
11
de Octubre
de
2016
"Necesitamos grandes empresas, que son las que tienen la capacidad tractora para impulsar el resto". Lo ha defendido este martes Carlos Mira, director de Cre100don , en el acto que han organizado al Círculo de Economía. Esta iniciativa, surgida de la unión de los esfuerzos de la Fundación Innovación Bankinter, el Círculo de Emprearios y el Icex, tiene el objetivo "de ayudar las empresas a crecer identificando con ellas las claves para hacerlo". Como el nombre de este "programa-país" indica, quieren llegar a ayudar 100 empresas porque logren los 1.000 millones de euros de facturación. De momento, son una treintena las queparticipan, entre ellas conocidas firmas catalanas como Natura Bissé, MATE Holding o Eurofragance . "El foco son las empresas que han dejado de ser medianas pero todavía no se han hecho muy grandes llegando a los 1.000 millones de euros de facturación", insiste Mira. Es decir, las que facturan entre 25 y 300 millones de euros, el middle market.
Los requisitos y los primeros pasos
"Para crecer hace falta una base sólida y ser rentable. Tienen que tener clientes satisfechos, empleados comprometidos y una propuesta de valor diferenciada", detalla el director de Cre100don. Condiciones necesarias pero no suficientes. "El proyecto de empresa requiere la ambición de querer ser grande, porque si no aspiras a serlo, no lo serás", advierte Carlos Mira. Y todo ello regado con un gobierno corporativo comprometido y que vaya a la par, una cuestión siempre delicada teniendo en cuenta que dos tercios de estas empresas son familiares.
El responsable de Cre100don indica los cinco puntos básicos para acelerar estas compañías. El primero que hay que estudiar en este camino es mirar hacia fuera. "Las tendencias a medio y largo plazo marcarán el rumbo". El segundo punto, indica, es orientar la empresa para ser un agente clave de su ecosistema. "Es muy importante tener esta posición sólida, si hace falta replanteando el modelo de negocio y de crecimiento", dice Mira.
El tercer punto de la estrategia es "tener una organización del siglo XXI, abierta y orientada al exterior, flexible y sin organigramas rígidos, que esté orientada a proyectos". Por supuesto, nopuede faltar el talento, que se tiene que vincular a la empresa. "No se tiene que retener a la gente, sino conseguir que sequieran comprometer por el ADN y la cultura de la empresa", matiza el director de Cre100don. Finalmente, señala la importancia de desarrollar la marca. "La tecnología permite copiarlo todo, la diferenciación se tiene que basar en intangibles como la marca, hecho con reputación y confianza", asegura.
La hora de los ingresos
El acto de Cre100don en Barcelona también ha contado con la presencia de Joan Maria Nin, exvicepresident y ex consejero delegado de CaixaBank. Nin ha ofrecido su visión sobre el contexto económico actual y el futuro con la mirada puesta al 2020. Un contexto relevante y a valorar para conseguir el preciado objetivo de incrementar la dimensión de las empresas.
"Ahora tocan ingresos", ha espetado de entrada Joan Maria Nin. "Somos al final de un doble ciclo, hemos cabalgado los últimos 50 años sobre un modelo de crecimiento de deuda. Pero el final de este ciclo largo coincide con el final de un ciclo corto, el de la política monetaria y fiscal". A su entender, "hemos llegado al límite de las políticas monetarias y fiscales debido a su intensidad". Todo ello, asegura, también supone el final de la era de la inflación. "Cuando esta era acaba, acaban muchas cosas desde la valoración de los activos, la gestión de los salarios o los presupuestos de las empresas". Así pues, "toca ahorro, inversión y políticas de oferta".
Nin ha recalcado que "somos en un momento de acumulación de deuda, el máximo de los últimos 5.000 años". Una gran acumulación de deuda que es la causa, según la exdirectiu bancario, de la curva a la baja de los salarios. "La participación de los sueldos a la renta nacional no ha dejado de ir a la baja en beneficio del pago de la deuda y de los rendimientos del capital", dice Nin. "Si vamos acumulando deuda pública, la consecuencia lógica es que el servicio de esta deuda cada vez ocupa más parte del presupuesto. Por lo tanto, hay menos espacio al sector público para retribuir a los funcionarios, e incrementa la fiscalidad más allá de cualquier límite adecuado restando espacio a la remuneración de los asalariados".
Una situación que califica de "condena al mileurismo" para el sector privado. Nin ha lamentado que "nos hemos apropiado del futuro de nuestros hijos y nietos hasta que no solucionamos este problema".
Las consecuencias
Este contexto ha generado un "desplazamiento del centro de gravedad mundial de Occidente a otras zonas. Más del 60% del PIB mundial estará bien pronto fuera de Occidente", según Nin. Además, ha alertado que "los Estados Unidos respiran hacia tendencias aislacionistas mientras Europa sigue dormida y no reacciona".
Eso sí, por el exdirigent de CaixaBank, en medio de toda esta incertidumbre ha surgido una nueva oportunidad: el Brexit. "Es muy positivo porque permite recuperar el proyecto original de la unión política europea, de los Estados Unidos de Europa". Un camino, a su entender, necesario cuando los valores dominantes de la economía pasan a ser "la incertidumbre, la inestabilidad y la volatilidad".
Las tres salidas
La conclusión de Joan Maria Nin es que en este panorama sólo hay tres salidas. La primera es "la clásica", que es una gran inflación. Por Nin "esto es injusto porque es un impuesto de facto que no pasa por la decisión de los ciudadanos". La segunda salida es la que ya estamos viviendo, la del estancamiento con "un tránsito doloroso de corrección de deuda que ya ha empezado y que necesitará muy bien dos décadas". El exdirigent bancario resalta que las nuevas generaciones ya huyen de la deuda, e incluso "las nuevas empresas también prefieren hacer rondas de financiación antes de que endeudarse".
