Una bicicleta eléctrica sin radios en la rueda delantera, una moto eléctrica reconocida mundialmente, máquinas y electrodomésticos para las principales marcas mundiales forman parte del portafoli de Anima Design, un estudio de diseño y desarrollo industrial fundado por Diego Quiroga y Joanma Baqués el 2002 en Barcelona.
Veinte años después, es un referente global en su sector, trabajando con grandes corporaciones cómo Siemens, Black+Decker o Repsol y han sido reconocidos con varios premios internacionales cómo el Red Dote, los Óscars del diseño. Su base son unos diseños estéticamente muy atractivos, casi futuristas, y con una alta funcionalidad por los usuarios,.
Diego Quiroga: "Queríamos dar alma al diseño, crear nuestro propio estilo"
"Venía de trabajar en otra empresa de diseño de mucho éxito, pero quería hacer las cosas a mi manera", explica Diego Quiroga, CEO de Anima, que resume la filosofía de la compañía: "Queríamos dar alma al diseño, crear nuestro propio estilo. Había muchos estudios que hacían productos como churros y nosotros queríamos hacer proyectos más elaborados".
Así, se pusieron en marcha y empezaron a trabajar para marcas cómo Cola Cao o Freixenet, pero siempre a través de agencias de publicidad: "Grandes marcas cómo Audi o Volkswagen tienen sus propios centros de diseño. Solo podíamos aspirar a hacer una pieza subcontratada o hacer productos para empresas más pequeñas".
Casualidad y China
Todo empezó a cambiar cuando se pusieron a trabajar para Casals, una empresa catalana del sector de las herramientas con más de 130 años de historia. Recibieron el encargo de diseñar muchos de sus productos y se especializaron. Uno de los aparatos de Casals se fabricaba en China: "A un fabricante chino le gustó mucho y nos invitó. Encontramos uno de los mejores clientes que tenemos, líder mundial de herramientas estacionarias".
Desde entonces, han diseñado más de 500 máquinas para algunas de las empresas del sector más conocidas en el mundo, cómo Black+Decker, Makita o Bosch. "Vieron que nosotros habíamos analizado muy bien la máquina, mirábamos cómo funcionaba y le dábamos nuevas funciones para mejorar la experiencia de los usuarios. No hacíamos solo un lavado de cara", destaca Quiroga.
Quiroga: "Los diseñadores asiáticos no entienden tan bien el producto para vender en Europa"
Su buen trabajo se fue conociendo por China y, en poco tiempo, el 80% de su facturación provenía de proyectos con el gigante asiático. De hecho, cuentan con una oficina a Shenzhen. Y abrieron otra puerta, de los electrodomésticos, con clientes finales cómo Rowenta o Electrodux. Anima Design recibía la petición de grandes fabricantes que producían por otras marcas globales: "Los diseñadores asiáticos no entienden tan bien el producto para vender a Europa".
La revolución de Anima
Vuelta, la moto eléctrica diseñada por Anima Design
Anima Design abrió su abanico y entró en el sector de la movilidad. Diego Quiroga era profesor de IADE Escuela de Diseño y lideraba el proyecto final de un grupo de alumnos para diseñar una moto eléctrica, que contaba con el patrocinio de un inversor. Y crearon Volta, una moto eléctrica con características de alto valor innovador cómo un kit de conectividad que desde una app móvil permite saber el estado de la carga de batería y programarla en horas de menor coste, geolocalización y desconexión en caso de robo. Entre otros, es utilizada por la Guardia Urbana de Barcelona
Este diseño les valió un premio Red Dote, galardones conocidos cómo los Óscars del diseño. "Con este producto fuimos muy conocidos, se hizo muy famoso. Pudimos acceder a otros clientes y empresas cómo Peugeot. Fue un hito importante, que nos llamara una compañía cómo Peugeot para hacer una moto eléctrica", destaca Quiroga.
