El 1953 nació el Camping Costa Brava, el más antiguo de todo el Estado español. Está situado en Sant Antoni de Calonge (Baix Empordà) y al frente del negocio hay Ester Herranz con su marido, a pesar de que ya en proceso de ceder las riendas a su hija y su yerno.
A pesar de que el camping suma ya 65 años de historia, ellos hace 45 que lo dirigen. El espacio que ocupa, un antiguo pinar, era un terreno en manso de la familia de Herranz y que sólo se utilizaba en los meses de invierno para extraer leña. "Un día recibimos la visita de un señor que quería alquilar el espacio para poner un camping. Mis padres quedaron parados, porque ni siquiera sabían qué era esto!", recuerda Herranz, que detalla que los ofrecieron 10.000 pesetas por cada año de arrendamiento.
"No habíamos sido nunca en un camping, pero decidimos probarlo y así hemos cumplido ya 45 años"
Aceptaron la oferta, bastante jugosa para los años 50, y cedieron la explotación del terreno durante 20 años con un condicionante: poder ir los meses de invierno, cuando todo era cerrado, para continuar cogiendo leña. Años más tarde, cuando sólo faltaba uno para cumplir el tiempo establecido al contrato, Herranz y su pareja decidieron no renovar y quedarse ellos con el negocio. "No habíamos sido nunca en un camping, nos lo tuvimos que pensar mucho, pero decidimos probarlo y así hemos cumplido ya 45 años", apunta.
Crecer mientras se aprende
No sabían nada de como gestionar un establecimiento turístico, tampoco de gestión de empresas, así que necesitaron el apoyo de antiguos trabajadores para aprender como era el día a día de este negocio. "Cogimos dos personas que hacía un par de años que trabajaban al camping porque me enseñaran a mí a llevar la recepción y a mi hombre, a montar las tiendas", detalla Herranz.
A pesar de que el espacio no se ha ampliado, sí que año tras año se han ido tirando reformas. De hecho, tal como detalla la directora, inicialmente no había nada del que hay ahora: "No teníamos agua caliente, ni baldosas a los baños... y mucho menos piscina! La piscina hace 37 años que la instalamos". Ahora también cuentan con un parque infantil, una ludoteca, sala de juegos con Internet, supermercado y lavadoras. Todo para dar poco a poco la comodidad que cada vez más ha ido pidiendo el visitante.
El Camping Costa Brava tiene 220 parcelas para tiendas y caravanas
Al principio todo el que tenían eran tiendas, pero con los años han visto como las caravanas han ido tirando-se un lugar para convertirse en el más común. Otros campings han hecho una pasa adelante y han apostado por los bungalows, una opción que ellos no contemplan por el espacio que tienen. "No hay lugar para poner, pero tampoco para ofrecer el plus de comodidad que busca este tipo de turista", comenta la directora.
Aprovechando el atractivo de la Costa Brava
Con plena ocupación, y teniendo como media unas tres personas por parcela, pueden llegar a tener cerca de 950 personas. Para la compañía, la temporada empezó el día 12 de mayo, que es cuando abrió las puertas, y cerrarán el 17 de septiembre. Ahora bien, el grueso de gente empezará a llegar por San Juan y tendrá su punto álgido la segunda quincena de julio y la primera de agosto.
Mientras el junio, y más encara el día 23 con la verbena, es cosa de jóvenes que buscan fechas señaladas y fiestas mayores; el resto del verano reciben principalmente familias. Los ayuda mucho el hecho de estar situados entre Playa de Aro y Palamós, dos pueblos que dan mucha vida a un municipio que Herranz describe como "turístico pero calmado", como es Sant Antoni de Calonge.
La piscina del camping es una de las mejoras que han hecho con el tiempo
Los holandeses son quienes acostumbran a estrenar la temporada, pero el Camping Costa Brava ya espera la llegada de los belgas durante esta segunda mitad de junio. Son ellos quienes "mandan", apunta Herranz, porque el hecho de llegar una semana antes o después hace que después alarguen o acorten por detrás su estancia. "Si vienen pronto, sabemos que después tendremos todo el agosto por los españoles", añade.
50 años pasando el verano al camping
Cada año, en el mismo momento de abrir las puertas del espacio, la familia propietaria se muda al camping para pasar los cuatro meses de trabajo. Es una muestra del "sacrificio" que tuvieron que hacer a primeros de estos 45 años de gestión del camping. Un sacrificio que con el tiempo se ha ido vuelto un hábito por placer. "Lo hemos hecho siempre y nos gusta, nos instalamos para poder gestionarlo todo bien, para saber qué necesita la gente, para conocerla... pero también porque estamos a gusto", afirma con contundencia Herranz. Con ellos, en el espacio trabaja un equipo de entre 8 y 15 personas según el trabajo del momento.
Entrega de la medalla de la Asociación de Campings de Girona | Cedida
Quizás es esto el que ha hecho que, después de tantas décadas, sean el camping más antiguo de España. Un hito que acaba de ser galardonada con una medalla distintiva otorgada por la Asociación de Camping de Girona, una insignia de oro recibida como reconocimiento de su larga trayectoria.
"Tenemos clientes que hace 40 años que vienen, nos conocemos hace mucho"
Pero el que más avala la buena gestión de la compañía es ver como después de tantos años algunos visitantes no fallan ni un solo verano. "Tenemos clientes que hace 40 años que vienen, nos conocemos hace mucho. Y también hay personas que pasan aquí el verano desde hace más de 50 años, de antes de que nosotros cogiéramos el mando", concluye Herranz con un tono de orgullo.