Las ventas de Basf en el Estado español el pasado 2023 cayeron un 13% respecto al año 2022. Según ha informado la compañía química, la cifra del pasado ejercicio fue de 1.358 millones de euros, una cantidad lejana a los 1.562 millones de euros presentados hace un año, pero un 7% mejor que las que registró justo antes del estallido de la pandemia. La empresa alemana ha señalado al aumento de precios y la caída de la demanda como principales motivos de la bajada de su volumen de ventas, aunque ha recordado que las cuentas de 2022 fueron las mejores de la historia de la firma.
En concreto, Basf divide en dos su empeoramiento: el aumento de precios ocupa el 7%, mientras que la caída de demanda se lleva el 6% restante. Sin embargo, los resultados no preocupan al grupo. "El desarrollo de nuestras actividades muestra una alta competitividad y salud robusta, a pesar de la coyuntura económica y política actual. Si ponemos en contexto las cifras, estos resultados nos sitúan a niveles prepandémicos; comparados con ejercicio de 2019, estaríamos hablando de un 7% por encima", ha recordado Carles Navarro, director de Basf en el Estado español.
Del 13% de la caída de ventas, Basf atribuye un 7% al aumento de precios y un 6% a la caída de la demanda
La compañía alemana cree que las variables que han provocado su bajada en ventas han afectado de forma parcial y no han condicionado a todos los segmentos, ni tampoco con la misma intensidad. Algunos negocios, como los de los superabsorbentes, lubricantes, pinturas, cosmética y cuidado del hogar, mejoraron durante el segundo semestre del año. En cuanto a los precios, todos los negocios mostraron una clara tendencia a la baja.
Optimismo de cara al 2024
Pese a los resultados, Basf tiene previsto mantener sus niveles de inversión de cara al actual ejercicio. Han planificado inyectar 40 millones destinados al negocio del Estado español, una cifra ligeramente menor a la de 2023 (45 millones), cuando la empresa química acabó superando sus previsiones de inversión en dos millones. "Los niveles de inversión se mantienen estables. Esto pone sobre la mesa, por un lado, nuestra capacidad de resiliencia, compromiso, capacidad de innovación y fiabilidad; y la apuesta del grupo por el país, por otro", ha destacado Navarro.
Actualmente, en Europa existe un "escenario de incertidumbre" según Basf, dada la situación de la industria química en el continente. La compañía alemana lleva tiempo trabajando con proyectos de "química sostenible" y ya ha llegado a acuerdos con empresas de la industria textil o automovilística. En Catalunya, la Canonja (Tarragona) acogerá una futura planta de reciclaje de baterías. Para poder impulsar iniciativas como éstas, Basf tiene otorgadas unas ayudas de 125 millones de euros por parte de las administraciones. Ahora, sin embargo, el consejo directivo deberá decidir si ejecuta el proyecto "en los próximos meses". También está en marcha en Tarragona el hub de ingeniería de proyectos para Europa, con una plantilla en crecimiento de unos veinte trabajadores.