No es el único reconocimiento que ha recibido Anima en el ámbito de la movilidad. El 2021 lanzaron al mercado Oohbike, una bicicleta urbana con la rueda delantera sin radios, nombrada bicicleta eléctrica del año 2021 y reconocida con el galardón GoodDesign. Un diseño que permite llevar mercancías en la rueda de delante o publicidad estática.
El Tramontana XTR, un vehículo de gran velocidad diseñado por Anima y que triunfa al Reino Unido
De la caída de China al surgimiento del triángulo europeo
Poco a poco, Anima Design se fue haciendo más grande y quiso ir más allá del diseño, para ofrecer un servicio integral a sus clientes, cubriendo toda la cadena. Desde estudios de mercado para nuevos productos, hasta ingeniería, prototipos, fabricación y lanzamiento. Se encargan de buscar las mejores piezas y oportunidades por cada producto. Justamente, la oficina de China se dedica sobre todo a buscar fábricas para producir piezas y productos para sus clientes.
Pero la pandemia está cambiando esta tendencia. Los precios de transporte de mercancía se han disparado y muchas marcas europeas quieren volver a trabajar con fabricantes más locales. "El 70% de los proyectos nuevos que han entrado a Anima en los últimos meses son de clientes que fabricaban en China y ahora lo quieren hacer aquí. Es un alud", resalta Quiroga.
Pero no es fácil. Los años de deslocalizaciones destruyó parte del tejido industrial europeo: "Lo que más cuesta es encontrar industria que tenga capacidad de producir lo que se hacía desde China". Una región que está ganando pesp y dónde Anima quiere entrar con fuerza es el triángulo de Polonia, República Checa y Eslovaquia, donde la industria juega un papel importante y dónde cada vez sacan más productos propios.
La innovación por Almirall
Casco de monitorització de la actividad cerebral diseñado por Anima Design por Starlab.
Con los años, Anima ha ido abriendo cada vez más sectores y ahora trabaja, además de las herramientas y la movilidad, en ámbitos cómo la salud: "No lo hacemos por un tema de querer alcanzar mucho, sino por salud empresarial y no tenerlo todo concentrado en un sector, que puede ser volátil. La salud puede ser más estable y, gracias a este sector, hemos crecido un 49% durante la pandemia".
Un ejemplo de producto desarrollado para el sector salud es un dispensador de medicamentos para personas con esclerosis múltiple para la empresa Almirall, de mecanismo similar al que sería un ventolin. Los pacientes con la dolencia avanzada no pueden pulsar el botón del espray.
Así resolvieron el problema: "Vimos que a los niños pequeños, cuando le pones el dedo, cierran la mano. Y lo replicamos. Cuando el paciente coge el aparato y cierra la mano, convertimos este movimiento cómo si pulsara el botón. Se pueden dispensar la medicación. Antes necesitaba una persona que se lo diera, han ganado autonomía".
De Barcelona al mundo
Más del 70% de sus trabajos son para empresas de fuera de España. Alemania, Italia, Suecia o Inglaterra son algunos de los principales países donde trabajan. "Hacer diseño por italianos puede parecer extraño, pero trabajamos mucho con ellos", destaca Quiroga.
Además, también cuentan con una sede en Donosti, con el objetivo de estar más cerca de grandes clientes industriales del norte de España, con empresas cómo BH, Orbea o Bellota. "Si eres diseñador industrial, tienes que estar donde está la industria. En España está sobre todo en el norte. Y por eso vamos ahora también a Polonia", apunta el CEO de Anima.
Líderes mundiales?
Anima cerró el 2021 con una facturación de 1,2 millones de euros, el doble que el año anterior. Además, han comprado un edificio a Barcelona, en el barrio de Les Corts, para instalar la nueva sede. "Con el sector de las herramientas ya somos bastante líderes, trabajamos con los más grandes. Ahora, queremos posicionarnos en el ámbito de la movilidad y de salud a Europa", explica Diego Quiroga sobre el futuro de la compañía, que mujer trabajo a casi una treintena de personas con diseñadores industriales e ingenieros.