio a fin, incluyéndoles vuelos, hoteles, tours y otras experiencias. Por una banda, se encargan de las partes más pesadas de estos procesos, como son la gestión de las reservas, las confirmaciones, los pagos y la aportación de documentación; por la otra, se ponen a disposición de los viajeros para cualquier consulta, duda o contratiempo que puedan surgir.
Las empresas buscan en los agentes de viajes personas con conocimientos especializados en el mundo del turismo, tanto por lo que hace a los destinos como a la operativa de todo el sector. También se valoran altamente habilidades blandas vinculadas a la comunicación, la gestión de problemas y el trabajo autónomo, y se aprecian las acreditaciones profesionales y afiliaciones a asociaciones profesionales. De manera más concreta, un requisito altamente solicitado es el de tener conocimientos en la herramienta informática Amadeus, una de las plataformas más extendidas dentro del sector para organizar los viajes y contactar con proveedores de toda mena.
Las cifras que aporta LinkedIn señalan que se trata de una profesión altamente feminizada: hasta el 82,4% de los profesionales son mujeres, por un 17,6% de hombres. Barcelona, juntamente con Madrid y San Sebastián, son las ciudades que concentran más contrataciones de este perfil en el Estado, que de media tienen cuatro años de experiencia. Se trata de una profesión con un porcentaje de teletrabajo ligeramente elevado, con un 38,1% de posiciones plenamente remotas y un 14,3% en formato híbrido.
Especialistas de 'software'
La plata de las profesiones en auge en el Estado español se la llevan los especialistas de software, un perfil amplio que engloba todas aquellas personas que desarrollan aplicaciones digitales y en solucionan los problemas derivados. Podemos hablar de desarrolladores, evaluadores o capacitadores que, al mismo tiempo, también pueden especializarse en un amplio abanico de tecnologías: sistemas operativos, aplicaciones, bases de datos, redes, servicios web…
La diversidad de los especialistas de software es muy amplia, pero en todos los casos se les exige un alto conocimiento informático. Por una banda, dominio de códigos de programación, que en función del ámbito en qué trabaje la empresa pueden ser Java, Python C#, SQL, HTML, CSS, JavaScript o una combinación de diversos de ellos. Por la otra, cal que tengan conocimientos en los principales entornos de trabajo (frameworks) de desarrollo, como pueden ser Agile, Scrum o Waterfall. Los especialistas de software también han de dominar las normas de seguridad y calidad vinculadas a la programación, así como demostrar habilidades blandas transversales como la comunicación interpersonal, el trabajo en equipo, la autogestión del tiempo o la capacidad de aprender rápidamente, entre otras.
Barcelona se encuentra nuevamente dentro de la tríada de ciudades con más contrataciones de perfiles informáticos, juntamente con Madrid y Bilbao. Una profesión que, en este caso, invierte los porcentajes de género de los agentes de viajes, ya que aquí son los hombres quienes son mayoría, con un 79,3%, por un 20,7% de mujeres. La media de años de experiencia es similar, de 4,1 años. En cambio, se observa un predominio de los lugares de trabajo híbridos por sobre de las otras modalidades: hasta un 46,8% de las ofertas se basan en esta opción, por un 26,2% de posiciones íntegramente remotas.
Técnicos de mantenimiento de aeronaves
La tercera posición con un crecimiento más elevado en el último trienio sorprende por su alto grado de especialización: los técnicos de mantenimiento de aeronaves. Técnicos en masculino, en este caso, por una enorme mayoría: solo el 6,4% de los profesionales contratados en esta especialización (que haya identificado LinkedIn) son mujeres.
Estos perfiles son los que se encargan de inspeccionar, reparar y mantener los aviones y otros vehículos aéreos para asegurar su seguridad, unas tareas para las cuales es imprescindible una formación especializada. La vía principal es hacerlo a través de un programa de una Escuela Técnica en Mantenimiento Aeronáutico homologado, que ofrecen formaciones de 18 a 24 meses de duración que cubren el mantenimiento general, el casco y la planta motriz. Pero con los estudios no hay suficiente: todo profesional de esta rama ha de aprobar los exámenes escritos, orales y prácticos necesarios para conseguir las acreditaciones profesionales para trabajar ahí.

