La empresa catalana Girbau ha inaugurado una nueva fábrica en Oshkosh (Wisconsin, Estados Unidos) con capacidad para producir 3.000 máquinas al año. La compañía, especializada en soluciones de lavandería industrial, da de este modo un paso más en su presencia en el mercado estadounidense, al que podrá abastecer a partir de ahora exclusivamente desde la nueva planta productiva.
Girbau ha celebrado el acto de inauguración de la nueva fábrica esta madrugada del miércoles con la presencia del director de la Oficina Exterior de Acció en Nueva York, Robert Negre, representantes de las autoridades locales de Wisconsin y Oshkosh, así como de directivos de la empresa. El acto, además, coincide con las celebraciones por el 105 aniversario de la compañía. La nueva planta de Girbau en Wisconsin permite a la empresa dar un paso más en su presencia en Estados Unidos, donde hasta ahora operaba mediante la distribución de su maquinaria. La nueva fábrica abastecerá de forma exclusiva el mercado local estadounidense con el objetivo de reforzar la estrategia de proximidad, obtener una mayor eficiencia operativa, agilizar los tiempos de entrega y reducir la huella ambiental.
"Esta nueva planta simboliza la evolución constante de Girbau: una empresa con más de un siglo de historia que sigue mirando hacia el futuro con la misma pasión y compromiso con los clientes y el planeta", ha apuntado Mercè Girbau, presidenta y CEO de Girbau, quien ha añadido que "Estados Unidos es un mercado estratégico para nosotros y esta inauguración reafirma la voluntad de seguir creciendo de forma sostenible y en colaboración con nuestros socios locales".
Girbau, fundada en 1920 y con sede en Vic (Osona), diseña y ofrece soluciones innovadoras en el ámbito de la lavandería industrial. En su conjunto, la empresa dispone de siete unidades productivas y más de 880 trabajadores. Para el proyecto de establecimiento en Estados Unidos, la firma ha contado con el apoyo de Acció, la agencia para la competitividad de la empresa del Departamento de Empresa y Trabajo, mediante la Oficina Exterior de Comercio e Inversiones en Nueva York en el marco del Plan Responem del Govern para hacer frente a la crisis arancelaria.