Las empresas, el pilar de un ecosistema robusto

Catalunya se posiciona como una región innovadora, con un ecosistema sólido que tiene un rol fundamental en la investigación industrial y empresarial

En caso de ser seleccionada, la candidatura catalana será cofinanciada al 50% entre la Comissión Europea y los gobiernos que apoyen el proyecto | EP
En caso de ser seleccionada, la candidatura catalana será cofinanciada al 50% entre la Comissión Europea y los gobiernos que apoyen el proyecto | EP
jefa de innovación y desarrollo de negocio en el Barcelona Supercomputing Center
Barcelona
04 de Mayo de 2024

Aprovechando la publicación del Informe de l’Estat de la Ciència a Catalunya del 2023 de la Fundació Catalana per a la Recerca i la Innovació, en el que he tenido el honor de participar como autora del nuevo capítulo dedicado a la investigaciónempresarial, me gustaría profundizar en lo que se desprende del informe relativo al rol imprescindible que juega la investigación industrial y la innovación empresarial en Catalunya.

 

Y para ello quiero usar la metáfora del ecosistema robust como aquello que aspiramos que sea el ecosistema de investigación e innovación en Catalunya. ¿Y qué entendemos por ecosistema robust? Aquel que se construye para poder resistir perturbaciones manteniendo sus funciones. Imaginemos una estructura de una torre construida con cubos, podemos considerar que es robusta en la medida en que sufre perturbaciones y tiene la capacidad de volver a su equilibrio original. Normalmente, se mide con la velocidad con la que vuelve a su forma original. Cuanto más robusto es el ecosistema, más rápido vuelve a esta forma original, la lentitud es sinónimo de fragilidad. De hecho, si esta ya no volviera a la forma original, ya no se podría ni considerar ecosistema como tal.

Cuanto más robusto es el ecosistema, más rápido vuelve a esta forma original, la lentitud es sinónimo de fragilidad

Pues bien, esta metáfora me sirve para explicar el grado de solidez de nuestro ecosistema y el rol fundamental que juega la investigación industrial y empresarial para evitar los embates y las perturbaciones. Todos conocemos el alto nivel científico y tecnológico que hemos alcanzado en Catalunya, gracias a las políticas continuadas de inversión en materia de investigación. Centros de investigación referentes como el Barcelona Supercomputing Center han alcanzado niveles de excelencia que eran impensables hace solo quince años. Sin embargo, a menudo el rol del tejido empresarial en Catalunya en materia de I+D ha sido olvidado o no reconocido, hecho también que ha provocado una falta de apoyo público específico.

 

Pues bien, el Informe del Estado de la Ciencia en Catalunya de 2023 muestra cómo las empresas ayudan y contribuyen a resistir los embates que supuso la covid-19 al incrementarse en solo un año la cifra de inversión en I+D de las empresas catalanas un 14% respecto a 2020. Las últimas cifras publicadas por el INE de 2022 corroboran esta tendencia creciente y además muestran cómo las empresas representan más del 60% de la I+D que se hace en Catalunya. A pesar de que la intensidad de inversión en I+D en el sector empresarial de Catalunya todavía está lejos de los países europeos que han registrado una mayor intensidad, el crecimiento en la inversión privada en Catalunya está por encima de la media del crecimiento en el España (10,5%) y en la Unión Europea (6,25%). Este hecho es el que ha permitido posicionar a Catalunya como región innovadora fuerte en el ranking europeo RIS2023, dejando atrás la posición de región innovadora moderada.

El informe también muestra cómo las empresas desarrollan esta I+D. Por un lado, con equipos internos dedicados, especializados y de alto rendimiento, gestionando con menos investigadores un gasto mayor del que gestiona el sector público. Por otro lado, a partir de una estrecha colaboración con los agentes del ecosistema de investigación e innovación y que según las cifras en Catalunya en el año 2021 esta creció en un 33%. Y, finalmente, cabe también destacar la irrupción de las startups como un nuevo actor protagonista de la innovación empresarial, que ha transformado el escenario tradicional empresarial y se vuelven clave en la inversión en I+D en Catalunya (en 2022, el 79% de las startups invirtieron en I+D).

Como resultado de este crecimiento del gasto en I+D del tejido empresarial en Catalunya, vemos cómo crecen las exportaciones de alta tecnología (en 2022 fueron 11.575 millones de euros, un 18,21% más que el año anterior) o la preferencia de las empresas catalanas por la solicitud de patentes por vía europea (más que nacional). Este hecho contribuye a fortalecer la presencia de las empresas catalanas en cadenas de valor global y muy internacionalizadas.

Las exportaciones de alta tecnología fueron de 11.575 millones de euros en 2022

Este esfuerzo continuado y creciente de inversión del sector privado en Catalunya es el que ha permitido recuperar posiciones tras la covid-19 y el que contribuye a crear el ecosistema robusto de investigación e innovación al que aspiramos. Un ecosistema que cuente con capacidades diferenciadas, donde la colaboración público-privada fluya y que continúe creciendo en su nivel de internacionalización.

No podemos caer en la autocomplacencia, las cifras de inversión de la I+D pública y privada deben crecer para superar la media europea, el sector privado debe mantener su protagonismo y ser el gran motor de estímulo de la I+D y, sobre todo, debemos mantener aquellos elementos que nos hagan diferenciales como ecosistema, para ser únicos y que nos aseguren un futuro frente a otros ecosistemas en el mundo.