Antón Costas, por ante las previsiones

El economista ha sido uno de los ponentes de la XXIX reunión del Círculo de Economía, donde ha pedido pensar en el bien común en la toma de decisiones

Entre el ruido de las advertencias, mensajes indirectos y propuestas políticas de gran voladizo que han ocupado los titulares dedicados a la XXIX reunión del Círculo de Economía que este fin de semana se ha celebrado en Sitges, sobresalen las reflexiones serenas del catedrático de la UB y vicepresidente de la entidad, Antón Costas. Con un tono siempre pausat y reflexivo, sus aportaciones no se leen con las prisas del primer café, sino con la tranquilidad de la última hora de la tarde, para asimilar mejor los dos conceptos sobre los que ha trabajado en los últimos años: ética y estímulo económico.

El discurso de Costas siempre ha llegado meses antes de que la oficialidad. Cuando la crisis apenas ponía en marcha y todavía funcionaban las tesis del liberalismo malentendido, Costas ya apuntaba a la necesidad de poner límites en su estudio La crisis de 2008. De la economía política y más allá. En una entrevista concedida a la B30, antecesora de VIAempresa , el profesor criticaba "el mecanismo de retribuciones del alta dirección del sistema financiero" y "la arrogancia intelectual y política que nos trajo a creer que sabíamos como dirigir la economía saltándonos los ciclos de crisis".

Referenciar al ideólogo
Costas ha repetido este discurso en Sitges y para validar su discurso remitió al mismo ideólogo del capitalismo, Adam Smith, y a la suya obra Teoría de los sentimientos morales, donde recomendaba crear "muros de contención éticos para evitar el desbordamiento de las pasiones que inspira el capitalismo". Con objeto de cuentas, pensar en el bien común a la hora de tomar decisiones de interés público o, incluso, propio.

El profesor también fue de los primeros al levantar la voz contra el dogmatismo de los recortes. Ya a principios de 2012, en una conferencia a Cecot , Costas criticó en los gobiernos europeos para "esforzarse para que todo sea susceptible de empeorar" y se mostró sorprendido por su "preocupación para reducir el gasto sin mirar la generación de actividad".

Primero, alumno 
Antón Costas es hoy un profesor respetado, en parte por las ensenyances recibimientos durante su etapa formativa. Estudiando universitario en su Galicia natal, donde se licenció en Ingeniería Industrial en 1972, llegó a Barcelona para pasarse a Económicas. En su tesis, sobre el pensamiento y la política económica liberal en el siglo XX, contó con el guiaje de Ernest Lluch antes de entrar a las aulas.

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