Captura de Pantalla 2023 06 23 a les 10.07.29
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Las baterías eléctricas hechos en Catalunya para los futuros taxis voladores

Bernat Carreras dejó su trabajo en la Fórmula 1 para poner en marcha un nuevo proyecto que quiere revolucionar los aviones eléctricos

Bernat Carreras era ingeniero en el mundo de la Fórmula 1 cuando decidió dejarlo para poner en marcha un nuevo proyecto personal, centrado en servicios de ingeniería. Fue el 2019 y bien pronto apostó para crear sus propios productos y fabricar baterías eléctricas de altas prestaciones pensadas por la competición y pequeños aviones. Fue el principio de Bold, que espera convertirse en un referente mundial en baterías eléctricas en el campo de la aviación eléctrica. Por ejemplo, en los taxis voladores, la próxima gran revolución del sector de la movilidad área sostenible.

Todo ello desde la fábrica de Montmeló, donde dan trabajo a unos 120 trabajadores y dónde ahora invertirán unos 25 millones de euros para hacer el salto definitivo a los Estados Unidos gracias a sus baterías que permiten hacer volar aviones.

El sueño de la Fórmula 1

Bernat Carreras se licenció en Ingeniería Mecánica e hizo un máster en Motorsport (motor de competición) a Inglaterra. "Trabajar en la Fórmula 1 era un reto vital, era mi prioridad", explica. Y lo consiguió el 2011, cuando entró a trabajar como ingeniero en HRT. Y hasta el 2018 fue pasando por equipos cómo McLaren, Renault u Honda como ingeniero de diseños.

La entrada en el mundo de la Fórmula 1 no es sencilla y Carreras lo logró después de trabajar un tiempo en el sector de la aeronáutica, especializándose en materiales avanzados. Y le permitió hacer el salto a la gran competición del motor, donde estuvo durante siete años especializándose en materiales ligeros y baterías de sistemas híbridos.

El inicio de la aventura

"Había cumplido el objetivo". Después de siete años en la Fórmula 1, que le sirvieron para aprender conceptos técnicos, vio que era el momento de poner en marcha su propio proyecto y crear una empresa. Los últimos meses ya había compaginado la tarea como ingeniero en Honda con servicios de asesoramientos a empresas y dio el paso definitivo el 2019, dejando un trabajo muy bien pagado para iniciar una nueva aventura.

Y tenía claro que el sector de las baterías eléctricas de altas capacidades tenía que ser la apuesta y el futuro, llevándolo más allá del mundo del alta competición: "Sabía que tenía mucho potencial". Así, empezó haciendo servicios de ingeniería para otras empresas, puesto que es un negocio que requiere poca inversión y con beneficios desde el principio. Y aprovechando sus contactos, los primeros trabajos fueron para clientes de Fórmula 1 o Fórmula E. La acogida fue muy buena.

Carreras: "Quería construir una empresa con valor"

A pesar de que el negocio funcionaba muy bien, Bernat Carreras vio que para escalar el proyecto y crecer más tenía que apostar por los productos propios. "Los servicios de ingeniería te puede funcionar muy bien, pero no te da valor como empresa, siempre estás pendiente del siguiente proyecto. Y quería construir una empresa con valor intrínseco", resume.

Así, a medida que tenían más recursos económicos y personales, fueron virando hacia el diseño y fabricación de productos propios, centrándose completamente en baterías eléctricas de altas prestaciones. Todo ello desde Montmeló y apostando por materiales muy ligeros cómo la fibra de carbono, que ya se utilizaba a la Fórmula 1.

Querían huir de la automoción general, donde la competencia con Asia y la batalla por el precio son los pilares. Carreras apostaba por la calidad y prestaciones cómo la ligereza. Y con este producto ya han ejecutado proyectos en el alta competición automovilística.

Los taxis voladores y la revolución de Bold

Bold ya ha empezado a producir las primeras baterías para aviones eléctricos fabricadas en Catalunya. Ya han recibido los primeros pedidos y esperan instalar las primeras baterías eléctricas en aviones el 2024. Pero no son aviones comerciales, sino pequeñas aeronaves de entre 2 y 9 pasajeros del segmento del Advanced Air Mobility. Aeronaves que pueden elevarse y aterrizar de manera vertical y que servirán por trayectos más cortos.

"El nuevo sector de los taxis voladores y aeronaves de distancias cortas", resume Carreras. En estos vehículos, la batería es lo que hace que sea un negocio viable o no, es el gran reto que tienen los fabricantes. El combustible fósil es entre 30 y 40 veces más eficiente por kilo que una batería eléctrica, lo que permite recorrer mucha más distancia con el mismo peso. La gran batalla que afrontan empresas cómo Bold es conseguir baterías mucho más ligeras y más eficientes. "El factor del peso es ultracrítico", reconoce Carreras.

"El factor que hará que el negocio sea viable o no es la batería, es lo que está menos avanzado", enfatiza. Y desde Bold están convencidos que pueden ofrecer la mejor solución a este reto y convertirse en uno de los referentes y líderes mundiales en baterías eléctricas por la aviación. Según Carreras, a finales de la década ya se podrán ver estas aeronaves haciendo de taxis. Un transporte que puede revolucionar la movilidad tal como la conocemos.

El gran reto de Bold

"Hay algunas empresas que hacen cosas similares, pero no es un sector tan competido cómo la automoción general. Es un buen momento por haber entrado", confía. La aviación comercial, de momento, está descartada y no es un sector donde se prevé una gran electrificación a corto plazo.

Este es el gran reto de futuro de Bold. Para llegar, de momento mantienen los servicios de ingeniería y asesoramiento (que suponen el 50% de los ingresos) y también continúan muy vinculados a la fabricación por la Fórmula 1. Y, mientras tanto, ir trabajando seriamente y haciendo pasos seguros en las baterías eléctricas por pequeñas aeronaves, con la idea que este sector estalle y Bold se sitúe como referente.

Carreras: "No me planteo vender el negocio, mi visión es a muy largo plazo"

Y tienen claro que el lugar donde estar son los Estados Unidos, donde hay los principales fabricantes de aeronaves ligeras. Por eso, la compañía abrirá una nueva fábrica en los Estados Unidos, pero manteniendo los laboratorios y el desarrollo del negocio en Montmeló. A pesar de que llame la atención, Carreras reconoce que es casualidad que estén en Montmeló y no lo eligieron expresamente por tener el Circuito de Catalunya. De hecho, no tienen muchos clientes catalanes o españoles, aunque sí que tienen muchos proveedores, aprovechando la importancia del sector de la automoción.

Con esta estrategia, Bold quiere llegar a ser referencia mundial en la nueva movilidad sostenible desde Montmeló. Desde sus inicios han obtenido beneficios y el 2022 multiplicaron por cuatro la facturación del año anterior. Y casi siempre con recursos propios. "No me planteo vender el negocio, mi visión es a muy largo plazo", concluye Carreras.

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