El 1972 y bajo la iluminación de la mítica discoteca Bocaccio de Barcelona, un grupo de jóvenes arquitectos ideó un nuevo estudio de diseño para crear y producir mobiliario único y exclusivo. Fue el nacimiento de BD Barcelona Design, que casi 50 años después se ha convertido un referente mundial en el diseño del más alto nivel y sus productos son cotizados desde la China hasta los Estados Unidos. Y el responsable de hacer realidad los esbozos de Antoni
"La empresa nace cómo una necesidad de los arquitectos fundadores de tener mobiliario guapo para equipar sus proyectos de arquitectura. El 1972, España estaba aislada y era muy difícil importar artículos de diseño italiano o escandinavo y no había producción propia", explica Jordi Arnau, gerente de BD. Sus nombres eran Pep Bonet, Cristian Cirici, Lluís Clotet, Mireia Riera y Òscar Tusquets, que apenas se acababan de licenciar.
El objetivo era producir muebles de categoría, algunos de los cuales diseñaban ellos mismos y otros que trabajaban con otros diseñadores. "Un concepto similar que el mundo editorial de los libros. El gran valor es ir a buscar el autor y desarrollar el diseño, no tanto hacer la producción", resume Arnau.
Con la música de Bocaccio
Todo ello se pensó en la discoteca Bocaccio de Barcelona, centro neurálgico de la Gauche Divine durante los años 70. De hecho, inicialmente la empresa se bautizó Bocaccio Design y el propietario de local, Oriol Regàs, invirtió durante el primer año para impulsar el proyecto. "Siempre reivindico este nacimiento en una discoteca y en un momento cultural muy interesante, después de mayo del 68", apunta el gerente.
"Aquellos años fueron gloriosos. Cuando empiezas un sector que no existe, te conviertes en referente. Nadie hacía diseño ni en España ni en Barcelona, éramos los únicos. Todo el mundo nos miraba, hablaba de nosotros o nos copiaba", añade Arnau. Y es que BD revolucionó el diseño a Barcelona y en el país, con muebles únicos que hasta entonces no se veían.
Sobreviviendo a Ikea
Uno de los momentos que marcó el sector fue la popularización de Ikea, que hizo desaparecer muchas empresas y marcas locales. Jordi Arnau recuerda la reflexión que hicieron: "Ikea nos obligó a posicionarnos. La gamma más baja era suya, con productos que estaban bien y a un precio imbatible. Competir era imposible. Y nosotros decidimos subir de nivel, dejar los productos de gamma media e ir al alta".
Y empezaron a trabajar con materiales cada vez más buenos y de forma totalmente artesanal. Y con series muy pequeñas, entre 10 y 20 unidades y otros todavía más exclusivas. Hoy en día, BD trabaja con más de 100 artesanos del entorno de Barcelona, que hacen las piezas una por una.
De Barcelona en el mundo
Hacia los años 2000, el 70% de su producción era para el mercado español. Pero ahora le han dado la vuelta y el 85% es para el extranjero. Están en 70 países y entre los principales hay China, Corea del Sur, Estados Unidos, Italia, Inglaterra o Suiza. "En Asia se aprecia mucho la artesanía y le dan mucho valor a ver cómo se hacen los productos. El valor añadido es ir a China y decir que un espejo vale lo que vale, porque hay un artesano a Barcelona haciéndolo durando un mes", destaca Arnau.
BD trabaja con "las 400 tiendas de diseño más importantes del mundo", cosa que los permite posicionarse en diferentes mercados. Incluso, algunas de sus creaciones se venden en galerías de arte.
Jordi Arnau: "Nos movemos en la frontera entre el diseño y el arte"
"Nos movemos en la frontera entre el diseño y el arte. Algunos diseños son muy artísticos, algunos con ediciones muy limitadas que incluso se venden en galerías de arte. Hemos encontrado un camino donde hay menos empresas y el valor es superior que meramente la producción industrial y seriada", resume el gerente.
La clave del éxito internacional ha sido, además de salir al exterior en ferias y encuentros, crear diseños mucho golosos por otros mercados. "Es verdad que ha ido en detrimento del mercado de aquí, es un producto que no gusta tanto a Barcelona", reconoce. Pero el balance es muy positivo
Dalí y la conexión entre Gaudí y Bigas Luna
Una de las magias de BD son los acuerdos que cierra con artistas y diseñadores de primer nivel mundial para hacer realidad sus diseños y convertirlos en mueble. Y hay dos nombres que sobresalen: Antoni
Uno de los fundadores de la empresa, Òscar Tusquets, conocía a Dalí y empezaron a colaborar el 1973. BD hizo el primer sofá de los labios por la Casa-Museo de Dalí. Durante su estancia en Francia, Dalí había realizado dibujos y esbozos de diferentes muebles. A finales de los 80, acuerdan que BD los haría realidad. Y el catálogo de BD cuenta hoy con sofás, sillas, tablas o luces diseñados por el artista.
Los sofás del labio de Dalí | BD
La manera de llegar a los diseños de
Jaime Hayon, de reconocimiento internacional, es otro de los nombres vinculados a BD.
De hoteles de lujo a campos de criquet
Tradicionalmente, BD se había centrado especialmente en mobiliario para el hogar. Pero de un tiempo a esta parte, también se han adentrado en el equipamiento de grandes espacios, creando una división enfocada a este sector. Hoteles de cinco estrellas, restaurantes de lujo o sedes de grandes empresas en todo el mundo son algunos de los ejemplos.
Entre otros, han dejado su sello posando bancos de exterior por un estadio de criquet de Londres, el más grande del mundo. También en el edificio más alto de Suiza, las torres Roche. O el Hotel Edition de Barcelona.
BD ha equipado el restaurante Alkímia de Barcelona | BD
Crecimiento imparable
Este es uno de los secretos que les ha permitido lograr un gran crecimiento. Durante este 2021, acumulan un incremento de las ventas del 25%. El 2020 acabaron el año con una facturación de tres millones y la previsión es superar los 4 millones este año.