
El acceso a la vivienda es el principal problema para los catalanes, según constata el Centro de Estudios de Opinión. Con unos alquileres disparados y los sueldos congelados desde hace años, cada vez es más difícil el acceso. En este contexto, la vivienda pública se vuelve fundamental: pero Catalunya se encuentra a la cola de Europa, con un porcentaje de protección oficial de alquiler que se sitúa en el 1,5% el total del parque de vivienda. La media europea es de alrededor del 15%.
Para combatir esta realidad enquistada y facilitar la creación de vivienda social, ya hace más de dos décadas que varias fundaciones catalanas decidieron unir esfuerzos para dar respuesta a esta necesidad. De aquella iniciativa nació Cohabitac, la Coordinadora de Fundaciones Promotoras y Gestoras de Vivienda Social de Alquiler de Catalunya. Hoy, agrupa diecisiete entidades, han promovido 10.000 viviendas sociales y gestionan más de 5.000 pisos en todo el territorio, un 10% del parque de alquiler social existente en el país.
López: "El objetivo es incrementar el parque de vivienda de alquiler social en Cataluña"
"El objetivo es incrementar el parque de vivienda de alquiler social en Catalunya", sentencia Xavier López, gerente de la Coordinadora, que enfatiza que la voluntad es combatir la exclusión residencial. Es con esta filosofía que las fundaciones que forman parte de Cohabitac se dedican a la promoción, rehabilitación, compra, cesión y gestión de vivienda en alquiler social. Siempre sin ánimo de lucro y con la clara voluntad de reinvertir todos los beneficios en más vivienda social. "Es un círculo virtuoso", señala López.
Cuando nació Cohabitac a principios de los años 2000, fue un proyecto de dos fundaciones. "Aparecían las primeras fundaciones que promovían vivienda social y se vio que tenía futuro", apunta López. Por ello, crearon una federación para tener más incidencia pública. Desde entonces, han sumado quince fundaciones más y son una de las principales claves de la vivienda social en Catalunya: gestionan viviendas en más de 150 municipios.
La clave del modelo
El sistema con el que trabajan combina dos vías principales: la promoción de obra nueva y la adquisición de viviendas ya existentes a través de la fórmula de tanteo y retracto. En el primer caso, los ayuntamientos juegan un papel central cediendo suelo en derecho de superficie, habitualmente por 75 años. Con estos terrenos, y gracias a la financiación del Instituto Catalán de Finanzas o las subvenciones europeas, se construyen edificios que, una vez amortizados, revertirán al patrimonio público. Así, destaca que facilitan la creación de vivienda pública a los ayuntamientos, ya que no es necesario que se encarguen de la promoción, construcción o gestión ni tampoco deben endeudarse.
“Nosotros pagamos la hipoteca con los alquileres. Cuando la terminamos de pagar, tenemos ingresos del alquiler y, como somos una fundación, se deben dedicar a generar nuevas promociones. Es un círculo virtuoso”, resume López.
Alquileres asequibles para todos
El modelo garantiza unos alquileres muy por debajo de los precios de mercado. Según el gerente, la clave es que “la gente no dedique más del 30% de los ingresos”, con casos de viviendas extremadamente sociales en que la cuota es simbólica. La idea no es sólo dar respuesta a personas en situación de gran vulnerabilidad, sino también a aquellas familias con ingresos medios que tampoco pueden acceder al mercado libre. “Personas con 1.600 euros no tienen capacidad de entrar al mercado a alquilar por 1.000 euros”, recuerda.
Objetivo: 50.000 pisos
Con esta trayectoria, la federación se ha fijado objetivos ambiciosos de futuro en el marco del anuncio del gobierno de la Generalitat de construir 50.000 nuevas viviendas hasta 2030. Cohabitac muestra su disponibilidad a construir un millar de pisos al año y adquirir un millar más.
El gerente no esconde que la falta de vivienda asequible es consecuencia de décadas de políticas intermitentes e insuficientes: "La problemática se ha ido acumulando hasta el extremo actual. Políticas sociales de vivienda ha habido pocas y han sido intermitentes. La política de vivienda pide dos cosas: visión a largo plazo y poner dinero".
López: "El camino es largo y no se soluciona en dos o tres días"
Como referencia, cita el caso de Viena, donde la ciudad lleva un siglo apostando por el mismo modelo e invirtiendo recursos. “Nos llenamos la boca con Viena, pero hace 100 años que hacen la misma política y poniendo dinero. Y tienen un gran parque de vivienda de alquiler social. Aquí no se ha hecho y hay que empezar a hacerlo, teniendo en cuenta que el camino es muy largo.”
"Todas las manos son pocas", reitera López. Sea como sea, las cifras sitúan a las entidades que forman parte de Cohabitac como una de las claves para garantizar el acceso a la vivienda: gestionan más de 5.000 viviendas, tienen más de 1.500 viviendas en obra o proyecto y han construido 10.000 pisos de alquiler social. Es decir, gestionan el 10% del parque total de Catalunya. "Pero el camino es largo y no se soluciona en dos o tres días", concluye.