8tv, al borde del abismo

Nicola Pedrazzoli, que pasó a los mandos de la cadena después de dos décadas de pérdidas, no ha sido capaz de remontar su situación

Nicola Pedrazzoli esperaba consolidarse sobre el 4% y a duras penas ha llegado al 1% | Cedida
Nicola Pedrazzoli esperaba consolidarse sobre el 4% y a duras penas ha llegado al 1% | Cedida
Barcelona
08 de Junio de 2023
Act. 08 de Junio de 2023

Hace justamente dos años y tres meses hablamos en este mismo escaparate de la puesta en funcionamiento de la nueva 8tv, la cadena heredera de aquella que era propiedad del Grup Godó, y con la que comparte nombre y frecuencia. Después de dos décadas de perder dinero, los Godó lanzaron la toalla y traspasaron el canal a un viejo conocido del ecosistema audiovisual catalán, Nicola Pedrazzoli, el italiano autoproclamado discípulo de Silvio Berlusconi.

 

El historial de Pedrazzoli (Canal 50, Canal Català TV) no permitía ser muy optimistas en cuanto a la calidad de los contenidos de la nueva 8tv, que finalmente no ha sorprendido la concurrencia y se ha entregado estos dos últimos años a hacer una televisión muy próxima a aquello que se denomina tele-basura. La realidad ha mostrado que el público catalán no es especialmente seguidor de este tipo de producto, dejando las audiencias en unos niveles ínfimos, incluso por debajo de las expectativas de Pedrazzoli y de su socio financiero, el burgués Borja García-Nieto Portabella (esperaban consolidarse alrededor del 4% y apenas han llegado al 1%). Entregarse a la ultraderecha, invitando a elementos de VOX a su programa estrella, fue un último intento desesperado de dar la vuelta a la situación, pero más que esto, la iniciativa sirvió para acabar de la poner la lápida a la cadena. Las bajas audiencias han llevado al negocio a una situación muy comprometida, hasta el punto que se ha declarado un preconcurso de acreedores, paso previo a una probable intervención de la cadena por parte de un administrador concursal.

La realidad ha mostrado que el público catalán no es especialmente seguidor de la tele-basura, dejando las audiencias en unos niveles ínfimos

No es posible conocer los resultados financieros de la compañía en el último ejercicio cerrado, el de 2022, pero nos podemos hacer una idea si sabemos que en 2021 la empresa Emisiones Digitales de Catalunya consiguió perder más de un millón y medio de euros sobre una facturación de 3,3 millones. Tertulianos llamativos, concursantes desnudos, series de los años sesenta, presentadores reciclados que han vivido tiempos mejores y Pilar Raholainexplicablemente no han conseguido enganchar a la audiencia, y es que habría sido una gran sorpresa que hubiera sucedido lo contrario. La idea de crear un programa titulado El Fax como pretendida secuela del Faqs de TV3  tampoco es una de las pensadas más brillantes de la historia de la televisión mundial. Ya sería ironía que el rebote del gato muerto lo protagonizara la cadena gracias a la presencia de Sílvia Orriols, controvertida regidora de Ripoll por Aliança Catalana.

 

Ante el gigantesco precipicio que se abre ante los pies de 8tv, Pedrazzoli (@Pedrazzolinic) respondió a un tweet donde un usuario le preguntaba si la primicia del diario Ara sobre la situación de 8tv era cierta. La respuesta del italiano fue: "Totalmente, pero solo yo sé los verdaderos motivos por los cuales se llegó a esta conclusión. Y es hora de explicarlos".

Esto fue el pasado 2 de junio y ahora todavía estamos esperando esta explicación, pero sería sorprendente que la respuesta a todo ello no fuera a las bajísimas audiencias del canal. Y como prueba de que en el circo Pedrazzoli los enanos se han hecho jugadores de baloncesto, los ingresos que percibía la empresa por las frecuencias del canal múltiplex que alquilaba a terceros, también se han evaporado o están en camino de hacerlo. Por un lado, y como ya comentamos en su momento, el canal Fibracat -de la operadora de telefonía homónima- cerró las emisiones y muy pronto lo hará BarçaTV, porque como es sabido el FC Barcelona ha decidido clausurar su ruinoso canal de televisión después de un cuarto de siglo de emisiones sin propósito ni rumbo.

Seria interesante preguntarse si no sería más fácil montar un canal de televisión que ofreciera calidad y que no resultara ofensivo a los espectadores. Parece demostrado que cuando alguien pone en órbita un formato trabajado y con calidad, la audiencia llega.