Una vez dentro del sector, el técnico de mantenimiento se verá obligado a mantenerse actualizado con cursos y talleres a medida que avanza la tecnología aeronáutica, al mismo tiempo que va encontrando el campo de especialización que más le encaja, que puede ir desde los sistemas electrónicos de los aviones a los motores de pistones o los helicópteros.
Madrid, Sevilla y Barcelona son las poblaciones con más contrataciones en el Estado, las cuales destacan por tener una cantidad media de años de experiencia fuerza baja, de 1,9 años. La presencialidad es, evidentemente, indispensable en este sector, pero eso no impide que un 19% de los lugares de trabajo sean en formato híbrido.
Ingenieros de inteligencia artificial
El tsunami de algoritmos que mencionábamos al principio también se está haciendo un lugar destacado en el mercado laboral español, en este caso, con el surgimiento de un nuevo perfil de ingenieros especializados en inteligencia artificial. En este caso, hablamos de profesionales similares a los especialistas de software, pero con unos conocimientos mucho más especializados en el ámbito de la IA.
Un profesional de este ámbito ha de conocer los diferentes tipos de inteligencias artificiales con qué se trabaja, que abrazan desde las redes neuronales hasta los árboles de decisión, pasando por los populares modelos de lenguaje, los algoritmos de reagrupamiento o los de aprendizaje por refuerzo. Estos ingenieros han de saber cómo diseñar e implementar arquitecturas en auge como los RAG (Retrieval-Augmented Generation) y estar versados en la ingeniería de prompting o indicación. También han de demostrar algunas de las capacidades ya citadas en los especialistas de software, como dominio de lenguajes de programación como Python (especialmente utilizado en la materia) y capacidad para crear API y servicios web que implementen las soluciones de IA.
Se trata, nuevamente, de una posición con un alto grado de trabajo en remoto: un 34,6% de las posiciones se ofrecen completamente en modalidad de teletrabajo, mientras que un 42,7% apuestan por el modelo híbrido. Barcelona y Madrid repiten como ciudades con más contrataciones, conjuntamente con Valencia, en un sector en qué persiste la brecha de género: solo un 17,8% son mujeres, mientras que el 82,2% se identifican como hombres. Por lo que hace a los años de experiencia, la media se sitúa en los 2,3 años, y la mayoría de los profesionales vienen de trabajar como ingenieros de software, investigadores en IA o ingenieros full stack.
Analistas de centros de operaciones de seguridad
La última profesión del top 5 la ocupan los analistas de centros de operaciones de seguridad (SOC), una especialización que torna a destacar por su matiz tecnológico. No sorprende su presencia en el listado si se tienen en cuenta los datos: Catalunya recibió más de 5.000 millones de ciberataques en 2023, según la Agència de Ciberseguretat de Catalunya, un 14% más que el año anterior.
El aumento de la virulencia informática es una de las razones que explica el surgimiento de los SOC, unidades centralizadas que monitorean todos los sistemas y redes de una organización. Los analistas son los encargados de gestionar estos centros, desde donde se encargan de recopilar, procesar y analizar datos de registros alertas e informes; identificar patrones, anomalías y posibles infracciones, y dar respuesta a los posibles incidentes que puedan surgir.
Los SOC están diseñados para dar cobertura durante las 24 horas del día, de manera que los profesionales, que en buena parte trabajan de manera híbrida (55,1%) o en remoto (24,5%), se organizan por turnos para cubrir todo el espectro. A los conocimientos informáticos que comparten con los especialistas de software hay que sumarles una lista larga de competencias: conocimiento de protocolos, arquitecturas y dispositivos de red; saber usar cortafuegos, antivirus y escáneres de vulnerabilidades, o reconocer todas las amenazas comunes y sus vectores de ataque y estrategias de mitigación.
Vuelven a repetir Barcelona y Madrid como principales ciudades, esta vez acompañadas por Zaragoza, y con una media de experiencia de 2,3 años.