Caixabank disfruta de Bankia pero sufre por el ERE

La entidad dispara los beneficios después de la fusión, hasta los 4.786 millones de euros, y tiene previsto cerrar el acuerdo con los sindicatos en junio

El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, en la presentació de los resultados del primer trimestre | Europa Press El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, en la presentació de los resultados del primer trimestre | Europa Press

Caixabank ha conseguido el principal objetivo que se marcó a principios de año: completar la fusión con Bankia durante el primer trimestre de 2021. El resultado de la absorción, de momento, ha sido agridulce. Por un lado, la entidad ha disparado los beneficios por la incorporación de Bankia: ha pasado de los 90 millones de euros del primer trimestre de 2020 a los 4.786 millones de ahora. Por el otro, se tiene que enfrentar a un proceso de despido colectivo que se prevé que afecte a más de 8.000 personas. "No es un proceso agradable, es duro, tenemos un compromiso con estas personas; queremos que el mínimo de personas posible salgan afectadas", ha indicado durante la presentación de los resultados del primer trimestre el consejero delegado de la empresa, Gonzalo Gortázar.

Y ha añadido: "Si no reaccionamos y tomamos la decisión, no serán 8.000 las personas afectadas, sino 43.000 [el total de la plantilla de la nueva Caixabank]". El proceso de negociación formal con los sindicatos todavía no ha empezado, lo hará en las próximas semanas. Gortázar espera el acuerdo para junio: un mes de trance para eliminar duplicidades. "Hemos hecho un estudio exhaustivo durante seis meses; no es una cifra que hemos creado a partir de hipótesis, es muy concreta porque sabemos la importancia que tiene", ha indicado.

Este discurso contrasta con el mensaje que han enviado los sindicatos este miércoles a los máximos accionistas de la entidad -el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y la Fundación Bancaria La Caixa, en este caso a su presidente, Isidre Fainé-. Los representantes de los trabajadores denuncian que la fuerza en las reuniones es "desigual". Por eso, les piden que intervengan. "No se puede permitir que la supremacía del dinero esté por encima de los valores, del mismo modo que la Fundación no lo permite en todos sus programas que pone en marcha cada año y que ayudan a millones de personas en todo el mundo", dice el documento remitido a Fainé.

Gortázar: "Si no reaccionamos y tomamos la decisión, no serán 8.000 las personas afectadas por el ERE, sino 43.000 [el total de la plantilla de la nueva Caixabank]"

En la carta del FROB, los sindicatos recuerdan el rescate de la banca precisamente con la fundación de este fondo, que costó 6.750 millones de euros a los ciudadanos -sin contar el rescate de Bankia posterior-. En este sentido, consideran que "esta gran cantidad de dinero procedente de las contribuciones de los trabajadores y trabajadoras del Estado no puede servir para destruir empleo de calidad en empresas que están generando beneficios millonarios". Gortázar asegura que el mantra de Caixabank en esta negociación será "escuchar", tanto a los empleados como al Gobierno español.

ERE vs sueldos altos

Los despidos irán acompañados de un plan de recolocación que tiene que coincidir, según las previsiones de Caixabank, con un periodo de crecimiento económico. "Las salidas se harán entre finales de este año y, sobre todo, durante 2022, a pesar de que cerremos el acuerdo con los sindicatos el mes que viene", ha apuntado el consejero delegado de la entidad, y ha explicado que la mayoría de duplicidades se producen por la integración de sistemas, cosa que no pasará hasta de aquí a seis o 12 meses. "Hace un año sí había una situación dantesca y no se nos habría pasado por la cabeza tomar una decisión como esta. En 2022, estaremos en una recuperación económica y tendremos acceso en un programa de ayudas de Bruselas con importes que nunca habríamos podido soñar. ¿Por qué las personas que ahora hacen actividades financieras no se pueden dedicar a ello?", ha añadido.

En la junta general de accionistas del 14 de mayo se debatirá sobre un incremento de sueldo para los directivos de Caixabank, que coincidirá con la negociación de los ERE

Otra de las peticiones que hacían los representantes laborales en las cartas era que tanto el FROB como la Fundación La Caixa voten en contra del incremento de sueldo de los directivos de Caixabank, una propuesta que se debatirá el 14 de mayo en la junta general de accionistas. "La avaricia de unos pocos supondrá el despido de muchos", se quejan. En este sentido, recuerdan que el nuevo presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, cobrará el triple del salario que tenía en Bankia. Sobre este supuesto aumento de los sueldos y las declaraciones de la vicepresidenta segunda del Gobierno central, Nadia Calviño, que calificaba de "inaceptables" los salarios que tienen los banqueros españoles, Gortázar se ha limitado a decir que los salarios de los directivos de entidades financieras están "muy reglados" y que escuchan a todos los actores, una respuesta parecida a la que daba la semana pasada el consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno.

