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Consum cooperativa, el súper donde la cajera es propietaria de la empresa

La huella de Consum en Catalunya es muy relevante: disponen de 300 establecimientos que generan unos 5.000 puestos de trabajo directos y una facturación de 1.000 millones de euros

Un establecimiento Consum en Olot, inaugurado recientemente por la compañía | Concedido
Un establecimiento Consum en Olot, inaugurado recientemente por la compañía | Concedido
Xavier López | VIA Empresa
Especialista en cooperativismo y economía social
09 de Diciembre de 2025 - 04:55
Act. 10 de Diciembre de 2025 - 12:11

Allá hacia los años setenta del siglo pasado emerge en Valencia, y no por casualidad, un movimiento cooperativo de nueva hornada. En los últimos años de la dictadura franquista, en la búsqueda de espacios de participación, muchos jóvenes y trabajadores buscan fórmulas económicas más democráticas y las cooperativas representan una alternativa real a la empresa dominante. Por otro lado, Valencia no es ajena a la renovación social que se produce en el conjunto del Estado, impulsada por los movimientos cristianos de base, de forma que estas comunidades fueron auténticos viveros de cooperativas.

 

En aquellos momentos, la experiencia cooperativa iniciada un par de décadas antes en Mondragón, impulsada por el cura José M. Arizmendiarrieta, ya había comenzado a tomar impulso y recibía visitas de todo el mundo por su singularidad e impacto. Las ideas y principios se podían poner en práctica, y con éxito. Así pues, no resulta extraño que los líderes de las incipientes cooperativas valencianas visitaran varias veces Mondragón y trasladaran y adaptaran su modelo basado en la democracia en la empresa y la intercooperación. Unos primeros proyectos que, con el paso del tiempo, devendrían grandes cooperativas.

Así es como en el año 1975, se constituye en el barrio de San Marcelino de Valencia, por parte de un grupo de jóvenes trabajadores y miembros de los movimientos vecinales la cooperativa Consum, con el propósito de garantizar alimentos de calidad y al mismo tiempo garantizar precios justos. Como suele pasar en esta primera etapa, el voluntariado, la ilusión, el idealismo y las ganas de hacer cosas nuevas, se convierten el motor principal para desarrollar un minúsculo autoservicio de ultramarinos. Aquel incipiente proyecto cooperativo de consumo se encuentra hoy, al cabo de 50 años, entre las seis principales cadenas alimentarias de todo el Estado, solo por detrás de Mercadona, Carrefour, Lidl, Dia y a la par con Eroski, también cooperativa.

 

Consum es una cooperativa integral, de forma que son propietarios tanto los socios consumidores como los socios trabajadores. Es así que cuando vamos a comprar nos convertimos en socios, y cuando nos cobra la cajera lo hace una propietaria también. El modelo retributivo deviene un modelo singular en su sector. De forma que el salario real es superior al de la media y, hay que añadir además, la parte de resultados que van a los socios trabajadores se suman, año tras año, al capital aportado inicialmente en forma de capitalización y se devuelven cuando se sale de la cooperativa con una remuneración de intereses añadida.

A esta retribución hay que añadir la implantación de la semana de cinco días en todos los supermercados, y la cooperativa se convierte en la primera empresa del sector comercio minorista (retail) en hacerlo. Por todo ello, no debe ser casualidad que a lo largo de once años consecutivos, la cooperativa sea certificada con el **sello Top Employers** como una de las mejores empresas para trabajar.

El crecimiento de Consum en Catalunya

Los datos actuales de Consum han tenido una evolución espectacular: desde los iniciales 600 consumidores en el año 1975 han pasado a los cinco millones actuales. Adicionalmente, la huella de Consum en Catalunya también es muy relevante: desde la primera tienda abierta, ahora hace 30 años, a las casi 300 actuales, las cuales generan casi 5.000 puestos de trabajo directos, una facturación de 1.000 millones de euros (representa un 20% del total de la cooperativa) y un plan de crecimiento de veinte nuevas aperturas próximamente.

Como comentaba Francesc Llobell, presidente de Consum, difícilmente aquel movimiento de jóvenes de los años setenta podían imaginar que aquella pequeña cooperativa de consumo que habían constituido se convertiría en un proyecto empresarial relevante (con cinco millones de socios consumidores, más de 23.000 trabajadores y 1.000 tiendas repartidas por el territorio), con capacidad de seguir siéndolo manteniendo las raíces y la estructura cooperativa que los inspiró.