Finalmente, la tercera salida es la revolución digital. "Si como empresas queremos gestionar este escenario, tenemos que sumarnos positivamente a este cambio tecnológico, el único que puede dar el incremento de productividad para pagar la factura de la deuda, así como del exceso de las políticas de demanda, monetarias y fiscales", ha concluido.
Los requisitos y los primeros pasos
"Para crecer hace falta una base sólida y ser rentable. Tienen que tener clientes satisfechos, empleados comprometidos y una propuesta de valor diferenciada", detalla el director de Cre100don. Condiciones necesarias pero no suficientes. "El proyecto de empresa requiere la ambición de querer ser grande, porque si no aspiras a serlo, no lo serás", advierte Carlos Mira. Y todo ello regado con un gobierno corporativo comprometido y que vaya a la par, una cuestión siempre delicada teniendo en cuenta que dos tercios de estas empresas son familiares.
El responsable de Cre100don indica los cinco puntos básicos para acelerar estas compañías. El primero que hay que estudiar en este camino es mirar hacia fuera. "Las tendencias a medio y largo plazo marcarán el rumbo". El segundo punto, indica, es orientar la empresa para ser un agente clave de su ecosistema. "Es muy importante tener esta posición sólida, si hace falta replanteando el modelo de negocio y de crecimiento", dice Mira.
El tercer punto de la estrategia es "tener una organización del siglo XXI, abierta y orientada al exterior, flexible y sin organigramas rígidos, que esté orientada a proyectos". Por supuesto, nopuede faltar el talento, que se tiene que vincular a la empresa. "No se tiene que retener a la gente, sino conseguir que sequieran comprometer por el ADN y la cultura de la empresa", matiza el director de Cre100don. Finalmente, señala la importancia de desarrollar la marca. "La tecnología permite copiarlo todo, la diferenciación se tiene que basar en intangibles como la marca, hecho con reputación y confianza", asegura.
La hora de los ingresos
El acto de Cre100don en Barcelona también ha contado con la presencia de Joan Maria Nin, exvicepresident y ex consejero delegado de CaixaBank. Nin ha ofrecido su visión sobre el contexto económico actual y el futuro con la mirada puesta al 2020. Un contexto relevante y a valorar para conseguir el preciado objetivo de incrementar la dimensión de las empresas.
"Ahora tocan ingresos", ha espetado de entrada Joan Maria Nin. "Somos al final de un doble ciclo, hemos cabalgado los últimos 50 años sobre un modelo de crecimiento de deuda. Pero el final de este ciclo largo coincide con el final de un ciclo corto, el de la política monetaria y fiscal". A su entender, "hemos llegado al límite de las políticas monetarias y fiscales debido a su intensidad". Todo ello, asegura, también supone el final de la era de la inflación. "Cuando esta era acaba, acaban muchas cosas desde la valoración de los activos, la gestión de los salarios o los presupuestos de las empresas". Así pues, "toca ahorro, inversión y políticas de oferta".
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Joan Maria Nin y Carlos Mira al Círculo de Economía. PGF |
Nin ha recalcado que "somos en un momento de acumulación de deuda, el máximo de los últimos 5.000 años". Una gran acumulación de deuda que es la causa, según la exdirectiu bancario, de la curva a la baja de los salarios. "La participación de los sueldos a la renta nacional no ha dejado de ir a la baja en beneficio del pago de la deuda y de los rendimientos del capital", dice Nin. "Si vamos acumulando deuda pública, la consecuencia lógica es que el servicio de esta deuda cada vez ocupa más parte del presupuesto. Por lo tanto, hay menos espacio al sector público para retribuir a los funcionarios, e incrementa la fiscalidad más allá de cualquier límite adecuado restando espacio a la remuneración de los asalariados".
Una situación que califica de "condena al mileurismo" para el sector privado. Nin ha lamentado que "nos hemos apropiado del futuro de nuestros hijos y nietos hasta que no solucionamos este problema".
Las consecuencias
Este contexto ha generado un "desplazamiento del centro de gravedad mundial de Occidente a otras zonas. Más del 60% del PIB mundial estará bien pronto fuera de Occidente", según Nin. Además, ha alertado que "los Estados Unidos respiran hacia tendencias aislacionistas mientras Europa sigue dormida y no reacciona".
Eso sí, por el exdirigent de CaixaBank, en medio de toda esta incertidumbre ha surgido una nueva oportunidad: el Brexit. "Es muy positivo porque permite recuperar el proyecto original de la unión política europea, de los Estados Unidos de Europa". Un camino, a su entender, necesario cuando los valores dominantes de la economía pasan a ser "la incertidumbre, la inestabilidad y la volatilidad".
Las tres salidas
La conclusión de Joan Maria Nin es que en este panorama sólo hay tres salidas. La primera es "la clásica", que es una gran inflación. Por Nin "esto es injusto porque es un impuesto de facto que no pasa por la decisión de los ciudadanos". La segunda salida es la que ya estamos viviendo, la del estancamiento con "un tránsito doloroso de corrección de deuda que ya ha empezado y que necesitará muy bien dos décadas". El exdirigent bancario resalta que las nuevas generaciones ya huyen de la deuda, e incluso "las nuevas empresas también prefieren hacer rondas de financiación antes de que endeudarse".
Finalmente, la tercera salida es la revolución digital. "Si como empresas queremos gestionar este escenario, tenemos que sumarnos positivamente a este cambio tecnológico, el único que puede dar el incremento de productividad para pagar la factura de la deuda, así como del exceso de las políticas de demanda, monetarias y fiscales", ha concluido.