Con el interrogante de qué pasará con los sueldos de los directivos, Gortázar se centra en las salidas: "Queremos un acuerdo razonable, que permita hacer frente a un entorno duro: tenemos que tener la capacidad de adaptarnos, es nuestro compromiso". El coste de estos despidos no será bajo, pero el consejero delegado no los ha querido detallar todavía. Será en junio, que se tendrá la cifra definitiva de las bajas, cuando se comunicará la cantidad. Lo que sí ya sabe la entidad es que la posición sólida actual le permitirá hacer frente a este gasto laboral y a todo el resto de las expensas que surgirán de la fusión y que todavía no han tenido un impacto en la empresa. Y es que todo aquello relacionado con Bankia solo se nota en el balance del primer trimestre, pero no en la cuenta de resultados.

El 'badwill' y el futuro

Han sido, eso sí, los primeros resultados que ha presentado la nueva entidad. Sin incorporar los extraordinarios asociados a la absorción, el beneficio atribuido de la compañía ha sido de 514 millones de euros, que multiplican por seis el resultado del primer trimestre de 2020. Estos 4.786 millones de euros que comentábamos al inicio de este texto, surgen después de sumar el fondo a comercio negativo que se ha generado de la fusión. Es el llamado badwill, la diferencia entre el valor razonable de los activos y pasivos y del valor de las acciones que emite la empresa. El resultado en el caso de Bankia y Caixabank ha sido de 4.300 millones de euros.

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Lo que más impacto ha tenido en la diferencia de resultados entre este año y el primer trimestre del año anterior han sido las provisiones para hacer frente al impacto económico de la covid-19. Gortázar ha explicado que "debido a la fortaleza que tenemos, no ha sido necesario hacer provisiones este 2021". El año pasado en cambio, en el primer trimestre se reservó una dotación de 400 millones de euros, que tuvo un impacto en la cuenta de resultados de aquellos tres meses. El consejero delegado de Caixabank ha avisado que el hecho de que no se hayan tenido que utilizar no quiere decir que no se tenga que hacer en un futuro: "Nos estamos anticipando". Esto ha supuesto que los gastos de explotación se hayan reducido un 3,3% el primer trimestre. Aún así, las previsiones apuntan que el ERE y otros gastos causados por la fusión harán crecer la cifra un 1% a finales de año.

Gortázar ha destacado la actividad comercial que ha presentado la entidad durante el primer trimestre pese a la cuarta ola de la covid-19: "Hemos recuperado un nivel de actividad elevado". Los ingresos core han aumentado un 1% hasta situarse en los 2.066 millones de euros. El margen de intereses se ha reducido hasta los 1.191 millones de euros, un 0,7% menos en tasa interanual. Aún así, los contratos de seguros se han ensartado un 9,3%, los resultados asociados a las aseguradoras participadas lo ha hecho un 39,2% y las comisiones, un tímido 0,2%.

Gortázar: "Debido a la fortaleza que tenemos, no ha sido necesario hacer provisiones este 2021; es el principal factor que ha influido en la cuenta de resultados"

Del resultado de 514 millones -el que tiene en cuenta la entidad-, 444 millones corresponden a la actividad bancaria y de seguros, 58 millones provienen de la filial portuguesa BPI, y 12 millones, de participaciones. El consejero delegado ha hecho una mención especial a la tendencia de BPI: "Las cuotas de mercado ya han superado el 10% y las ratios de morosidad son muy bajas, de un 2,2%; es un jugador fantásticamente bien posicionado en Portugal". La ratio de morosidad de Ciaxabank es más alta, de un 3,6% -por encima del 3,3% de 2020-. Aún así, se encuentra por debajo de las previsiones que hacía la compañía a principios de año, cuando se estimaba que aumentaría hasta entre un 4% y un 5%.

De cara al futuro, el consejero delegado de Caixabank ha establecido dos retos principales, que son generalizados en el mundo financiero. El primero es el cambio de comportamiento de sus clientes con la digitalización. A pesar de que "no es un reto nuevo ni específico del sector financiero", Gortázar lo destaca. La entidad cuenta con más de 10 millones de clientes digitales, un 70,5% del total. Este porcentaje ha aumentado desde el 47,6% en solo cinco años. El otro reto de futuro es la prolongación de los tipos bajos de interés, que "pensábamos que era un factor coyuntural, pero se está convirtiendo en estructural". Gortázar ha avisado de que generan una "presión en los márgenes" y que tienen un efecto retardado. Pero este es un futuro a medio o largo plazo. El futuro más inmediato estará marcado por el ERE.

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