Por primera vez en sus 36 años de historia, la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), ha vivido unas elecciones con dos candidatos a la presidencia. Finalmente, el vigente presidente desde el 2007, Arturo Fernández (Madrid, 1945), ha sido el escogido con un 62,5% de los votos. Ha superado, después de una tensa campaña, la alternativa propuesta por Hilario Alfaro, que se ha quedado el 35% de los votos.
Fernández, que además de presidir la patronal madrileña es vicepresidente primero de la CEOE y presidente de la Cámara de comercio e Industria de Madrid, ha asegurado que "los empresarios hemos dado una lección de democracia".
Además, ha subrayado la necesidad de seguir trabajando para completar "la tarea iniciada el 2007, un proyecto donde necesitaremos a todos y cada uno de los que forman parte del CEIM"; a la vez que ha extendido la mano a Alfaro para colaborar en la buena marcha de la patronal.
Esta elección puede ser crucial por Joan Rosell, presidente de la CEOE, que había manifestado su apoyo a Fernández y se ve reforzado con un hombre de su confianza al frente de los empresarios madrileños a pocos meses de las elecciones a la patronal estatal. Rosell se ha mostrado satisfecho con la victoria de Fernández, del cual ha dicho que es "inteligencia natural, ve las cosas rápidamente y tiene mucha iniciativa".
Alimentando la empresa familiar
Arturo Fernández es licenciado en Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense, y tiene un MBA por la Universidad de Boston. Desde los 17 años trabaja a la empresa familiar, fundada por su abuelo el 1898, el grupo Arturo Cantoblanco.
La empresa está especializada a ofrecer servicios de restauración, y cuenta con unos 4.000 trabajadores. Entre las concesiones más destacadas que controla, hay la del Congreso de los Diputados, RTVE, AENA, varios ministerios o la Ciutat Deportiva del Real Madrid.
Últimamente la empresa de Fernández ha estado al ojo del huracán por las acusaciones de varios trabajadores y extreballadors, que denunciaban cobrar parte del salario en dinero negro. Además, Fernández ha sido imputado por el caso Bankia.
Ajeno a todo ello, Arturo Fernández no parece verse perjudicado, como demuestra la reelección al frente del CEIM. Y, de hecho, el diciembre pasado vendió el 51% de la empresa por 50 millones de euros al family officeReal Investment Holding, mediante una ampliación de capital .
Con esta operación Fernández seguirá al frente de la ejecutiva del grupo, pero incorpora Luis Sans como consejero delegado y dos miembros nuevos al consejo de administración.